ELECCIONES-EEUU: Obama por una cabeza

Obama durante un acto de campaña en Virginia. Crédito: Watermarked Photography/CC by 2.0
Obama durante un acto de campaña en Virginia. Crédito: Watermarked Photography/CC by 2.0

Mientras el noreste de Estados Unidos se recupera del huracán Sandy y cuando falta menos de una semana para las elecciones, el presidente Barack Obama aparece en las encuestas con una leve ventaja sobre su principal rival, Mitt Romney.

Los apostadores en Internet y analistas políticos más avezados coinciden en que, gracias a su ventaja en nueve de los llamados "estados péndulo", Obama tiene buenas posibilidades de ser reelegido el próximo martes 6.

El presidente de Estados Unidos no es elegido directamente por la ciudadanía, sino que lo hace un colegio electoral, en el cual cada estado tiene un determinado número de votos de acuerdo con su representación en el Congreso legislativo.

Casi todos los estados aplican la fórmula de que "el ganador se lleva todo". Ello significa que el candidato que obtiene la mayoría se queda con todos los votos electorales correspondientes a ese distrito.

Algunos estados son claramente baluartes "rojos" (del opositor Partido Republicano) y otros "azules" (del gobernante Partido Demócrata), pero los estados "púrpura" o "péndulo", donde la mayoría está en disputa, son claves para la definición.
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Los residentes de esos estados, entre ellos el sudoriental Florida, los orientales Carolina del Norte y Virginia, los nororientales New Hampshire y Ohio, los norteños Iowa y Wisconsin, el central Colorado y el occidental Nevada son bombardeados hasta último minuto con avisos por radio y televisión.

Además, reciben llamadas telefónicas exhortándolos a votar no solo a los candidatos presidenciales sino a los postulantes para cargos estaduales y locales.

En el crítico estado de Ohio, que casi todos los analistas consideran sumamente valioso, en parte porque ningún candidato republicano moderno ha ganado la Presidencia sin él, también se está inclinando a Obama, aunque el politólogo Charlie Cook, del National Journal, todavía lo considera impredecible.

Uno de cada ocho habitantes de ese estado depende de la industria automovilística, y por ello, la campaña de Obama ha criticado insistentemente la posición de Romney, durante la crisis financiera hace cuatro años, cuando se opuso al rescate federal de ese sector. Desde entonces se ha recuperado.

Los problemas de Romney en Ohio se agravaron aun más esta semana, cuando su campaña comenzó a distribuir avisos señalando falsamente que la división Jeep de la fabricante de automotores Chrysler estaba externalizando puestos de trabajo en China.

Esa afirmación provocó duras denuncias de Chrysler y también de General Motors.

"Hay que pensar que la mentira sobre Jeep/China podría ser el clavo en el ataúd" de las aspiraciones de Romney en ese estado, señaló el analista internacional Chris Nelson en su despacho diario de noticias The Nelson Report.

Luego del Sandy

Aunque las encuestas todavía no lo reflejan, Obama podría paradójicamente beneficiarse en los últimos días de la carrera del propio huracán Sandy, pues le permitió mostrarse en forma responsable, supervisando una respuesta del gobierno federal, marginando efectivamente a Romney de la agenda de noticias.

También cayeron duro en la campaña de Romney los elogios de dos gobernadores republicanos, particularmente Chris Christie, del nororiental estado de Nueva Jersey, a la reacción de Obama frente a la llamada "Frankenstormenta".

Otro golpe fue la circulación esta semana de las imágenes de un debate realizado el año pasado en el que Romney sugería la eliminación de la Agencia Federal de Manejo de Emergencias (FEMA, por sus siglas en inglés), encargada de coordinar los esfuerzos de rescate en casos de desastres.

El candidato republicano propuso entonces que las responsabilidades de la FEMA fueran derivadas a autoridades locales o, mejor aun, al "sector privado".

País dividido

La competida carrera electoral es un indicio de cuán dividido está el país.

Las divisiones geográficas entre los estados azules y rojos son las más obvias. Con excepciones en cada región, los del sur, del Medio Este y de las montañas Rocosas son claramente el baluarte de Romney.

Por otro lado, el noreste y los tres estados de la costa oeste son demócratas, al igual que la mayoría de los del cinturón industrial, en la costa norte y centro atlántica, y en la región de los Grandes Lagos.

Las diferencias demográficas también podrían ser decisivas. En una encuesta realizada por el diario The Washington Post y la cadena ABC, más de 80 por ciento de los votantes no blancos consultados dijeron que apoyarían a Obama, en tanto que más de 91 por ciento de los partidarios de Romney son blancos.

Noventa y tres por ciento de los votantes afrodescendientes dijeron que votarían a Obama, y solo dos por ciento a Romney, mientras que el resto estaban indecisos, según una encuesta del centro Pew divulgada el lunes 29 de octubre.

Obama también es favorecido por 69 por ciento de los hispanos, según una investigación de ImpreMedia-Latino Decisions.

Una alta concurrencia de votantes latinos a las urnas, particularmente en los disputados estados de Colorado, Nevada, Iowa, Virginia y Florida, podría inclinar la balanza a favor de Obama, asegurándole la victoria aun sin ganar en Ohio.

Mientras, a pesar de los repetidos esfuerzos de Romney y de los republicanos para pintar a Obama como alguien opuesto a los intereses de Israel, los votantes judíos parecen apoyar en una sólida mayoría al presidente.

Si esa predicción se cumple, los judíos podrían marcar una diferencia en dos estados valiosos: Ohio y Florida.

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