Con lágrimas en sus mejillas, la joven Zainab Salifu hacía fila en la unidad de atención de fiebres en el Hospital Universitario de Tamale, en el norte de Ghana. Más temprano, había recibido un diagnóstico positivo de VIH.
A pesar de los cordiales consejos que recibió de la enfermera Felicity Bampo, Salifu, de 18 años, sentía que su mundo se desmoronaba.
Como ella misma contó a IPS, al recibir la noticia rompió a llorar desesperadamente y se tiró al piso. La gente la miraba horrorizada. Luego se le acercó un hombre de mediana edad, la tomó de la mano y la llevó a un rincón tranquilo.
Este hombre, Sulemana Sulley, le dio esperanzas. Le contó que había contraído el VIH (virus de inmunodeficiencia humana, causante del sida) 10 años atrás, cuando mantuvo una relación extramarital. Sin saberlo, contagió también a su esposa.
Pero la pareja permaneció unida. Ambos reciben tratamiento antirretroviral y sus dos hijos están libres de VIH.[pullquote]1[/pullquote]
“No es momento de llorar”, le dijo a Salifu. “Acepta tu condición. El VIH no es una condena a muerte. Concéntrate en tomar tus antirretrovirales, come bien y haz ejercicio”.
“No estás sola, cualquiera puede infectarse con el virus. Mírame a mí”, añadió.
Sulley trabaja para Model of Hope (Ejemplo de esperanza), un grupo de voluntarios creado por los Servicios Católicos de Ayuda.
En Tamale sus 19 miembros se capacitaron como consejeros comunitarios por la Comisión Ghanesa de Lucha contra el Sida (síndrome de inmunodeficiencia adquirida).
Con una población de 540.000 habitantes, la bulliciosa Tamale, 600 kilómetros al norte de Accra, la capital, es la cuarta ciudad más grande del país y un importante eje urbano en el norte.
Todos los martes y viernes, los días designados en el Hospital Universitario de Tamale para las pruebas de VIH y la entrega de antirretrovirales, voluntarios colaboran en la realización de diagnósticos y asistiendo a los pacientes que reciben tratamiento.
La enfermera Bampo hace los exámenes y aconseja a entre seis y 10 jóvenes por día, la mayoría enviados por sus médicos. Pocos llegan por su propia decisión, dijo a IPS.
“Las pruebas voluntarias no son populares entre los jóvenes porque tienen miedo a ser estigmatizados”, agregó.
Entre los jóvenes sexualmente activos de 15 a 24 años, solo cuatro de cada 10 mujeres y solo dos de cada 10 hombres se han hecho pruebas de VIH, según la Encuesta Agrupada de Indicadores Múltiples de Ghana (MICS, por sus siglas en inglés), de 2011.
“La mayoría de las personas son conscientes del VIH y de algunos de sus síntomas, pero pocos saben que los antirretrovirales fortalecerán su sistema inmunológico para que puedan vivir más”, dijo Bampo.
Poca prevalencia, mucho estigma
Ghana tiene una relativamente baja prevalencia del VIH, de 1,4 por ciento. En 2001 era de 2,3 por ciento.
Pero esta baja prevalencia trae sus propios problemas: falta de familiaridad para el manejo de la enfermedad, altos niveles de estigma y poca tolerancia.
Apenas seis por ciento de las mujeres y 15 por ciento de los hombres de 15 años en adelante aceptan vincularse con personas VIH positivas, según la MICS.
Salifu, quien cursa último año en una escuela de formación profesional, dijo a IPS que contrajo el virus de su primer y único novio, con quien rompió la relación. Pero aún no ha tenido el valor de informarle a él o a su familia de su diagnóstico, que recibió en diciembre de 2013.
Como ella, siete de cada 10 mujeres ocultan a sus familias que están infectadas con el virus.[related_articles]
Sulley atribuye esta situación a la propagada y errónea idea de que el VIH trae la muerte en forma inmediata y de que uno se puede contagiar socializando con personas infectadas.
En 2013, Sulley brindó consejería a 200 jóvenes, la mayoría estudiantes. Muchos tenían pensamientos suicidas, y él y sus colegas tuvieron que trabajar duro para enseñarles a vivir felices y positivamente.
Sulley dijo a IPS que muchos adolescentes se suicidaron en los últimos años luego de enterarse de que eran VIH positivos.
Nuhu Musah, coordinador de la Unidad de Apoyo para el VIH y el Sida en la Región Norte de Ghana, lamenta que la campaña “Conoce tu condición”, orientada a los jóvenes, se cancelara por falta de equipos para hacer tests de la enfermedad.
“Detuvimos todos nuestras pruebas gratuitas porque los equipos fueron destinados a mujeres embarazadas”, explicó a IPS.
La campaña incluía programas mensuales de asistencia en comunidades y aprovechaba festividades nacionales, como el Día de la Independencia, para alentar la realización de pruebas de VIH.
Según Musah, en el norte hay cuatro centros que ofrecían exámenes y atención en salud sexual a adolescentes, pero carecen de recursos y no están funcionando.
Esto no contribuye a mejorar las cifras de VIH juvenil en todo el país.
Solo cuatro de cada 10 hombres y mujeres de 15 a 24 años muestran un completo conocimiento sobre la enfermedad, concluyó la MICS.
En la Región Norte se constató la menor proporción de personas con ese grado de conocimiento del sida, con 17 por ciento, contra 47 por ciento en la región de Gran Accra.
Información del MICS muestra que Ghana está quedando lejos en su objetivo de lograr que 95 por ciento de los jóvenes entre 15 y 25 años estén plenamente informados sobre el VIH para 2015.
“El conocimiento sobre la prevención y la transmisión del VIH todavía es bajo, a pesar de muchos años de sensibilización pública”, concluyó el estudio.