Tras la renuncia de otro miembro de la Comisión Electoral de Zimbabwe, partidos políticos y analistas cuestionan la credibilidad de ese órgano y la legitimidad de la última victoria de Robert Mugabe en las urnas.
La renuncia del profesor Geoff Feltoe, el martes 6, se produjo poco después de la de otro comisionado, Mkhululi Nyathi. Este abandonó el órgano el 31 de julio, el mismo día de la votación, en discrepancia por la forma en que se llevaban a cabo los comicios.
Nyathi dijo a los medios que había renunciado debido a que la Comisión Electoral no tomó medidas para que las elecciones fueran legítimas.
Por su parte, Feltoe no dio los motivos de su renuncia, pero un importante dirigente del opositor Movimiento para el Cambio Democrático-Tsvangirai (MDC-T), dijo a IPS que probablemente abandonó el cargo por las mismas razones que Nyathi.
“El hecho de que el profesor Feltoe haya renunciado poco después de las vergonzosas elecciones pone en cuestión la credibilidad de la organización. ¿Por qué se iría en ese momento? ¿Por qué no se fue antes?”, preguntó el funcionario, quien prefirió mantener el anonimato.[related_articles]
“Es claro que no quería que lo implicaran en la podredumbre que vimos en la Comisión Electoral durante las elecciones”, añadió.
Mugabe se quedó con 61 por ciento de los 3,4 millones de votos emitidos el 31 de julio, mientras que el primer ministro Morgan Tsvangirai, líder del MDC-T, obtuvo 34 por ciento.
Esto desató una ola de cuestionamientos de parte de analistas y activistas por los derechos humanos sobre cómo el mandatario, de 89 años, pudo haber convencido a la mayoría de los ciudadanos de volver a votarlo cuando el país sufrió una devastadora hiperinflación durante su gobierno. En 2008, esta llegó a 293 millones por ciento.
Partidos de oposición denunciaron que a miles de votantes se les impidió votar, y que el padrón, que se supone debía enviarse con anticipación a los partidos para su verificación, todavía no estaba disponible.
También hay denuncias de intimidación por supuestos miembros de la gobernante Unión Nacional Africana de Zimbabwe-Frente Patriótico (ZANU-PF).
Sin embargo, no hubo denuncias de violencia durante los comicios.
El director del Centro de Recursos Electorales, Tawanda Chimhini, sostuvo que la victoria de Mugabe presentaba serias dudas.
En el Centro “estamos muy preocupados por las irregularidades citadas en las elecciones. Los comicios no cumplieron con los estándares internacionales”, dijo Chimhini a IPS. Estados Unidos rechazó los resultados.
“Una democracia moderna no se reconoce por la ausencia de violencia, sino porque cumple con todos los factores que hacen incuestionable un resultado electoral”, añadió.
El MDC-T y otros partidos opositores están preparando un documento con supuestas evidencias de que el ZANU-PF manipuló las elecciones.
“Estamos siguiendo el camino legal, el diplomático y el político. Estamos compilando una ficha con las irregularidades antes, durante y después de la votación”, dijo a IPS el portavoz del MDC-T, Douglas Mwonzora.
Lo “presentaremos ante el Tribunal Constitucional antes de llevar nuestro caso a la Comunidad para el Desarrollo de África Austral (SADC)”, añadió.
Mwonzora dijo que, según la Constitución, el presidente solo podrá jurar su nuevo mandato luego de que sea resuelta la disputa sobre el resultado electoral, y para ello hay un plazo de 14 días desde la fecha de la votación.
Pero el analista político Masimba Kuchera sostuvo que la queja del MDC-T y de otros partidos no va a cambiar nada.
La oposición “cuestiona los resultados electorales solo para que quede constancia de ello, y no cambiará el hecho de que Mugabe es el presidente. Ni la SADC ni los tribunales van a modificar esa realidad”, dijo Kuchera a IPS.
Cleto Manjova, jefe de programas de la organización de derechos humanos Heal Zimbabwe Trust, dijo que le será extremadamente difícil al MDC-T revertir la situación.
“En sus reportes, la Unión Africana y la SADC constataron irregularidades referidas a los comicios de Zimbabwe, pero hay pocas probabilidades de que convoquen a nuevas elecciones. Dejarán que sean los zimbabwenses quienes actúen”, señaló.
Thomas Mukuti, un ingeniero eléctrico desempleado de 35 años, dijo a IPS que sus sueños de mejorar su vida llegaron a su fin.
“Personalmente, estoy acabado. Mis esperanzas desaparecieron. Esperaba una nueva era, pero (Mugabe) se salió con la suya en las elecciones, ¿y ahora dónde vamos a ir?”, dijo.
Sin embargo, para partidarios del ZANU-PF, como Andrey Jacha, de 29 años, de la localidad de Epworth, 22 kilómetros al este de Harare, la victoria de Mugabe representa dinero y oportunidades de negocios.
“Su victoria significa que nos van a pasar muchas más cosas (buenas), mientras nos beneficiamos de sus políticas económicas”, dijo a IPS.
Pero algunos analistas políticos dijeron a IPS que Zimbabwe se dirigía a la peor crisis política y económica de la era Mugabe.
“Definitivamente no hay nada para celebrar con el triunfo de Mugabe, que perpetúa el sufrimiento económico y la inestabilidad política”, dijo a IPS el analista político independiente Malvern Tigere.