Los musulmanes de Estados Unidos podrían jugar un papel inesperadamente decisivo en las elecciones de este país, previstas para el 6 de noviembre.
Una encuesta de intención de voto señala que 68 por ciento de los miembros de esa colectividad consultados se manifestaron a favor de la reelección del presidente Barack Obama, del Partido Demócrata, y solo siete por ciento lo hizo a favor de Mitt Romney, candidato del opositor Partido Republicano.
En esa investigación, basada en entrevistas a 500 votantes musulmanes, lo que más sorprendió fue que 25 por ciento de ellos dijeron no estar decididos aún.
Las decenas de miles de indecisos están desproporcionadamente concentrados en tres de los llamados "estados péndulo": Florida (sudeste), Ohio y Virginia (noreste), donde la competencia es reñida y se pueden definir los comicios. Por eso es donde los candidatos se dirigieron en las últimas dos semanas de campaña. "El voto musulmán podría ser decisivo en varios estados competitivos", dijo Naeem Baig, presidenta del Grupo de Tareas Musulmán Estadounidense sobre Derechos Civiles y Elecciones, que coauspició la encuesta, realizada durante las primeras dos semanas de este mes y divulgada el miércoles 24.
Grandes mayorías de consultados opinaron que Estados Unidos debía apoyar a los rebeldes en Siria (68 por ciento) y que Washington hizo lo correcto al intervenir en Libia el año pasado junto a la Organización del Tratado del Atlántico Norte (76 por ciento).
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Los encuestados se dividieron en partes bastante parejas cuando se les preguntó si Estados Unidos había provisto suficiente apoyo a los levantamientos de Medio Oriente y el norte de África, conocidos como la Primavera Árabe.
El dato preciso de cuántos musulmanes hay en Estados Unidos y cuántos de ellos votan es asunto de considerable debate. Los censistas en este país no están autorizados a preguntarles a los ciudadanos a qué religión pertenecen.
El Consejo sobre Relaciones Estadounidenses Islámicas (CAIR, por sus siglas en inglés), otro de los auspiciantes de la encuesta, estimó que los musulmanes en este país suman entre seis y siete millones, más o menos la misma cantidad que los miembros de la comunidad judía.
El Centro de Investigaciones Pew, por otro lado, estimó el año pasado el número total de musulmanes estadounidenses en 2,75 millones, de los cuales un millón son niños y niñas y por tanto inhabilitados para votar.
Concluyó además que más de 60 por ciento de los estadounidenses que abrazaban la religión islámica eran inmigrantes, y de estos, más de 70 por ciento ciudadanos legales.
La mayoría de los musulmanes nativos tienen ascendencia africana, y junto a los árabes, los iraníes y los sudasiáticos representan alrededor de 80 por ciento de la población mahometana de Estados Unidos.
El CAIR estima que el número total de musulmanes registrados para votar es de al menos un millón. Ohio, según los cálculos de esa institución, tiene unos 50.000 seguidores del Islam habilitados para sufragar, Virginia unos 60.000 y Florida entre 70.000 y 80.000.
Históricamente, los musulmanes estadounidenses se han dividido en partes iguales en su comportamiento electoral. Sin embargo, en las elecciones de 2000, 72 por ciento votaron por quien a la postre fue presidente, George W. Bush (2001-2009), sobre todo porque durante su campaña mantuvo largos contactos con organizaciones islámicas.
Además, en un debate clave con su rival de entonces, el exvicepresidente Al Gore, Bush se expresó en contra de usar evidencia secreta en audiencias de deportación y rechazó que se emplearan criterios raciales en la elaboración de los perfiles policiales.
Cuatro organizaciones islámicas apoyaron su candidatura.
Pero, desilusionados por la dura respuesta tras los atentados terroristas del 11 de septiembre de 2001 en Nueva York y Washington, que incluyó la detención de cientos de seguidores del Islam, la aprobación de la severa Ley Patriota y la guerra con Iraq, los musulmanes abandonaron a Bush.
En las elecciones de 2004, 93 por ciento de los mahometanos votaron por el entonces candidato demócrata, John Kerry, cinco por ciento por el independiente Ralph Nader y apenas uno por ciento por Bush, según encuestas del momento.
El giro hacia el Partido Demócrata continuó en 2008, cuando casi 90 por ciento de los votantes musulmanes sufragaron por Obama, y solo dos por ciento por su rival republicano de entonces, el senador John McCain.
Sin embargo, no está claro si Obama será capaz de retener ese apoyo, según el director ejecutivo del CAIR, Nihad Awad, quien dijo que los musulmanes estaban en parte decepcionados con el presidente por no haber cumplido plenamente algunas de sus promesas de campaña.
Por ejemplo, eliminar algunas de las disposiciones de la Ley Patriota y cerrar la prisión en la base militar de Guantánamo, Cuba.
Además, como el público en general, los musulmanes también están decepcionados por el desempeño del mandatario en temas como economía y empleo.
Asimismo, el uso de aviones no tripulados para atacar a supuestos miembros de la red radical Al Qaeda en Pakistán "no cae bien en la comunidad" islámica, dijo el presidente del comité de asuntos públicos de la Sociedad Musulmana Estadounidense, Oussama Jammal.
Mientras, revelaciones de una "vigilancia sin precedentes" a las mezquitas del país y el uso de agentes provocadores por parte del Buró Federal de Investigaciones (FBI) también dañaron la confianza de la comunidad mahometana en Obama, dijo Baig.
La encuesta realizada este mes también concluyó que 91 por ciento de los consultados tenían pensado votar en los próximos comicios. En las últimas elecciones, de 2008, solo 57 por ciento de los musulmanes registrados acudieron a las urnas.
* El blog de Jim Lobe sobre política exterior puede leerse en: http://www.lobelog.com.