“Me siento indígena en cualquier lugar”

"La idea occidental de éxito es diferente a la indígena", dijo Landry. Crédito: Cortesía Andrea Landry

Las voces de los jóvenes aborígenes se hacen oír en el duodécimo periodo de sesiones del Foro Permanente para las Cuestiones Indígenas de la ONU, que se desarrolla hasta este viernes 31. Una de ellas es la de Andrea Landry, de 24 años.

El mundo se hace cada vez más joven. La población del planeta superó los 7.000 millones el año pasado, y más de la mitad de los habitantes tienen alrededor de 30 años, según un informe de la consultora Euromonitor International. La mayoría de esas personas viven en el Sur en desarrollo.[pullquote]3[/pullquote]

Landry es originaria de la comunidad nativa Primera Nación de Pays Plat, cercana a Thunder Bay, en el sureste de Canadá. En la lengua amerindia anishinaabe lleva el nombre de Mujer con Corazón de Águila.

Estudia comunicaciones y justicia social en la Universidad de Windsor, y defenderá su tesis en agosto.

IPS habló con Landry sobre los desafíos que afrontan los jóvenes aborígenes de todo el mundo y sobre la posibilidad de reconectarlos con sus culturas a través de las nuevas tecnologías.

IPS: ¿Cómo se involucró en la defensa de los pueblos indígenas?

ANDREA LANDRY: Mi padre era militar, así que crecí en diferentes lugares. Fui a la escuela en Thunder Bay, pero allí no había muchos estudiantes aborígenes. Cada dos semanas, mi madre nos llevaba a mis hermanas y a mí de regreso a la comunidad.

Mi madre también nos llevaba a los Centros de la Amistad (de apoyo a las comunidades indígenas) para ayudarnos a reconectarnos con nuestra historia, con nuestra cultura, y constantemente nos recordaba quiénes éramos. Hace tres años comenzó mi trabajo de defensa en la Asociación Nacional de Centros de Amistad (hay 119 en Canadá), y allí me convertí en directora ejecutiva de juventud.[related_articles]

Participo en la junta y tengo reuniones con el gobierno canadiense sobre temas relacionados con la juventud indígena. Me aseguro de que nuestras historias se conozcan de primera mano, y no a través del gobierno.

IPS: ¿Cree que los jóvenes indígenas que se han trasladado a las ciudades se sienten desconectados?

AL: Creo que depende de la familia. Muchos niños indígenas son llevados a hogares de acogida o tutela. Aun así, es inevitable que estos se sientan atraídos por su cultura e historia aborigen. Es algo que está dentro de una: yo me siento indígena no importa en qué lugar esté.

Los Centros de Amistad en Canadá también ofrecen oportunidades de reconectarte con tu comunidad, hablando con ancianos y aprendiendo tu lengua.

En Thunder Bay, la ciudad donde viví, había mucho racismo hacia los aborígenes, y eso te hace sentir vergüenza. Yo tengo una mezcla de razas, y entonces me preguntaba a mí misma: “Bueno, ¿pero qué soy? ¿Soy blanca o morena?”, pues las niñas blancas me decían: “Eres demasiado morena”, y las niñas aborígenes me decían: “Eres demasiado blanca”.

En Canadá tenemos la Red de Televisión de Pueblos Aborígenes, que ofrece programas e información para la población indígena y es administrada por indígenas.

También tenemos varios medios de prensa aborígenes, pero no son muy conocidos. En los medios de comunicación predominantes hay una carencia de representación de los pueblos indígenas canadienses.

IPS: ¿Sirve Internet como herramienta para que los jóvenes indígenas se reconecten con su cultura?

AL: Muchos jóvenes anishinaabe están aprendiendo su lengua a través de una aplicación de iPhone. Algunos jóvenes en la comunidad dirán: “Estoy aprendiendo la lengua gracias a esta aplicación”, y los ancianos dirán: “Debiste haber venido a hablar conmigo”.

Los medios sociales e Internet son buenos, pero no a expensas de aprender en la forma tradicional, de nuestros ancianos, a través de la tradición oral. Ahora, aprender de un anciano no parece ser tan importante como debería.

IPS: ¿Hay oportunidades en Canadá para que los jóvenes indígenas aprendan sobre su historia y su cultura en las escuelas?

AL: El sistema educativo en Canadá no brinda una oportunidad adecuada para aprender sobre las culturas indígenas del país. Durante mi maestría no encontré ni un solo artículo dedicado a los pueblos indígenas o realizado por académicos indígenas. Les dije a mis profesores que era importante incluir la cultura aborigen en el diálogo y en las clases.

IPS: ¿Qué desafíos o problemas afrontan los jóvenes indígenas alrededor del mundo?

AL: Sufren un estatus socioeconómico bajo, alto desempleo, educación de mala calidad y aislamiento. A muchas comunidades, sobre todo en el noroeste del Pacífico, solo se puede llegar por avión, y están a dos horas y media de cualquier otro lugar.

Las poblaciones indígenas también afrontan problemas de salud y dificultades para adaptarse a la dieta occidental. Nuestros sistemas no fueron diseñados para la comida estadounidense, abundante en grasa. Comíamos oso, alce y bayas, y ahora comemos en McDonald’s y Burger King.

También tenemos diferentes percepciones sobre el éxito. La idea occidental de éxito, que es material y financiera, es diferente a la mía. Somos exitosos en nuestra cultura, en nuestra comunidad.

IPS: ¿Qué alberga el futuro para los jóvenes indígenas?

AL: Ahora nos están tomando en serio, nos permiten hablar alto y claro. Estamos siendo reconocidos en sistemas occidentales como la ONU (Organización de las Naciones Unidas), y como jóvenes estamos teniendo prioridad.

Luego de mi maestría, quiero seguir defendiendo a los jóvenes y a los pueblos indígenas en general. Es realmente mi pasión. Espero que esta generación siga trabajando por un futuro mejor.

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