MALAWI: Agonía del lago Chilwa da pie a migraciones

Pescadores y agricultores que viven en torno al lago Chilwa, la segunda mayor fuente hídrica de Malawi, se trasladan en masa y buscan desesperadamente lugar en las costas, pues el agua ha descendido peligrosamente.

Sosten Chiotha, del Programa para la Adaptación al Cambio Climático de la Cuenca del Lago Chilwa, dijo que este se puede secar completamente el año próximo si se prolonga la falta de lluvias en la zona.

El lago ya se había secado por completo en 1995, luego de una sequía, cuando las precipitaciones fueron de entre 775 y 748 mililitros durante dos años consecutivos.

Según el Servicio Meteorológico de Malawi, las precipitaciones en el área del Chilwa fueron inferiores a 1.000 milímetros en los últimos dos años. En 2011 y 2012, las lluvias llegaron a 1.048 y 655 milímetros respectivamente, indicó Chiotha.

Esto no es suficiente para mantener al lago.

"En marzo parecía que la situación no era tan mala, pero gradualmente los niveles comenzaron a caer, sobre todo en las playas de Mposa y Namanja", dijo Chiotha a IPS.

La población de esas playas ya comenzó a reubicarse en las de Swangoma, Chisi y Kachulu en busca de mejores lugares para pescar y tierra cultivable, indicó el experto. Sin embargo, no pudo especificar cuántas personas se habían trasladado hasta ahora.

Chiotha, también director regional del centro de estudios ambientales y de desarrollo Liderazgo en Ambiente y Desarrollo en África Austral y Oriental, alertó que la situación se puede agravar si el lago sigue secándose.

El movimiento de personas "también está causando congestión y potenciales conflictos", añadió.

Más de 1,5 millones de habitantes de los sureños distritos de Machinga, Phalombe y Zomba se benefician del lago, de 60 kilómetros de largo por 40 de ancho. La actividad en la zona genera unos 21 millones de dólares al año.

De esos, 18,7 millones son aportados por la pesca, y el resto por la agricultura, la caza de aves y el uso de pastizales, otra vegetación y arena para producir materiales de construcción, informó el Programa.

Unas 17.000 toneladas de pescado (20 por ciento de toda la pesca de esta nación de África austral) provienen del lago.

Godwin Mussa, de 41 años y quien ha residido toda su vida en la playa Namanja, se vio obligado a mudarse a la de Chisi en julio para procurar mejores lugares donde pescar.

"La pesca se ha hecho cada vez más difícil, ya que el agua se aleja de la playa. Me acabo de mudar a Chisi para poder mantener a mi esposa y a mis seis hijos", dijo Mussa a IPS.

El pescador indicó que ahora solo captura un promedio de 100 peces por semana, contra 600 el año pasado.

"La pesca es mi único sustento, y es solo por eso que quería trasladarme. Simplemente espero que tengamos buenas lluvias este año, así podemos volver a casa. Los pescadores aquí nos ven con recelo porque vinimos a su territorio. Estamos buscando desesperadamente lugares donde pescar", dijo Mussa.

Pero los agricultores también atraviesan una situación similar.

Debra Chalichi, del distrito de Phalombe, ha practicado la agricultura de riego en la cuenca del lago desde 2007. Pero este año tuvo que esperar las lluvias para poder irrigar sus cultivos.

"Desde el año pasado, el lago se ha ido alejando de donde se encuentra mi huerto. Ya no puedo canalizar el agua para irrigar, pues esta sigue retrocediendo", explicó a IPS.

Dijo que solía cosechar arroz dos veces al año, pero solo pudo una vez en lo que va de 2012.

"El cultivo de arroz ha sido mi sustento, y ahora soy más pobre. Solía concretar ventas por 2.000 dólares, pero este año solo he podido por 800", dijo Chalichi.

El arroz es el segundo alimento básico de Malawi, detrás del maíz. Cincuenta por ciento de las estimadas 100.000 toneladas de arroz cosechadas en este país provienen de las marismas del Chilwa, según estadísticas del Ministerio de Agricultura.

No hay estimaciones disponibles sobre la producción arrocera este año.

Chiotha dijo a IPS que las bajas precipitaciones están afectando el sustento y la alimentación de los que habitan en torno al lago.

John Kabango, de 51 años y originario del distrito de Zomba, pesca en el lago Chilwa desde 1981.

Señaló que, en 2005, la última vez que el nivel del lago se redujo, tuvo que trasladarse a la capital comercial del país, Blantyre. Allí trabajaba por la noche como guardia de seguridad en una fábrica, hasta que la situación mejoró y pudo regresar a su casa.

"Nunca me gustó el trabajo en Blantyre. Me crié como un pescador, y ese el trabajo al que estoy acostumbrado. Nunca logré hacer mucho dinero como guardia, de todas formas, y no quiero volver a esa vida", dijo a IPS.

Añadió que ganaba más de 800 dólares a la semana con la pesca, pero como guardia solo le pagaban 100 dólares semanales. "Era muy difícil mantener a mi familia cuando era guardia", dijo este padre de seis hijos.

Pero su captura ha estado cayendo drásticamente desde 2011, cuando el lago comenzó a secarse nuevamente.

"Solía atrapar 500 peces por noche, pero tengo si suerte si capturo 150 ahora. No hago tanto dinero y no sé si podré mantener a mi familia si el lago se seca", dijo a IPS.

Kabango se unió a una iniciativa comunitaria auspiciada por el Programa para implementar medidas de adaptación y ayudar a los residentes a afrontar la falta de lluvias y la consecuente reducción del lago.

"Cavamos estanques alrededor del lago para permitir que los peces hallen resguardo y criarlos allí cuando el lago se seque", contó.

También señaló que los agricultores estaban adoptando métodos modernos de irrigación, y que comenzaron a usar bombas a pedal para extraer agua.

"Mi esposa cultiva y está ahora participando del proyecto de cosecha de agua, para que esta sea usada cuando el lago retroceda aun más", dijo Kabango.

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