Actores políticos clave boicotean la conferencia nacional que se celebra en Somalia para discutir el futuro político del país, alertó el analista político Jaylani Mujtar.
“Creo que los somalíes coinciden en muchas cosas sobre su futuro, pero el tema del federalismo es el mayor obstáculo que afronta el país, y la conferencia generará mucho debate al respecto”, dijo el experto a IPS.
El lunes 2, el Gobierno Federal de Somalia lanzó una conferencia de cinco días para discutir asuntos clave del país, entre ellos la implementación del sistema federalista, la reforma de la Constitución y la celebración de elecciones en 2016.
Pero al encuentro no asistieron representantes de los estados separatistas de esta nación del Cuerno de África.
El nororiental estado semiautónomo de Puntlandia anunció que no participaría de la conferencia y acusó al gobierno federal de “manipular” la Constitución. El expresidente interino Mohammad Osman Jawari rechazó esas imputaciones.
La república separatista de Somalilandia, en el noroeste, tampoco envió representación oficial a la conferencia.
Pero Mohammad Jama, uno de los organizadores, dijo que la conferencia en realidad no tiene el objetivo de reunir a todos los estados, sino más bien a “expertos y a la intelectualidad nacional” para que analicen y tracen el rumbo del país.
“Nunca se pretendió que este fuera un encuentro donde varios grupos, sean estados regionales o facciones políticas, presentaran sus posturas, sino más bien una plataforma para que expertos, intelectuales y público en general discutan y debatan la dirección política futura”, dijo a IPS.
Explicó además que, una vez concluido el debate, los participantes de la conferencia presentarán una serie de recomendaciones al gobierno.
La implementación del federalismo sigue siendo el principal punto de fricción.[related_articles]
Muchos creen que darle cierta autonomía a los estados mientras siguen sometidos a la autoridad de un gobierno central es la única forma de solucionar dos décadas de guerra civil. Pero otros advierten que ese sistema, por el contrario, solo agravaría el conflicto y desencadenaría la creación de varios miniestados gobernados por clanes.
El Gobierno Federal de Transición, que concluyó su mandato en agosto de 2012, había acordado con los estados y las facciones locales del centro y sur del país que se adoptaría el federalismo como sistema.
Pero Mujtar dijo que ese acuerdo había sido concretado entre líderes políticos, y que no se le había consultado al pueblo somalí. El académico subrayó que un tema de carácter constitucional debe ser votado por la población.
Por su parte, el politólogo Ahmed Daahir, de la norteña ciudad de Bossaso, en Puntlandia, opinó que el federalismo podía ser una forma adecuada de acercar el gobierno al pueblo.
“Hemos sido gobernados directamente por Mogadiscio durante muchos años, desde la independencia, y eso trajo destrucción y el colapso del estado. Entonces, lo que la gente dice es darle más poder a los ciudadanos a través estados federados”, explicó a IPS.
El último estado en escindirse fue el de Jubalandia, en el sur.
El 15 de mayo, la milicia local Ras Kamboni eligió a Ahmed Mohammad Islam, mejor conocido como jeque Madobe, líder del grupo y presidente de un autodeclarado estado regional autónomo en el sur, al que pusieron el nombre de Jubalandia y al que le asignaron como capital la ciudad de Kismayo.
Sin embargo, el gobierno central somalí se negó a reconocer esa jurisdicción, que comprende tres regiones del sur: Gedo, Bajo Juba y Juba Medio.
Los milicianos arguyeron que la Constitución les daba el derecho de formar el estado, pero el gobierno señaló que este no incluía a todos los clanes de la zona, y alertaron que eso podría derivar en un conflicto y en más derramamiento de sangre.
Tras la mediación de Etiopía, el gobierno logró un acuerdo con líderes locales para establecer una administración interina de dos años en esa región.
El acuerdo supone una dura prueba para el gobierno. El sistema federal es rechazado por muchos clanes de Jubalandia, que no estuvieron representados en las conversaciones de paz.
Muchos consideran que el gobierno en los hechos le otorgó el control de la zona a Ras Kamboni, ignorando los derechos de otros clanes.
“El Acuerdo de Addis Abeba demostró que, para algunos, federalismo significa crear un miniestado para un clan dentro de Somalia, incluso a expensas y excluyendo a otros”, dijo Mujtar.
El académico indicó que otros estados habían “crecido naturalmente” en Somalia, como Somalilandia y Puntlandia.
Otros estados somalíes autoproclamados autónomos son los centrales de Galmudug, Himin y Heeb.
Daahir teme que el debate en la conferencia agrave aun más la desconfianza entre los diversos clanes y facciones.
“Lo que más necesitamos hoy en Somalia es una genuina y real reconciliación para curar las heridas de las últimas tres décadas. Solo entonces tendremos una plena discusión sobre el futuro del país”, sostuvo.