En el marco de la XIX Conferencia Internacional sobre el Sida, miles de activistas reclaman poner fin a los acuerdos de libre comercio, que hacen inalcanzables los medicamentos.
Un creciente movimiento sostiene que tratados de libre comercio como la Asociación Transpacífica (TPP), que el gobierno de Barack Obama negocia desde hace tres años con 10 países asiáticos, contienen excesivas medidas de protección para las patentes farmacéuticas.
Como forma de protesta, organizaciones reunidas bajo el lema "We can end AIDS" ("Podemos terminar con el sida"), concluyeron una marcha hacia la Casa Blanca el martes 24 con una manifestación espectacular.
Los participantes reunieron símbolos de la lucha contra el VIH (virus de inmunodeficiencia humana), causante del sida (síndrome de inmunodeficiencia adquirida), como frascos de medicamentos y dinero atados con cintas rojas, y los lanzaron frente a la Casa Blanca.
Lorena Di Giano, de la Red Argentina de Personas Viviendo con VIH/sida (Redar), dijo en la concentración que los acuerdos de libre comercio "dificultarán el acceso a medicamentos asequibles".
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La activista también pertenece a la Red Internacional de Mujeres Viviendo con VIH (ICW).
Los fármacos funcionan, pero ¿a quién le pertenecen?
Los antirretrovirales ayudan a reducir la carga del VIH en el organismo, sin embargo solo una de cada dos personas portadoras del virus recibe tratamiento en el mundo. La relación es menor en caso de niños y niñas, y todavía más baja en el Sur en desarrollo.
La protección de patentes no ayuda a que los pacientes accedan a los medicamentos, lo que, según los activistas, frenaría la epidemia.
Las patentes de los fármacos importados por los países en desarrollo o de medianos ingresos podrían impedir la fabricación de medicamentos genéricos, lo que genera monopolios y eleva los precios.
Esta tendencia, según los activistas, excluirá y marginará a las personas seropositivas que no participen del pequeño mercado de consumidores de clase media y la elite de países de medianos ingresos, la población a la que apuntan cada vez más los laboratorios.
Podrían ser malas noticias para los pacientes de países de rápido crecimiento y de medianos ingresos, como India y Brasil, donde las compañías demandaron a los gobiernos para hacer respetar sus patentes e impedir a otros producir los fármacos vitales.
La situación es clara: las farmacéuticas demandan a los gobiernos para ejercer sus derechos exclusivos de propiedad intelectual sobre los nuevos antirretrovirales, escondiendo datos de ensayos clínicos, aun cuando se concentran en nuevos fármacos caros para las elites y la clase de medianos ingresos en expansión. Mientras, dejan que los marginados se arreglen como puedan, o incluso se mueran. Hay algunos acuerdos de libre comercio más flexibles para algunos países. En el marco de los Acuerdos sobre los Aspectos de los Derechos de Propiedad Intelectual relacionados con el Comercio, las excepciones vencen en 2016, por lo que los activistas reclaman su ampliación.
La importante caída del precio de los fármacos engañó a la gente dándole un falso sentimiento de seguridad, indicó Brook Baker, analista y asesor en materia de propiedad intelectual y acceso a medicamentos, de la organización Health GAP, con sede en Estados Unidos.
"Nos encaminamos hacia un futuro en que la protección de la propiedad intelectual será un obstáculo con sus monopolios de datos y de patentes", arguyó Baker, quien habló en un panel de la Conferencia Internacional sobre Sida.
"Los nuevos fármacos se fabrican bajo regímenes de propiedad intelectual cada vez más estrictos, y pueden ser dos, tres o hasta 10 veces más caros" que los genéricos, añadió.
Baker urgió a los gobiernos a aceptar las recomendaciones en materia de propiedad intelectual en un informe divulgado en julio por la independiente Comisión Global sobre VIH y Derecho, integrada por ex jefes de Estado y destacados expertos en derechos humanos y VIH.
La Comisión recomendó este año implementar una moratoria sobre la protección de patentes de fármacos en los Adpic.
"La epidemia de VIH expuso los graves problemas que surgen de la aplicación de los Adpic a los medicamentos y a otros productos farmacéuticos", señala el informe.
"Esto tiene consecuencias que exceden al VIH/sida, por ejemplo para las enfermedades no contagiosas que afectan a millones de personas en países de altos, medianos y bajos ingresos", añade.
Baker señaló que la necesidad de apuntar al vínculo entre el derecho de patente, el precio y la disponibilidad cobró especial urgencia en países de medianos ingresos como China, India, Brasil y Sudáfrica, que concentran 25 por ciento, u ocho millones, de personas con VIH/sida.
Las compañías farmacéuticas "están interesadas en venderle a las elites y a la creciente clase media", indicó Baker. "Si logras tener derecho de excluir a la competencia y poner precio a los medicamentos para una elite", la gente quedará marginada, añadió.
Tahir Amin, especialista en cuestiones de propiedad intelectual, remarcó que, mediante un proceso llamado de "perpetuación", muchas nuevas patentes solo registran pequeños cambios en componentes y logran ser aprobados como nuevos medicamentos.
"Me horroriza pensar que esto es innovación", apuntó.
Sarah Zaidi, de la Coalición Internacional de Preparación para el Tratamiento, con sede en Tailandia, señaló que la cantidad de acuerdos de libre comercio aumentó de ocho, en 2001, a 72, en 2012.
Las duras cláusulas en materia de propiedad intelectual muestran la fuerza de los dueños de patentes farmacéuticas, indicó Zaidi.
"Es realmente criminal cuando conoces la evidencia respecto del tratamiento y de la prevención y que el elemento que impide el acceso a los fármacos sean las patentes", añadió.
"Es una tragedia", remarcó.