Etiopía mira a las estrellas y sueña con ser centro espacial

Solomon Belay, director del Centro de Investigación y Observación de Entoto, a la derecha de uno de los dos telescopios del Observatorio de Entoto. Crédito: James Jeffrey/IPS
Solomon Belay, director del Centro de Investigación y Observación de Entoto, a la derecha de uno de los dos telescopios del Observatorio de Entoto. Crédito: James Jeffrey/IPS

En la montaña de Entoto, cubierta de eucaliptos y desde donde se puede contemplar esta capital de Etiopía, están casi acabadas las obras de lo que será el primer observatorio espacial del país. Los científicos involucrados en el proyecto aseguran que la promoción de esta área del conocimiento contribuirá al desarrollo de este país del Cuerno de África.

“La tecnología espacial suele ser considerada un lujo solo posible en los países desarrollados”, dijo Solomon Belay, director del Centro de Investigación y Observación de Entoto, en entrevista con IPS. “Pero en realidad es una necesidad básica y vital para el desarrollo”, apuntó.

La tecnología espacial se puede aplicar a muchas cuestiones básicas de la vida como salud, energía, seguridad alimentaria y gestión ambiental, remarcó.

La altitud de la topografía, el observatorio se ubica a 3.200 metros sobre el nivel del mar, y el clima ideal de Etiopía, como las pocas nubes que tiene durante la mayor parte del año, lo convierten en un lugar ideal para observar el firmamento.

De hecho, ya está prevista la construcción de otro observatorio cerca de la norteña ciudad de Lalibela, donde están las famosas iglesias talladas en roca, que se ubicará a una altitud aún mayor, de 4.200 metros sobre el nivel del mar.[pullquote]3[/pullquote]

Los científicos involucrados dijeron a IPS que esperan que los observatorios sirvan como punta pié inicial para promover una cultura científica en el país, lo que será un importante impulso para el desarrollo socio-económico gracias a sus muchas aplicaciones tanto en el sector público como privado.

Josef Huber, ingeniero de sistemas de la empresa alemana Astelco Systems y quien estuvo a cargo de la construcción e instalación de los telescopios del Observatorio de Entoto, señaló a IPS que estudiar las estrellas va, incluso, más allá del desarrollo.

“Cuando la gente observa a Saturno por primera vez, y este deja de ser solo una fotografía, quedan impresionados”, contó Huber, también voluntario en un observatorio público de la ciudad alemana de Munich.

“Para mucha gente su mundo se reduce a su casa y sus vecinos, pero cuando ves más allá de eso, nunca vuelves a pelear con tu vecino, en especial si te das cuenta de que una estrella puede explotar y borrar de plano una galaxia”, explicó.

Los observatorios también ofrecerán infraestructura de capacitación e investigación para estudiantes de las 33 universidades locales y permitirán atraer a científicos internacionales. Incluso, existe el deseo de convertir a Etiopía en una versión africana de Chile, un centro global para la investigación en astronomía.

Pero no todo el mundo comparte ese entusiasmo.

En los últimos tiempos aparecieron en los medios de comunicación críticas sobre este asunto porque los donantes siguen destinando millones de dólares de ayuda a los países africanos y estos se embarcan en aventuras aeroespaciales, mientras que mucha gente sufre en asentamientos irregulares y aldeas rurales. Etiopía sigue siendo uno de los mayores beneficiarios de la asistencia extranjera.

Se estima que casi 70 por ciento de los habitantes de África subsahariana viven con menos de dos dólares al día. En este país se estima que 29 por ciento de la población vive en la pobreza.

Sin embargo, Etiopía cuenta con el Observatorio de Entoto, cuya construcción ascendió a cuatro millones de dólares, y tiene dos telescopios modernos cada uno de un metro, seis toneladas y un costo de 1,5 millones de dólares. Todo esto fue posible gracias a la Sociedad de Ciencia Espacial de Etiopía (ESSS, por sus siglas en inglés), fundada hace 10 años para promover esta área del conocimiento.

Al principio, la ESSS tuvo que importar los telescopios de Estados Unidos, lo que era un problema por la diferencia de cambio, recordó Abinet Ezra, director de comunicaciones de la institución.

“El desarrollo científico no es fácil en África”, puntualizó Solomon a IPS. “La ciencia necesita visibilidad política porque si no, no se considera lo suficientemente importante o no se le asignan recursos”, apuntó. Las estrategias económicas no suelen vincularse a la ciencia y la tecnología. La atención suele quedar concentrada en la agricultura de pequeña escala.

Son pocos los países africanos que tienen programas espaciales y que lanzaron satélites, como Egipto, Marruecos, Nigeria y Sudáfrica. Pero pronto se les unirán más. Además de los esfuerzos de Etiopía, hace poco Ghana y Uganda crearon programas espaciales.

“Las autoridades reconocieron el papel de la ciencia espacial en el desarrollo de Etiopía y apoyan la inversión en los nuevos observatorios y programas del país”, subrayó Ezra.

En la actualidad, no está muy desarrollada la astronomía en África subsahariana, a excepción de Sudáfrica, lo que, precisamente, busca revertir el Observatorio de Entoto con maestrías y doctorados en observación y teoría astronómica, ciencia espacial y observación de la Tierra.

También pueden atraer beneficios económicos gracias a los visitantes y a la venta de información como pronósticos climáticos en tiempo real, entre otros.[related_articles]

Beneficios intangibles

Pero lo que más atrae a los impulsores de estos programas son los beneficios intangibles.

“La astronomía hace que los jóvenes se vuelquen a la ciencia y a la tecnología”, explicó Solomon. “Un programa espacial es una herramienta importante para inspirar estudiantes y disfrutar de la física y la química”.

“Cuando era niño me encantaba la ciencia espacial, pero no pude encontrar ningún lugar donde estudiar”, contó Eyoas Ergetu, de 24 años, un estudiante de ingeniería mecánica de la Universidad de Adís Abeba, quien forma parte del equipo científico del observatorio. “Estoy muy contento de trabajar aquí”, confió a IPS.

La ESSS quiere que Etiopía se ponga a la par de los otros países africanos que lanzaron satélites y presiona al gobierno para que se concentre en tratar de lograrlo en la próxima década.

Es una forma de mejorar las telecomunicaciones y supervisar distintas actividades como la minería y la agricultura, así como la construcción de grandes obras de infraestructura como el proyecto hidroeléctrico Represa del Renacimiento. Esta iniciativa generó polémica desde que se anunció en 2011 por su posible impacto ambiental.

Etiopía ya recurre a satélites extranjeros para ello y paga por estos servicios.

“Si Etiopía quiere lanzar satélites, necesitará gente para diseñarlos, quiero ser una de esas personas”, remarcó Eyoas, quien comenzará a estudiar ingeniería aeroespacial.

Las señales son alentadoras. El año próximo orbitará un pequeño satélite diseñado y construido en el Instituto de Tecnología de Adís Abeba, el primero concebido en Etiopía. Este se lanzará junto a otros 49 de varias organizaciones internacionales en un solo cohete en el marco del proyecto QB50, una iniciativa europea.

Este año, la Unión Astronómica Internacional suscribió un importante acuerdo con socios etíopes para instalar un nódulo regional de la Oficina de Astronomía para el Desarrollo de la UAI. Será el primero que se cree en el continente africano en el marco de la estrategia de la organización para generar beneficios sociales de la astronomía.

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