Conocida como Isla de Naturaleza del Caribe, la escarpada y densa selva de Dominica suele tener una niebla que revela lo bajo que pueden descender las temperaturas en este país.
Pero en los últimos tiempos, esta isla ubicada entre los departamentos franceses de Martinique y Guadalupe, en las Antillas Menores, experimenta un calor sofocante con 31 grados, y hasta más en su capital. Las autoridades atribuyen el hecho al cambio climático y al recalentamiento global.
"Ese es probablemente uno de los efectos más obvios del cambio climático que experimentamos a diario", dijo a IPS el ministro de Ambiente, Kenneth Darroux.
"Quedaron atrás los días en que la gente pensaba que el cambio climático era un producto de la imaginación de unos pocos científicos locos", apuntó. "Comenzamos a sentir los efectos ahora, y la ciencia demuestra que estaba en lo cierto", añadió.
La isla registró un marcado cambio en las temperaturas estacionales y el ciclo de lluvias. Darroux señaló que el cambio climático ya le cuesta a Dominica millones de dólares al año en cultivos perdidos y en respuestas a los desastres.
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Los daños en América Latina y el Caribe ascenderán a 100.000 millones de dólares anuales hacia 2050 por la menor producción agrícola, el constante derretimiento de los glaciares, inundaciones, sequías y otros eventos vinculados a la mayor calidez del planeta, según un estudio a presentar en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Desarrollo Sostenible, conocida como Río+20, que se realizará del 20 al 22 de este mes en Río de Janeiro.
El aspecto positivo es que el costo de las inversiones para adaptarse a esos eventos es mucho menor, del orden de uno en 10 por daños físicos, indica la investigación elaborada por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) y el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF, por sus siglas en inglés).
Pero también señala que se necesitan grandes reducciones de emisiones de gases invernadero para evitar algunas de las consecuencias posiblemente catastróficas del cambio climático a largo plazo.
Aprovechando fondos
Los gobiernos deberán invertir otros 110.000 millones de dólares al año durante las próximas cuatro décadas para disminuir las emisiones de dióxido de carbono, uno de los más importantes gases de efecto invernadero, hasta niveles consistentes con los objetivos de estabilización del clima global, estima el informe.
Darroux dijo que Dominica pretende recibir algunos de los millones de dólares disponibles para ayudar a los países a lidiar con el cambio climático y sus efectos.
Cuando las autoridades se dieron cuenta del impacto devastador que el cambio climático puede tener sobre el ambiente y del gran volumen de fondos que habrá para mitigar la destrucción, avanzaron lentamente hacia la creación de un Ministerio de Ambiente, tras las elecciones generales de 2009, apuntó.
En diciembre de 2011, Darroux anunció que Dominica estaba en proceso de formular una Estrategia de desarrollo resistente al clima con pocas emisiones de dióxido de carbono que, luego explicó, adoptó un enfoque con dos caras.
"Mientras trabajamos para combatir los impactos del cambio climático, también buscamos incorporar proyectos que cubran todo el espectro del desarrollo nacional", indicó Darroux. "También sirve para atraer inversiones. Escuchamos sobre los miles de millones de dólares esquivos, por lo que ahora esa estrategia es una forma de aprovechar los fondos", añadió.
La estrategia incorpora múltiples documentos de políticas nacionales, identifica áreas prioritarias con más probabilidades de verse afectadas por el recalentamiento planetario, como la agricultura, la pesca, el ecoturismo y la energía verde, explicó.
"Nuestro territorio nos hace muy vulnerables", indicó Darroux, quien explicó que la infraestructura del país está ubicada en la línea costera. Además es muy propenso a la ocurrencia de deslizamientos de terreno.
Más víctima que responsable
América Latina y el Caribe son responsables de 11 por ciento de las emisiones contaminantes que causan el recalentamiento global.
Pero la región es particularmente vulnerable a las consecuencias del fenómeno dada su dependencia en los recursos naturales y la presencia de zonas sensibles como la cuenca del Amazonas, el bioma coralino del Caribe, los humedales costeros y los frágiles ecosistemas montañosos, señala el estudio.
Sus consecuencias se sentirán en la agricultura, la exposición a enfermedades tropicales y el cambio en el patrón de lluvias, entre otros. La pérdida de exportaciones agrícolas netas se estima que ascenderá a entre 30.000 millones y 52.000 millones de dólares en 2050.
El estudio señaló que el costo de la adaptación es una mera fracción del de las consecuencias físicas reales, que, según una estimación conservadora, es de 0,2 por ciento del producto interno bruto para la región.
Los esfuerzos de adaptación también ofrecerán significativos beneficios en materia de desarrollo, desde mejor agua a seguridad alimentaria, pasando por mejor calidad del aire hasta menor congestión vehicular, reduciendo así los costos netos.
La Unidad Coordinadora Ambiental viene haciendo todo lo posible para sensibilizar a la población sobre el cambio climático, dijo a IPS su director, Lloyd Pascal.
No se llegó a cada rincón de Dominica, pero sobre la base de los tres eventos climáticos severos que ocurrieron el año pasado, "estamos seguros de que cada vez son más las personas conscientes de las consecuencias del cambio climático que en 1995, cuando empezamos", dijo Pascal.