México cuenta desde 2012 con una Ley General de Cambio Climático, que se considera pionera en la adaptación y la mitigación al calentamiento planetario. Pero tiene un problema: se cumple poco. Especialistas y promotores de la reforestación por comunidades locales, coinciden en que la receta del país ante el fenómeno debe combinar buenas leyes climáticas con prácticas conservacionistas.