África importa casi 40.000 millones de dólares en alimentos al año, pero debería implementar medidas para atraer inversiones del sector privado en la agricultura a fin de reducir esas compras y aumentar su autosuficiencia, dijeron expertos del sector a IPS.
“En los próximos 10 años, los países africanos no deberían depender de la ayuda alimentaria, sino producir sus propios alimentos y, cuando se les terminen, comprarlos dentro de África”, dijo a IPS el profesor Mandivamba Rukuni, investigador en agricultura y director del Barefoot Education for Africa Trust.
“La autodependencia alimentaria significa creación de riqueza, y los agricultores deberían estar directamente vinculados a los mercados. Más personas tendrán más dinero en sus bolsillos si más pequeños agricultores cultivan redituablemente, y esto puede hacerse”, señaló Rukuni.
Según el Informe de Estadísticas sobre Agricultura Africana de la Alianza para la Revolución Verde en África (AGRA), presentado el 4 de este mes en Maputo, los países del continente produjeron 157 millones de toneladas de cereales e importaron 66 millones de toneladas en 2010.
En agosto, el Foro para la Investigación Agrícola en África calculó las actuales importaciones alimentarias del continente en más de 40.000 millones de dólares, dinero que se señala sería mejor gastado en permitir que los agricultores africanos se volvieran autosuficientes.
En la Declaración de Maputo de 2003, los jefes de Estado y de gobierno de África se comprometieron a mejorar el desarrollo agrícola y rural en el continente. El documento incluye el ambicioso objetivo de que los gobiernos asignen por lo menos 10 por ciento de sus presupuestos nacionales a ese fin.
Pero en los últimos 10 años, apenas algunos de los 54 estados miembros de la Unión Africana (UA) concretaron esta inversión, entre ellos Burkina Faso, Ghana, Guinea Ecuatorial, Malí, Níger y Senegal. Otros 27 desarrollaron planes formales de inversión en agricultura y seguridad alimentaria a través de pactos nacionales, resultado de mesas redondas que reúnen a actores clave del sector y en las que se busca acordar prioridades.
Uno de los pocos países que priorizan las inversiones en agricultura es Nigeria. En esa nación del occidente africano, el gobierno desarrolló el Sistema de Riesgo Compartido para Préstamos Rurales basado en la Iniciativa de Nigeria (Nirsal, por sus siglas en inglés), que busca reducir el riesgo en la cadena de valor agrícola creando capacidad a largo plazo e institucionalizando incentivos para los créditos en el ramo.
El objetivo de Nirsal es expandir los préstamos bancarios en la cadena de valor agrícola.
El ministro de Agricultura y Desarrollo Rural de Nigeria, Akinwumi Adesina, dijo a IPS que el país está obteniendo 3.500 millones de dólares para el sector de los bancos locales. El gobierno asume el riesgo en un intento por atraer la participación de privados.
“Estamos desarrollando un enfoque para que el sector privado tenga acceso a las finanzas, porque sin ellas no se puede hacer mucho”, planteó Adesina a IPS.
“Trabajamos en nuevos instrumentos de financiamiento que permitirán que nuestros mercados de capitales trabajen para la agricultura. Esta representa 44 por ciento de nuestro producto interno bruto (PIB) y 70 por ciento de todo el empleo, pero obtiene apenas dos por ciento de todos los préstamos bancarios en Nigeria”, agregó.
Mientras, Rukuni dijo a IPS que aunque la mayoría de los países africanos no han podido comprometer 10 por ciento, sí consideran que es sabio hacerlo.
“Aunque 10 por ciento es una linda cifra sobre la que hablar, no es mágica. Lo más importante es promover un financiamiento público catalizador, donde el gobierno, sus expertos, agricultores y el sector privado trabajen juntos y entiendan relamente que es clave impulsar las inversiones del sector privado”, señaló Rukuni.
[related_articles]Citando a China, India y Brasil como ejemplos de asociaciones público-privadas, Rukuni dijo que ya es tiempo de que los africanos comprendan que la agricultura no será competitiva sin que los gobiernos y el sector privado establezcan objetivos conjuntos en materia de desarrollo de infraestructura, por ejemplo.
“El secreto está en que el sector privado ponga más dinero en la agricultura”, planteó.
“No hay ningún lugar en el mundo hoy donde uno pueda hacer que el gobierno o la industria avancen si no trabajan junto al sector privado”, añadió.
El informe de la AGRA señala que, pese que más de 70 por ciento de la tierra de calidad de África está aún sin cultivar, las haciendas continúan reduciéndose. Este fenómeno ha impactado en la productividad de los 33 millones de pequeños cultivadores responsables de hasta 90 por ciento de la producción agrícola del continente.
La alianza estima que un crecimiento agrícola de uno por ciento aumentaría más de 2,5 por ciento los ingresos de los pobres, aunque solo 0,25 por ciento de los préstamos bancarios en el Mercado Común para África Oriental y Austral son para pequeños agricultores.
La comisaria de Economía Rural y Agricultura de la Unión Africana, Rhoda Peace Tumusiime, dijo a IPS que invertir en la agricultura africana se ha vuelto más urgente que antes, y que esto se refleja en el movimiento político hacia el desarrollo de planes nacionales.
Esto es promovido por el Programa General para el Desarrollo de la Agricultura en África (CAADP, por sus siglas en inglés), de la UA, para la eliminación del hambre y reducción de la pobreza.
“Setenta por ciento de la población depende de la agricultura. Es un porcentaje muy grande, así que si nos centramos en mejorar la situación de este 70 por ciento se erradicará la pobreza. No queremos una situación en la que las economías estén creciendo pero la agricultura no”, enfatizó.
En un informe de marzo de este año titulado “Growing Africa: Unlocking the Potential of Agribusiness” (Cultivando África: Desbloqueando el potencial de los agronegocios), el Banco Mundial instó a los gobiernos a mejorar sus políticas y promover los agronegocios como vector de crecimiento.
Abraham Sarfo, consejero agrícola, técnico y asesor vocacional en la Nueva Alianza para el Desarrollo de África, dijo a IPS que la agricultura solía ser parte de una planificación de desarrollo, pero que ahora estaba en la agenda continental mediante el CAADP para eliminar el hambre y reducir la pobreza.
“Un sector que contribuye con más de 30 por ciento de la economía de un país y todavía está en el nivel de subsistencia muestra hasta qué punto está subdesarrollado en comparación con la minería o con las tecnologías para la información y la comunicación que atraen al sector privado”, dijo Sarfo a IPS.
También llamó a aumentar los modelos innovadores de financiamiento que eliminen los riesgos en las inversiones agrícolas para atraer al sector privado.
Phillip Kiriro, presidente de la Federación de Agricultores de África Oriental, que representa a unas 200 entidades del sector, dijo a IPS que el acceso a insumos cruciales y a mejores tecnologías avanzó levemente en los últimos 10 años, pero que los gobiernos todavía necesitan ayudar a los cultivadores a vivir de sus tierras.