El presidente de Sudán, Omar al-Bashir, declaró que su vecino del sur solo entiende la lengua de las «armas y las balas» en el marco de denuncias de nuevas incursiones aéreas ordenadas por Jartum del otro lado de la frontera.
Las nuevas hostilidades siguieron a los 10 días de ocupación del disputado pueblo petrolero de Heglig por Sudán del Sur, lo que dejó un baño de sangre e infraestructura destruida.
El pueblo está ubicado en el fronterizo estado sudanés de Kordofán del Sur.
«No negociaremos con el gobierno del (Sudán del) Sur porque no entiende más que la lengua de las armas y las municiones», dijo Al Bashir a sus soldados en los barrancones cerca del yacimiento petrolero.
«Nuestras conversaciones fueron con armas y balas», añadió.
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El general Kamal Abdul Maruf, comandante del ejército sudanés que dirigió las operaciones en Heglig, afirmó que murieron 1.200 efectivos sursudaneses, pero Yuba lo niega.
Un corresponsal de la agencia de noticias francesa AFP que acompañó a Maruf dijo haber visto montones de cuerpos con el uniforme del ejército de Sudán del Sur desperdigados bajo los árboles.
Por su parte, el ejército de Sudán del Sur señaló que 19 de sus efectivos habían muerto, además de 240 soldados sudaneses.
«Tantos cuerpos»
Al comienzo de la ocupación, un soldado sursudanés en Bentiu, capital del estado sursudanés de Unidad, dijo que «hay tantos cuerpos en el frente, tantos muertos» que es imposible enterrarlos o repatriarlos.
A pesar del fin de la ocupación, el general Mac Paul, subdirector de inteligencia militar de Sudán del Sur, declaró este lunes 23 que dos aviones de combate sudaneses MiG 29 lanzaron tres bombas, dos de las cuales cayeron cerca de un puente que conecta Bentiu y Rubkona, también en Unidad.
«Es una grave escalada y una violación al territorio de Sudán del Sur. Es una clara provocación», señaló. «Estamos reorganizándonos porque creemos que el ejército sudanés hace lo mismo», añadió.
Sudán, por su parte, negó los ataques aéreos, que motivaron la rápida condena de Estados Unidos y Francia.
El ejército «niega todo tipo de bombardeos directos en Sudán del Sur», declaró una fuente de la cancillería de Sudán.
El gobernador del estado sursudanés de Unidad, Taban Deng, señaló que las bombas cayeron en un puente clave y en un mercado causando la muerte de por lo menos dos niños.
Las bombas motivaron una fuerte respuesta de los soldados sursudaneses en un intento por derribar los aviones de combate, según el corresponsal de AFP, ubicado a 50 metros de donde ocurrieron las explosiones.
En el mercado se incendiaron los puestos de venta generando grandes columnas de humo, mientras los civiles gritaban y corrían aterrorizados.
El gobernador de Unidad dijo que la violencia estalló debido al retiro de su país de Heglig.
«La comunidad internacional nos presionó para que nos fuéramos y este es el resultado, trajimos la guerra a casa», declaró Deng.
«Les dieron la orden de eliminarnos, nos llamaron insectos», apuntó, refiriéndose al discurso de Al Bashir.
Relatos contradictorios
Al Bashir y su ministro de Defensa, Abdelrahim Mohammad Hussein, ambos buscados por la Corte Penal Internacional por crímenes de guerra en la región sudanesa de Darfur, declararon el viernes 20 que el ejército de su país presidente de Sudán, Omar al-Bashir había expulsado a los soldados sursudaneses de Heglig.
El presidente de Sudán del Sur, Salva Kiir, ya había anunciado que sus fuerzas harían un «retiro ordenado». Su ejército dijo que la movilización terminó el domingo.
La organización estadounidense Satellite Sentinel Project informó el domingo 22 que las imágenes satelitales parecen mostrar que los combates en la zona de Heglig causaron importantes daños a la infraestructura petrolera.
Se ven graves daños, y en esa importante parte de la infraestructura que, probablemente, se interrumpa el flujo de petróleo en la zona, indicó.
Desde la calle principal de Heglig se ven vehículos destruidos de la compañía petrolera Greater Nile Petroleum Operating Company (GNPOC). El corresponsal de AFP constató graves daños en las instalaciones de la principal planta de procesamiento.
Un tanque de almacenamiento parece dañado por el fuego, al igual que ocho generadores que daban electricidad a la planta, además se filtraba petróleo que caía al suelo.
* Publicado en el marco de un acuerdo con la cadena de noticias Al Jazeera.