Activistas redoblan campaña contra rebeldes en Uganda

Activistas intensifican sus esfuerzos para mantener la atención internacional sobre los crímenes del Ejército de Resistencia del Señor (LRA, por sus siglas en inglés), grupo cristiano extremista que lucha contra el gobierno de Uganda.

El interés suscitado meses atrás por un vídeo que recorrió Internet, referido al líder de esa organización armada, Joseph Kony, no se tradujo en acciones concretas.

Por eso, ahora activistas realizan una gira por Estados Unidos para crear conciencia sobre los delitos del LRA.

Esta campaña tiene como principales voceros a Benoit Kinalegu, sacerdote católico congoleño y presidente de la Comisión Diocesana Dungu-Doruma para la Justicia y la Paz, y a la monja Angelique Namaika, quien lidera Mujeres Dinámicas por la Paz, organización dedicada a asistir a víctimas del LRA.

Ambos religiosos testificaron el 19 de este mes ante el Congreso legislativo de Estados Unidos sobre la brutalidad de ese grupo rebelde.
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"A causa del trauma, los refugiados y los niños sobrevivientes se niegan a volver a su casa mientras Joseph Kony esté ahí afuera en la selva y mientras la guerra no haya terminado", dijo Namaika a la Comisión de Derechos Humanos del Congreso. "Prefieren morirse de hambre antes que volver a sus hogares", añadió.

En 2004, la cadena británica BBC calculó en más de 100.000 los muertos a manos del LRA, que pretende establecer un Estado teocrático en Uganda. Aunque es difícil precisar los números, se estima que miles más habrían sido víctimas de los rebeldes desde entonces.

Activistas en África central y oriental usan todos los medios a su disposición para denunciar al LRA y reducir su influencia. Incluso emplean un sistema de radio de alta frecuencia para transmitir mensajes que instan a los soldados rebeldes a desertar.

Sin embargo, "el número de aparatos que tenemos no es suficiente para cubrir el área", dijo el sacerdote Kinalegu.

La monja Namaika ha tenido un rol destacado en la asistencia a mujeres, niñas y niños traumatizados por la guerra. "Hasta ahora no hemos visto a ninguna organización que atienda este tema", lamentó.

Otros activistas piden una mayor voluntad política. "Necesitamos una participación personal del presidente (estadounidense Barack) Obama", afirmó Paul Ronan, cofundador y director del grupo Resolve, que trabaja para poner fin a las atrocidades del LRA y promover la paz en África central.

En octubre de 2011, el gobierno de Obama desplegó alrededor de 100 agentes de sus fuerzas especiales en Uganda, Sudán del Sur, República Democrática del Congo y la República Centroafricana.

Las tropas estadounidenses desempeñaron básicamente un papel de asesoramiento a las ugandesas para perseguir a Kony y luchar contra el LRA.

Fue la primera vez desde 2003 que Estados Unidos se inmiscuyó en un conflicto africano. Ese año, el entonces presidente George W. Bush (2001-2009) envió un pequeño número de soldados, estimados entre 500 y 2.000, para intervenir en la Segunda Guerra Civil Liberiana.

La intervención del año pasado en Libia estuvo a cargo de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), en tanto que Estados Unidos solo participó disparando misiles Tomahawk desde el mar.

"Nuestros consejeros continuarán con sus esfuerzos para llevar a este loco ante la justicia y salvar vidas", dijo Obama en un discurso en el Museo Conmemorativo del Holocausto de Estados Unidos en abril.

"Es parte de nuestra estrategia regional poner fin al azote que significa el LRA y ayudar a realizar un futuro en el que ningún niño africano sea robado de su familia, ninguna niña sea violada y ningún niño se convierta en soldado", agregó.

La región ha experimentado algunos progresos, reconoció Ronan, gracias a dos factores que debilitaron el poder de Kony en el LRA.

El primero fue que ha perdido relativo contacto con sus altos mandos, y el segundo fue la detención en mayo de Caesar Achellam, comandante del LRA.

Según Ronan, los servicios de inteligencia sospechan que Kony se encontraría en Sudán del Sur.

De todas formas, las atrocidades del grupo rebelde no han generado la atención mundial que reclaman los activistas.

El documental "Kony 2012", producido por la organización Invisible Children en denuncia al LRA, fue visto más de 91 millones de veces desde marzo en el canal de vídeos YouTube. (O red social?)

Pero eso no se tradujo en alguna acción concreta a nivel internacional.

En abril fue publicada la secuela, "Kony 2012 Parte II: Más allá de la fama", aunque tuvo muchas menos visitas: 2,2 millones.

En un informe divulgado a mediados de este mes, el secretario general de la Organización de las Naciones Unidas, Ban Ki-moon, dijo que el mayor desafío en África central y oriental es brindar ayuda y protección a las víctimas.

Pero, "sin los recursos necesarios, la Unión Africana no podrá ejecutar plenamente esta importante tarea", lamentó.

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