SUDÁN DEL SUR: En riesgo de colapso económico

Las medidas de austeridad implementadas por Sudán del Sur para afrontar sus severos problemas económicos obligarán a las agencias humanitarias a intensificar sus esfuerzos para mantener con vida a los más pobres, advirtió la Organización de las Naciones Unidias (ONU).

Las entidades internacionales de asistencia serán fundamentales para que las familias sursudanesas sobrevivan a medida que empeore la crisis económico-financiera, dijo a IPS la coordinadora de la ONU para Asuntos Humanitarios en Sudán del Sur, Lise Grande.

La crisis se disparó con la decisión que a fines de enero tomó este país de cesar su producción petrolera, que representa 98 por ciento de sus ganancias, tras una disputa con Sudán en torno a los precios cobrados por usar sus oleoductos.

Inmediatamente después, las autoridades introdujeron medidas de austeridad. Entre ellas, recortar las inversiones, reducir a la mitad el gasto en las instituciones del gobierno, limitar los pedidos de préstamos a actividades de financiamiento que estimulen el crecimiento económico, como la construcción de infraestructura, e intensificar los esfuerzos impositivos.

El gobierno también pidió cuantiosos préstamos a bancos extranjeros a fin de aliviar la crisis financiera.
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Sin embargo, Grande dijo a IPS que, si el gobierno se queda sin dinero para brindar atención a la salud y educación, las comunidades se verán muy perjudicadas.

"A todos nos preocupa que la austeridad cale cada vez más hondo en los hogares. Serán las agencias humanitarias las que tendrán que intensificar sus operaciones y su apoyo para ayudar a esas familias a salir adelante", declaró.

Aunque economistas del Banco Mundial alertan que la economía de Sudán del Sur puede colapsar totalmente antes de fin de año, las autoridades nacionales insisten en que eso no es verdad.

"No vamos a colapsar, como le gustaría creer a alguna gente que no nos desea nada bueno. No tenemos planes de morir. Estamos aquí para quedarnos", dijo a IPS el ministro de Planificación Financiera y Económica, Kosti Manibe.

Sin embargo, el cese de la producción petrolera ha causado una severa escasez de divisas. A consecuencia, la moneda nacional se ha depreciado mucho frente al dólar.

Según las cotizaciones oficiales, un dólar equivale a 2,95 libras locales, pero en el mercado paralelo ha pasado a cinco libras, de las 3,5 que valía en enero.

En una entrevista anterior con IPS, Grande dijo que los precios de las materias primas básicas en las comunidades fronterizas aumentaron incluso 200 por ciento.

Como consecuencia, ahora el combustible es escaso y los precios aumentaron a unas 30 libras (seis dólares) por litro, tanto de diésel como de gasolina, en comparación con las seis libras previas a la crisis.

Además, la inflación trepó a 50,9 por ciento en marzo, del 21,3 que registraba en febrero, según la oficina de estadísticas de Sudán del Sur.

"Son tiempos difíciles. Eso es cierto, pero tenemos medidas para hacerles frente, y sobreviviremos (…), igual que lo hicimos durante los tiempos difíciles de la guerra", insistió Manibe. El país, que el 9 de julio del año pasado se independizó de Sudán, vivió en guerra civil entre 1983 y 2005.

En cambio, Spencer Kenyi, economista ambiental y asesor del Banco Mundial sobre el desarrollo del sector privado sursudanés, dijo que estaba mal que el gobierno usara la capacidad de su población para soportar penurias como una excusa para no abordar los actuales desafíos.

"La población sufrió durante la guerra. No tuvo opción. El gobierno tiene que diseñar políticas correctas para mejorar las vidas de las personas", sostuvo.

Él es uno de los muchos que han criticado la decisión del gobierno de cesar la producción petrolera, diciendo que fue tomada prematuramente sin ninguna consideración previa o preparación para las consecuencias que implicaría.

Mientras, el gobierno declaró que actualmente depende de sus reservas de ahorros que se acumularon en los últimos siete años. Aunque no reveló de cuánto dinero se trata, dijo que esos fondos durarían 18 meses.

"Si estas reservas se agotan, es obvio que la economía colapsará. Ya hay algunas señales que muestran que el sistema está empezando a colapsar. El hecho de que ya no haya combustible en las estaciones de servicio nos muestra que, a menos que hagamos algo drástico, la economía colapsará pronto. La falta de combustible afecta todos los aspectos de nuestras vidas", dijo Kenyi.

El ex ministro de Planificación Financiera y Económica, Arthur Akuein Chol, también criticó al gobierno por no buscar otras formas de generación de ingresos aparte del petróleo.

Según él, la campaña gubernamental lanzada en mayo para aumentar 300 por ciento la recaudación de impuestos no petroleros en los próximos seis meses no generará ingresos significativos.

Sin embargo, Manibe dijo que las recaudaciones estatales se cuatriplicaron en los últimos tres meses.

"Pero también gravaremos fuentes no tradicionales que no habíamos usado hasta ahora. Estas incluyen áreas que otrora fueron jurisdicción del gobierno de Sudán, y que ahora están en nuestras manos, como la emisión de licencias. Entre ellas, por ejemplo, las de las telecomunicaciones, las de concesiones de exploración y desarrollo petrolero, y las de la minería", explicó a IPS.

En mayo, el Banco Nacional de Qatar extendió a Sudán del Sur un préstamo de 100 millones de dólares para financiar la importación de bienes y servicios esenciales, incluidos combustibles, alimentos y medicinas. Se entiende que el gobierno también está en proceso de obtener otro préstamo por igual monto del Banco Stanbic, y otro, por 500 millones, de una fuente aun no revelada.

En abril, China accedió a prestar 8.000 millones de dólares que Sudán del Sur dijo usaría para financiar obras de infraestructura.

Los términos exactos de estos acuerdos no se han dado a conocer, pero se considera que su pago estará ligado a futuras ganancias petroleras.

Kenyi dijo que, en vez de pedir dinero prestado, las autoridades sursudanesas deberían haberse acercado a instituciones financieras multilaterales como el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional, así como a países donantes, con los que podría llegar a acuerdos bilaterales en este sentido.

Sin embargo, advirtió que la economía naciente de Sudán del Sur puede sufrir serias consecuencias si empieza a depender de préstamos tan al inicio de su vida democrática.

No debería usarse en lujos ningún dinero obtenido por esta vía, sostuvo. "Solo se lo debería utilizar para brindar servicios esenciales como atención médica a la población común, y para asumir tareas de desarrollo", dijo Kenyi.

Grande aseguró que la ONU hará todo lo que pueda para ayudar a los afectados por la inseguridad alimentaria.

"El Programa Mundial de Alimentos de la ONU brindará asistencia alimentaria a 2,7 millones de los 4,7 millones de personas que la necesitan este año", agregó.

Sin embargo, Kenyi enfatizó que las agencias humanitarias no podrán echarse al hombro toda la carga de atender a la población de Sudán del Sur.

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