Kofi Annan, enviado de la ONU y de la Liga Árabe a Siria, celebró el apoyo de Irán a sus esfuerzos de paz y señaló que ese país podría ser «parte de la solución» a la crisis siria.
Annan habló ante la prensa en Teherán este miércoles 11, luego de reunirse con el ministro de Asuntos Exteriores iraní, Ali Akbar Salehi.
Irán apoya el plan de paz de Annan, que propone un cese del fuego a partir del jueves 12, pero también exige que se le dé tiempo al régimen de Bashar Al Assad para que implemente reformas democráticas.
Teherán es considerado un aliado regional clave del presidente sirio, quien es presionado cada vez más por la comunidad internacional para que detenga su represión al movimiento opositor. Los enfrentamientos han dejado miles de muertos.
Annan insistió en la urgencia de frenar las muertes y proveer de ayuda humanitaria, aun antes de que las partes se sienten a la mesa de negociaciones.
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«El proceso político debe ser liderado por Siria, y se deben respetar las aspiraciones del pueblo sirio», subrayó Annan. «Lo importante es que los gobiernos de la región y más allá trabajen con Siria para resolver la crisis».
«La posición geopolítica de Siria es tal que cualquier error de cálculo puede tener consecuencias inimaginables», alertó.
Annan dijo que el gobierno de Assad le aseguró que cumpliría el acuerdo de cese del fuego.
«Si todos lo respetan, creo que para las seis de la mañana del jueves veremos una mejor situación en el terreno», dijo esperanzado el exsecretario general de la ONU (Organización de las Naciones Unidas).
Consultado sobre los llamados de algunos países, como Arabia Saudita y Qatar, a armar a la oposición siria, Annan advirtió que una «mayor militarización sería desastrosa».
Mientras, Salehi ofreció el apoyo de Irán a los esfuerzos de Annan.
«Creemos que el pueblo de Siria se merece gozar los derechos que tienen otras naciones del mundo, como libertad para los partidos políticos, elecciones libres y una Constitución que refleje los anhelos de la nación», dijo el ministro iraní.
Pero «al mismo tiempo, anunciamos que nos oponemos a la interferencia en los asuntos (internos) de todos los países, incluso Siria. El gobierno de Bashar Al Assad prometió un cambio para atender las demandas del pueblo y se le debe dar la oportunidad» de hacerlo, agregó.
Plazo para el cese del fuego
El paz de plan de Annan, presentado el mes pasado, llama al gobierno de Siria a retirar sus tropas de las aldeas y poner fin al uso de armas pesadas. Según la iniciativa, tanto el ejército como los combatientes de la oposición deben respetar la tregua.
El canciller sirio, Walid al-Muallem, exigió el martes garantías a Annan de que los rebeldes cumplirían el cese del fuego.
«No les pediremos garantías a los grupos terroristas, que están matando, secuestrando y destruyendo infraestructura. Queremos que Annan nos dé esas garantías», dijo Muallem durante una visita a Moscú.
El régimen de Assad no retiró sus efectivos a las áreas urbanas, como indicaba el plazo fijado para el martes 10, y activistas denunciaron nuevos incidentes violentos este miércoles.
Los Comités Locales de Coordinación, grupo que organiza las movilizaciones contra Assad, informó que varios barrios de la central ciudad de Homs habían sido bombardeados.
Por su parte, el Observatorio Sirio por los Derechos Humanos, con sede en Gran Bretaña, indicó que «decenas de vehículos del ejército» fueron desplegados en la sureña ciudad de Maaraba en medio de intensos tiroteos.
En tanto, el portavoz de la coalición opositora Consejo Nacional Sirio, Basma Kodmani, dijo que si Assad no daba señales de respetar la tregua, el Consejo de Seguridad de la ONU debería presionarlo.
«Lo que nos gustaría ver es una decisión unánime de los miembros del Consejo de Seguridad que le dé un ultimátum al régimen», dijo Kodmani a la agencia de noticias Reuters.
Mientras, la secretaria de Estado (canciller) de Estados Unidos, Hillary Rodham Clinton, prevé reunirse en Washington con el ministro de Asuntos Exteriores de Rusia, Sergei Lavrov.
«Tendremos otra oportunidad para convencer a los rusos de que la situación se deteriora y de que la probabilidad de un conflicto regional y una guerra civil se incrementa», dijo el martes.
Las fuerzas de Assad mataron a más de 9.000 personas el año pasado, según una estimación de la ONU. Damasco, por su parte, señaló que los rebeldes habían asesinado a más de 2.500 soldados y funcionarios de seguridad.
* Publicado en acuerdo con Al Jazeera.