La polémica está servida: las autoridades de Brasil dicen que no hay suficiente personal médico y, para resolver el problema, decidieron importar este producto «no tradicional». Los propios profesionales, en cambio, rechazan el diagnóstico y el tratamiento. En algo están todos de acuerdo: los que sufren son los suburbios de grandes ciudades y los municipios más pobres del interior y las fronteras. La realidad brasileña comparada consigo misma y con la de otros países en esta serie de mapas y gráficos interactivos.
Datos: Fabíola Ortiz. Diseño: Ignacio Castañares