A la medianoche del 12 de octubre, George Puthenveettil, un viudo de 91 años de la aldea de Kalanjur, en el sureño estado indio de Kerala, fue brutalmente torturado y echado de su propia casa por su único hijo, quien lo acosaba por «no ganar dinero».
El nonagenario vagó por las calles de su aldea por horas hasta llegar a un refugio en el distrito de Pathanapuram con la ayuda de vecinos. El anciano dependía financieramente de su hijo, y era golpeado frecuentemente por este, informó la policía.
Para muchos indios, el envejecimiento es un proceso traumático, en el que se vuelven por completo dependientes de familiares o amigos debido a la ausencia de un adecuado sistema de seguridad social o de un plan de pensiones del gobierno.
El destacado demógrafo y presidente de la unidad de investigación sobre migraciones internacionales en el Ministerio de Asuntos Indios en el Extranjero, Irudaya Rajan, expresó preocupación por la creciente inseguridad que sufren los adultos mayores en este país.
El experto dijo a IPS que una de las principales necesidades de ese sector de la población es tener ingresos estables.
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Hace años, "los valores tradicionales y las creencias religiosas protegían bastante a las personas mayores".
Pero hoy, las dificultades económicas y el debilitamiento del sistema familiar están "erosionando drásticamente la base de apoyo de los ancianos", advirtió.
"Muchos adultos mayores tienen que trabajar aún después de retirarse, debido a la inadecuada seguridad social y los pocos recursos financieros", añadió Rajan.
Un informe del Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA) divulgado en Nueva Delhi indica que este país tenía 90 millones de adultos mayores en 2011, y se espera que el número crezca a 173 millones para 2026.
De esos 90 millones, 30 millones viven solos y 90 por ciento trabajan para sobrevivir.
Expertos estiman que solo ocho por ciento de las 460 millones de personas que conforman la fuerza laboral india cuentan con seguridad social.
La población total de este país supera los 1.200 millones de habitantes.
Más de 94 por ciento de los indios que trabajan lo hacen en el sector informal, como propietarios de almacenes, artesanos, fabricantes de telas, comerciantes rurales, agricultores o desempeñando otras actividades.
Gopal Krishnan, economista de la sureña ciudad de Chennai, dijo a IPS: "No hay cobertura de seguridad social para las personas en el sector informal, que representan la mitad del PIB (producto interno bruto) de India".
En 2006, la Comisión Nacional para Empresas Informales recomendó que el gobierno creara un sistema de seguridad social para proveer el mínimo nivel de beneficios a los trabajadores de ese sector cuando se retiraran.
Hasta ahora, el gobierno no ha podido adoptar una política amplia que atienda los problemas de los adultos mayores. El Ministerio de Justicia Social y Empoderamiento elaboró el borrador de un plan en 1999, pero nunca fue implementado.
Las dificultades abundan
Analistas señalan que los adultos mayores de India sufren numerosos problemas de salud y familiares, tienen dificultades económicas e incertidumbres a la hora de buscar lugar donde vivir, son víctimas de las disparidades de género y de las desigualdades entre el campo y la ciudad, son desplazados y se ven obligados a habitar en tugurios.
No obstante, Udaya Shankar Mishra, demógrafo principal del Centro para Estudios de Desarrollo en Thiruvananthapuram, cree que el actual perfil de los adultos mayores de India puede cambiar.
"Con políticas adecuadas, la idea de que los ancianos son una carga puede ser modificada, y se puede lograr que tengan un envejecimiento activo y saludable", dijo a IPS.
"Con limitados recursos, debemos adoptar cambios viables en las políticas para manejar la crisis de los adultos mayores. Esto requiere un estudio detallado sobre su situación, desde su salud y mortalidad hasta su bienestar económico y emocional", añadió.
Datos del Censo Nacional de 2011 revelan que el porcentaje de adultos mayores que viven solos o con su cónyuge es de 45 por ciento en los estados de Tamil Nadu, Goa, Himachal Pradesh, Maharashtra, Punjab y Kerala.
Expertos en salud señalan que los ancianos indios son altamente propensos a enfermedades cardiacas, desórdenes respiratorios y renales, diabetes, hipertensión, dificultades neurológicas y problemas de próstata.
La Organización Nacional de Encuestas por Muestreo calcula que uno de cada dos ancianos en India sufre de al menos una enfermedad crónica, lo que requiere medicina de por vida.
La última información disponible, recogida en el periodo 1995-1996, reveló que 75 por ciento de los ancianos indios tienen al menos una limitación en la vista, en el oído, en el habla, o en la capacidad de caminar o razonar.
Shanti Johnson, profesora de la Facultad de Kinesiología y Estudios de la Salud en la canadiense Universidad de Regina, estima que cerca de ocho por ciento de los adultos mayores indios están inmovilizados por dolencias físicas, con una desproporcionada mayoría de ancianas mujeres en este estado.
"La tasa promedio de hospitalizaciones en el país es de 7.633 por cada 100.000 adultos mayores. Hay además una considerable diferencia de género, con una mucho mayor proporción de hombres internados con respecto a sus pares mujeres", añadió.
Ante esto, organizaciones no gubernamentales piden a las autoridades que vuelquen más fondos para la creación y el mantenimiento de más hogares para ancianos, clínicas de fisioterapia y refugios temporales.