El gobierno cubano confirmó 51 casos de cólera en municipios de la capital del país, aunque aseguró que, como resultado de las medidas adoptadas, la transmisión de la enfermedad se encuentra en fase de extinción.
"Ello ha sido posible, en primer lugar, por la vigilancia permanente y la capacidad de respuesta de nuestro sistema de salud", dijo el ministerio de ese sector este martes 15 en una "nota informativa a la población" que era esperada desde hace días por los habaneros debido a las alarmantes versiones que circulaban sobre el tema.
Análisis realizados en el Instituto de Medicina Tropical "Pedro Kouri" determinaron que el agente causal del brote es la bacteria Vibrio cholerae O1 Tor enterotoxigénico, serotipo Ogawa, y la trasmisión se generó por un expendedor de alimentos, portador asintomático de la enfermedad, adquirida durante los casos informados con anterioridad en otras regiones del país.
La autoridad sanitaria, que no reportó fallecidos, reiteró además "la necesidad de intensificar las medidas higiénicas, especialmente las relacionadas con el lavado de las manos, la ingestión de agua clorada y la limpieza y cocción adecuada de los alimentos, aspectos estos imprescindibles".
El reporte oficial especificó que el sistema de vigilancia clínico epidemiológica detectó a partir del 6 de este mes un incremento de las enfermedades diarreicas agudas en "el municipio El Cerro y posteriormente en otros de la capital", ante lo cual se activaron las acciones previstas en el plan anticolérico.
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Este brote de cólera sigue al detectado en julio pasado en Manzanillo, en la oriental provincia de Granma, con 158 casos y tres fallecidos, según los reportes oficiales de ese momento. Tras el devastador paso del huracán Sandy por la oriental Santiago de Cuba también se habrían detectado personas enfermas de cólera, algo que no fue confirmado por autoridades sanitarias.
Los rumores y versiones sobre el surgimiento de la enfermedad en La Habana, con 2,2 millones de habitantes, circulaban con insistencia desde hace varios días e incluían testimonios de familias visitadas por personal de salud para informarles sobre la situación y medicarlas preventivamente con Doxicilina, un antibiótico familia de la tetraciclina.
Una serie de medidas sanitarias preventivas confirmaron en los últimos días que no se trataba solo de rumores, sobre todo en El Cerro, un municipio colindante con otros igualmente populosos que ronda los 130.000 habitantes y donde, según la nota oficial, se declaró el brote habanero.
"Frente a mi casa, en el parque, hicieron una audiencia sanitaria, había muchas personas y la doctora explicó la necesidad de hervir el agua y lavarse las manos. Nos dieron las pastillas para tomar delante del médico y otras para echarlas al agua, una por cada litro. También cerraron la cafetería contigua", dijo a IPS a fines de la semana pasada una vecina de El Cerro.
En las puertas de una empresa constructora de esa barriada un gran cartel recomienda acudir a las autoridades sanitarias ante cualquier síntoma o signo de diarreas, vómitos u otros. Aconseja a la vez, no bañarse en ríos, represas o charcos y lavar cuidadosamente las frutas, vegetales y otros alimentos que se ingieren crudos.
En algunos lugares de gran concurrencia, como una terminal de ómnibus del municipio Plaza y un policlínico de El Cerro, las personas deben pasar por un rodapiés y lavarse las manos con agua clorada, según pudo constatar IPS en un recorrido realizado el lunes. También spot televisivos insisten por esos días en las medidas preventivas.
Un folleto elaborado por el galeno cubano Pablo Aguiar Prieto señala que el cólera es una "enfermedad bacteriana intestinal caracterizada por un cuadro de diarrea aguda, acuosa como agua de arroz y olor a marisco, acompañada o no de vómitos, rápida deshidratación, acidosis, calambres musculares en extremidades y abdomen, pudiendo llegar al colapso circulatorio".
Cuando se habla de cólera en Cuba, las personas la relacionan de inmediato con la fuerte misión médica presente en Haití, donde después del terremoto de enero de 2010 se desató una epidemia de este mal que ha costado la pérdida de miles de vidas.
Pero autoridades médicas consideran que la experiencia ganada por los médicos cubanos en esa empobrecida nación caribeña, a la que este país presta asistencia sanitaria desde 1998, es una fortaleza del sistema de salud isleño, que cuenta además con los medios de difusión para llegar a la población y una organización interna de base como el galeno y la enfermera de familia.
Esas fuentes insisten además en que, para ese personal, existen un grupo de medidas de control internacional que se aplican cuando regresan. Además, toda persona con residencia en Cuba que regresa de naciones de riesgo, como Haití o su vecina República Dominicana, debe presentarse en el centro de salud más cercano para someterse a análisis de sangre.
En ese último país se reportaron casos de cólera un mes después de que comenzó la epidemia en Haití. Un balance del Ministerio de Salud de República Dominicana difundido por medios internacionales de prensa indicó que en los últimos dos años suman más de 400 las víctimas fatales que ha dejado esa epidemia.
Informes de la Organización Panamericana de la Salud señalan que el cólera sigue representando una amenaza para la salud pública en los países de la región e implica un reto especialmente en aquellos sin las condiciones adecuadas de saneamiento y acceso a agua potable.
