El atleta etíope Haile Gebrselassie saltó a la fama por sus marcas mundiales: dos veces medalla de oro olímpico, múltiple campeón de 10.000 metros y más de 27 récords en competencias de larga distancia, desde 1.500 metros hasta maratón. Pero ahora probará suerte en otra carrera: la política.
Siempre evaluó la posibilidad de dedicarse a la política, pero terminó decidiéndose en un momento particularmente interesante de Etiopía.
Este año, por primera vez desde la violencia que siguió a las elecciones de 2005, hubo protestas populares en tres de las mayores ciudades de este país.
Haile no hizo ningún comentario al respecto al ser entrevistado por IPS, pero sí dijo que la oposición debía presentar propuestas y políticas claras en vez de despreciar el desafío.
“La situación económica y política del país es muy diferente a la de hace unos años”, dijo a IPS.
“La política no se trata de fama y popularidad, sino de trabajar para el desarrollo del país. El principal problema es que hay muy poca gente que trabaje hacia ese objetivo”, indicó.
Primero había dicho que le interesaba ser candidato a la Presidencia, pero luego decidió presentarse a las elecciones legislativas de 2015.
“Con la política quiero llegar a más personas”, explicó Haile, unos de los corredores más importantes en distancias de fondo, considerado un ícono en esta nación del Cuerno de África.
“El mayor error sería permanecer al margen de la política, y como soy etíope, haré todo lo posible por formar parte de su desarrollo”, añadió.
No dio detalles sobre su plataforma electoral, pues dijo que tiene dos años más para pensar y preparar su campaña. Pero sus sueños incluyen crear más oportunidades de empleo, trabajar para la estabilidad y la paz y organizar un país sin pobreza.
El legislador Girma Seifu, único de la oposición en el parlamento dominado por el gobernante partido Frente Democrático Revolucionario del Pueblo Etíope, opina que es conveniente que Haile se integre a alguno de los grupos opositores.
Girma es miembro del Comité Ejecutivo de la agrupación Unidad para la Democracia y la Justicia.
Según su experiencia, en tanto candidato independiente, Haile no tiene muchas posibilidades de que lo escuchen dada la actual estructura del parlamento.
“Ser independiente será un pérdida de tiempo”, dijo Girma a IPS.
“Si forma parte de un partido existente o crea el suyo propio, podrá redactar políticas y hacer recomendaciones sobre las existentes”, precisó.
El hecho de que Haile sea una figura pública le ofrece más oportunidades para que lo escuchen la sociedad local y el mundo, opinó Girma. Pero igual tendrá que formar parte de la estructura política y capacitarse, añadió.
Pero Haile cree que la reputación que logró como corredor le permitirá marcar una diferencia en su país. “Pude ver el desarrollo que hay en otros países y quiero lo mismo para mi país en la medida de lo posible”, indicó.[related_articles]
Un especialista del Ministerio de Asuntos Exteriores que no quiso dar su nombre dijo a IPS que Haile era un empresario y estaría obligado a equilibrar su pasión por la política con sus intereses privados.
“Debería ver las cosas con menos pasión e interpretarlas de acuerdo a la situación del país”, opinó.
Haile es dueño de un cine y de un centro turístico de lujo en el lago Hawassa, entre otros emprendimientos. Incluso, desde hace poco tiene una plantación de café de 1.500 hectáreas en la zona de Sheka, en la región de Naciones, Nacionalidades y Pueblos del Sur.
No hay ninguna norma que obligue a una persona a abandonar la actividad privada para entrar al parlamento. Y en Etiopía, como en muchos países, los políticos pueden hacer ambas cosas.
Pero cuando la persona desempeña un cargo público está obligada, según la Proclama de Divulgación y Registro de Bienes No.668/2010, a informar sobre su capital y negocios, además de los ingresos que percibe o generan esas actividades.
Haile comentó que su esposa, Alem Getachew, cree que está loco por querer dedicarse a la política. Y, sus amigos, que no es el momento apropiado. Sin embargo, se prepara estudiando y leyendo sobre política y discutiendo ideas con algunos dirigentes.
Haile espera trabajar de forma colaborativa y lograr cambios positivos, como mejorar la educación y luchar contra la corrupción.
“Nelson Mandela es mi modelo. Su lucha y todo el esfuerzo que hizo por su país, por la libertad, por el cambio y hasta que haya perdonado a las personas que lo hicieron sufrir tanto hacen que no renuncie a mi país”, señaló Haile.
“Para lograr un cambio se necesita formar parte de (la solución) y encontrar la forma, pues escaparse no hará más que empeorar las cosas”, añadió.