Expertos creen que Bangladesh podría desempeñar un importante papel en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Desarrollo Sostenible (Río+20), que se realizará del 20 al 22 de junio en Brasil.
Este país de Asia meridional, uno de los más afectados por el cambio climático, tiene la voluntad necesaria para iniciar un diálogo para la acción, pero su gran desafío en la conferencia que se desarrollará en Río de Janeiro será hacer que los líderes de los países ricos reconozcan su potencial.
En conversaciones con IPS, políticos, funcionarios de gobierno, economistas y ambientalistas coincidieron en que Bangladesh podía tener una voz fuerte en la mesa de negociaciones de Río+20.
Cuando se realizó la primera Cumbre de la Tierra en 1992, este país apenas estaba comenzando a implementar ciertos programas para reducir la pobreza y la mortalidad materna e infantil.
También comenzó a tomar medidas para garantizar la seguridad alimentaria, cerrar la brecha de género en la enseñanza primaria y secundaria, incrementar la cobertura de inmunización para menores de cinco años, prepararse ante desastres, asegurar acceso a agua potable y llevar a cabo proyectos para alcanzar los Objetivos de Desarrollo de las Naciones Unidas para el Milenio (ODM).
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Hace 20 años, Bangladesh no estaba lo suficientemente maduro política ni económicamente para fijar la agenda en la conferencia internacional. Pero ahora, luego de dos años de liderazgo entre los países menos adelantados (PMA), presenta un paso más firme.
"A pesar de ser uno de los PMA, Bangladesh aún se encuentra en buena posición para alcanzar algunos de los ODM", aseguró a IPS el ministro de Estado para Ambiente y Bosques bangladesí, Hasan Mahmud.
Por su parte, el economista Abul Barakat, dijo a IPS: "Bangladesh debería adoptar un enfoque de diplomacia política y económica".
El experto señaló que, aunque los temas en la mesa de Río eran fundamentalmente económicos y ambientales, la solución pasa siempre por el ámbito político.
Barakat, quien ha escrito para numerosas publicaciones internacionales durante su carrera de profesor de 30 años, sostuvo que Bangladesh "podía emerger como el principal negociador de los PMA para exigir una compensación por los daños causados con las emisiones de carbono".
"De hecho, Bangladesh debería abandonar su estrategia de exigir tecnologías de mitigación y adaptación, y pasar a pedir directamente compensación (económica) a las naciones más ricas", añadió.
Fahmida Khatun, jefa de la unidad de investigación en este país del Centro para el Diálogo Político, dijo a IPS que "Río +20 es indudablemente una oportunidad para que Bangladesh obtenga beneficios financieros y tecnológicos".
En relación al cambio climático, "Bangladesh tiene el derecho de demandar una compensación por los grandes desastres, como las recurrentes inundaciones, el aumento del nivel del mar, la salinidad, la sequía y desastres naturales similares", agregó.
Khatun añadió que el gobierno bangladesí podía aprovechar la plataforma de Río para compartir sus experiencias con los ciclones Sidr, en 2007, y Aila, en 2009.
Recordó que, durante un ciclón previo en 1991, más de un millón de personas murieron.
Tras esa dura lección, Bangladesh tomó medidas efectivas para limitar a unos miles el número de fallecidos durante las posteriores tormentas Sidr y Aila, similares en intensidad, destacó la experta, algo que podría servir de modelo al mundo.
A Bangladesh además le dan legitimidad sus extraordinarios logros en reducción de la pobreza, el firme incremento en las remesas extranjeras y el crecimiento de las exportaciones de confecciones (por 17.000 millones de dólares en el último año financiero).
Todo esto, destacaron los expertos, fue alcanzado a pesar de una crisis política y un lento crecimiento económico.
Bangladesh es ahora un "hacedor", y no debe ser más considerado un simple "beneficiario" de las naciones ricas
"Todo desarrollo sostenible debe tener a la humanidad como centro, y necesitamos apoyo financiero, científico y tecnológico. Necesitamos una sólida asociación, pero lamentablemente nuestros socios no están dando lo que prometieron en el pasado", dijo a IPS el presidente de la Fundación Palli Karma-Sahayak, Qazi Kholiquzzaman Ahmad, quien liderará la delegación bangladesí en Río+20.
"De los 30.000 millones de dólares prometidos por las naciones ricas para países vulnerables ante el clima, poco más de 3.500 millones han sido entregados en dos años", dijo Ahmad. "Esta vez (en Río+20) no debemos perder la oportunidad de demandar lo que necesitamos".
En tanto, el director ejecutivo del Centro de Bangladesh para Estudios Avanzados, Atiq Rahman, dijo a IPS: "Por supuesto, tenemos que aprovechar oportunidades para la transición a la economía verde".
Río+20 podía ser la plataforma para que Bangladesh asuma un rol de liderazgo en otras conferencias internacionales donde se podrían realizar negociaciones más enfocadas y cara a cara, añadió.
En tanto, el coordinador residente de la ONU en Bangladesh, Neal Grant Walker, felicitó al país por su postura proactiva en el proceso preparatorio de la conferencia.
"Bangladesh pasa rápidamente de ser un PMA a uno de ingresos medios. No debe haber duda de que tiene mucho en juego en el resultado de la cumbre de Río", afirmó.