Con el anuncio del nuevo proyecto de desarrollo de energía geotérmica, Kenia se encamina a convertirse en el centro neurálgico de África oriental.
El gobierno keniata lanzó este mes el Proyecto de Desarrollo Geotérmico de Menengai, la primera iniciativa de su novel Compañía de Desarrollo Geotérmico, creada para acelerar el avance de esta fuente de energía.
Según su director ejecutivo, Silas Simiyu, se podrán generar 400 megavatios para 2016, cuando termine la primera etapa del proyecto, que alcanzarán para dar luz a 500.000 hogares y hacer funcionar 300.000 pequeños comercios.
La planta "ubicada a 180 kilómetros al noroeste de Nairobi podrá producir 1.600 megavatios de electricidad al término de la tercera fase, en 2030", precisó Simiyu.
Según Nashon Adero, analista económico y político del Instituto de Investigación de Políticas Públicas y Análisis de Kenia, la primera etapa del proyecto tendrá un impacto significativo para el país, que apunta a la industrialización.
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"Actualmente, Kenia consume 1.600 megavatios", indicó Adero.
"El aumento de 400 megavatios representa, por lo tanto, un incremento de 25 por ciento. Kenia se volverá un gigante económico en la región gracias a otros proyectos ambiciosos en materia de energía verde, como la iniciativa eólica del lago Turkana que generará otros 300 megavatios", sostuvo.
Las obras en el lago Turkana comenzarán en junio y al terminar dejarán la granja eólica más grande de África subsahariana.
Kenia suele ser vista como el centro financiero, de comunicaciones y de transporte de África oriental y central. Su producto interno bruto (PIB) aumentó de cuatro a cinco por ciento en los últimos 10 años.
"El PIB de Kenia es el más grande en la región gracias a su poderoso sector agrícola, en especial la producción de té y café, y a la floricultura", indicó Ezekiel Esipisu, director de operaciones para África oriental y Medio Oriente de Hábitat para la Humanidad (http://www.habitat.org/lac/).
"Eso sumado a las inversiones en la Bolsa de Valores de Nairobi y en la industria fabril llevó al país a convertirse en una de las principales economías de África", añadió.
Esipisu dijo a IPS que las inversiones en el sector energético van a impulsar aún más el desarrollo económico.
"Los vecinos de Kenia tienen problemas energéticos. La hoja de ruta de este país para mejorar la producción eléctrica promoverá el desarrollo. Lo veremos acercarse a la industrialización, se volverá un verdadero gigante económico en la región", opinó.
Alrededor de 60 por ciento de la electricidad procede de centrales hidroeléctricas. Pero el suministro es inestable, pues Kenia sufre sequías permanentes y lluvias irregulares. Además, los cortes de energía han obstaculizado el crecimiento.
En julio y agosto de 2011, las autoridades se vieron obligadas a racionalizar la energía por el bajo nivel de agua en la represa más grande. Entonces se generaban 1.200 megavatios, pero la demanda aumenta ocho por ciento al año, según el Ministerio de Energía.
Los cortes de electricidad de 2011 le costaron a este país 96 millones de dólares, aunque la peor época de racionalización, entre 1999 y 2001, hizo que se perdiera cuatro por ciento del PIB, unos 400 millones de dólares.
"La generación de energía hidroeléctrica solo depende de las condiciones climáticas", indicó John Omenge, jefe de geólogos del Ministerio de Energía. "Cuando hay sequía, los niveles de agua bajan y se reduce la generación de electricidad", apuntó.
"La energía geotérmica es, por tanto, la solución. Es uno de los métodos más confiables para producir energía eléctrica porque no sufre por calamidades ambientales como las sequías", explicó.
En lugares con actividad tectónica como la región del valle del Rift, se inyecta agua en un pozo, luego se filtra en las grietas de rocas volcánicas ardientes. El vapor presurizado resultante hace funcionar las turbinas que generan electricidad.
Kenia es el primer país africano en adoptar la energía geotérmica y ya genera 209 megavatios de electricidad con el Proyecto Geotérmico de Olkaria, un complejo volcánico ubicado en la provincia del Valle del Rift y operado por la Compañía de Generación Eléctrica de Kenia.
El Proyecto de Menengai es solo una pequeña parte de "Visión 2030", una iniciativa de desarrollo que apunta a transformar a Kenia en un país industrializado de ingreso medio para ese año gracias a la generación de 5.000 megavatios de electricidad a partir de los recursos geotérmicos disponibles en varios puntos del país.
"El suministro eléctrico es clave para cualquier tipo de desarrollo", remarcó Gabriel Negatu, director del Centro de Recursos de África oriental, del Banco Africano de Desarrollo. Esta institución aportó los fondos para la primera etapa de las operaciones en Menengai.
"Ese proyecto es crucial para este país, pues Kenia se transforma en el motor del continente. Las perspectivas en este sentido son tan grandes que la oficina regional del Banco Africano de Desarrollo está en Nairobi. Otras organizaciones siguen sus pasos, convirtiendo a esta ciudad en un centro económico regional", añadió.