Aldeanos convertidos en «hurgadores de agua» en Zimbabwe

Hace más de 10 años que los residentes del distrito de Mwenezi, Zimbabwe, no tienen agua corriente debido a la rotura de los pozos de la zona. Crédito: Jeffrey Moyo/IPS
Hace más de 10 años que los residentes del distrito de Mwenezi, Zimbabwe, no tienen agua corriente debido a la rotura de los pozos de la zona. Crédito: Jeffrey Moyo/IPS

Desde hace 13 años, Trynos Mbweku, jefe del distrito de Mwenezi, en el sudeste de Zimbabwe, usa una carretilla para ir a buscar agua al único pozo que queda en la zona, a 10 kilómetros de su casa.

Para los pobladores del distrito de Mwenezi, 160 kilómetros al sudoeste de Masvingo, capital de la provincia homónima, la crisis hídrica no parece tener un final a la vista.

"Nos vimos obligados a convertirnos en hurgadores de agua y a depender de perforaciones que se rompieron hace 10 años", dijo Mbweku a IPS.

Funcionarios del Consejo del Distrito Rural de Mwenezi, quienes pidieron reserva de su identidad, dijeron a IPS que de las 46 perforaciones, 26 se habían roto y no habían sido reparadas en los últimos 13 años.

La población local responsabiliza al Fondo de Desarrollo de Distritos (DDF, por sus siglas en inglés) y al Consejo del Distrito Rural de Mwenezi, responsables de reparar y mantener los pozos.
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Pero funcionarios del Consejo dijeron que se necesitaban 12.000 dólares para reparar las instalaciones dañadas y que el DDF no tenía fondos.

Zimbabwe no se ha recuperado de la crisis económica. Entre 2003 y 2009, este país sufrió una de las peores hiperinflaciones del mundo. La inflación anualizada fue estimada en 231 por ciento.

Los economistas de este país de África austral atribuyen la profundización de los problemas hídricos a la partida forzosa de inversores agrícolas en la peor parte del controvertido programa de reforma agraria, a menudo violento.

El programa fue una iniciativa gubernamental que apuntó a recuperar las tierras que tenían unos 4.500 agricultores blancos y que fue llevada a cabo por veteranos de guerra molestos.

"La crisis hídrica es un problema nacional en Zimbabwe. Empeoró tras el caótico programa de reforma agraria de 2000, que derivó en una recesión económica. El país perdió fondos para mantener las perforaciones comunitarias cuando los agricultores comerciales fueron expulsados de sus tierras", dijo el economista Kingston Nyakurukwa a IPS.

Con 70 por ciento de la población en zonas rurales es fundamental mejorar el acceso al agua, al saneamiento y a la higiene.

Aunque el Departamento de Desarrollo Internacional de Gran Bretaña financió un programa rural de saneamiento y agua de 50 millones de dólares en 2012, concentrado en áreas propensas a la sequía, la mayoría de las zonas rurales de Zimbabwe tienen dificultades para acceder al agua potable.

"Tenemos que lidiar con la escasez de agua porque varios pozos comunitarios se rompieron y hace años que están sin uso debido a la mala situación económica del país", dijo Dereck Siyaya, del departamento de agricultura del distrito rural de Guruve, en la provincia de Mashonalandia Central, en entrevista con IPS.

De acuerdo con un el estudio "Protección Social Adecuada para la Infancia en Zimbabwe", publicado en 2010 por el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), casi la mitad de la población vive con menos de 1,25 dólares al día.

Un alto funcionario del Ministerio de Gestión y Desarrollo de Recursos Hídricos dijo a IPS que alrededor de 60 por ciento de las 2.714 bombas de agua de las zonas rurales estaban rotas.

Alrededor de 2,5 millones de personas, de los 12,5 millones que habitan este país, no tienen acceso al líquido vital. Funcionarios de la Oficina Nacional de Estadísticas de Zimbabwe dijeron a IPS que 56 por ciento de la población no tiene acceso a instalaciones sanitarias.

"Si no se toman medidas frente a la crisis hídrica se desatará en Zimbabwe una lucha por el preciado recurso. Debemos comprometernos para que el sector sea sustentable", dijo el ministro de Gestión y Desarrollo de Recursos Hídricos, Samuel Sipepa Nkomo, en una cumbre sobre este tema realizada el 20 de marzo en la occidental ciudad de Bulawayo.

Un funcionario del Ministerio de Educación, Deporte y Cultura, que prefirió permanecer anónimo, dijo a IPS que los alumnos de escuelas rurales también se veían afectados porque dedicaban un tiempo considerable a la búsqueda de agua en vez de asistir a clases.

Zimbabwe suscribió en 2009 un acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, el Fondo Mundial para la Naturaleza y el Instituto para el Desarrollo de Agua y Saneamiento, para suministrar agua potable. Pero el tratado todavía no ha sido implementado.

Para que Zimbabwe pueda alcanzar la meta de mejorar el acceso al agua potable, incluida en los Objetivos de Desarrollo de las Naciones Unidas para el Milenio, debe invertir unos 400 millones de dólares al año, señala el informe de Unicef.

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