Fondo Mundial contra el sida capea el temporal

Después de un año muy difícil, el Fondo Mundial de Lucha contra el Sida, la Tuberculosis y la Malaria «no está en crisis», aseguró la subdirectora ejecutiva, Debrework Zewdie.

En una mesa redonda organizada por el estadounidense grupo de estudio independiente Council on Foreign Relations, Zewdie señaló que el Fondo Mundial volvió a recibir compromisos sustanciales de donantes bilaterales, tras capear un fuerte temporal el año pasado por las dificultades económicas que afrontan los países ricos

La funcionaria anunció las nuevas o renovadas promesas de financiación para varios años de Alemania, España, Gran Bretaña y Japón, en el encuentro del miércoles 25, convocado al día siguiente de informar de la situación a la Junta Directiva. El donante más importante, Estados Unidos, mantuvo su respaldo a pesar de las dificultades de 2011.

"Zewdie dio un mensaje claro respecto de que la transformación del Fondo Mundial está en proceso y puso énfasis en una gestión impecable de los recursos", valoró Mark Isaac, presidente interino de Amigos de la Lucha Mundial contra el Sida (síndrome de inmunodeficiencia adquirida), la Tuberculosis y la Malaria.

"También señaló la importancia del actual liderazgo de Estados Unidos para asegurar el apoyo de otras naciones y llegar con servicios vitales a las personas más necesitadas del mundo", dijo a IPS.
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El Fondo Mundial comenzó a funcionar en 2002 con el objetivo de trabajar de una forma diferente a la de otros contribuyentes multilaterales. Iba a ser una organización simple con un mandato sencillo: diseminar fondos para tratar y prevenir el sida, causado por el virus de inmunodeficiencia humana (VIH), la tuberculosis y la malaria o paludismo.

La organización atrajo rápidamente a algunos de los mayores filántropos del mundo y celebridades. El año pasado, los proyectos aprobados ascendieron a 23.000 millones de dólares. En la actualidad opera en 150 países, con un interés especial en África subsahariana.

Además, las actividades del Fondo Mundial aumentaron, pues alrededor de 80 por ciento de los recursos fueron entregados en los últimos cinco años.

Se convirtió así en la mayor organización que aporta recursos económicos a la lucha contra las tres enfermedades que están dentro de su competencia.

Pero en ese crecimiento exponencial, el Fondo Mundial se convirtió en un gigante complejo. Cuando se creó se pensó como algo simple", indicó Zewdie. "Pero no hay nada de eso ahora", reconoció.

En enero de 2011, la agencia de noticias Associated Press, informó en base a datos de la oficina del Inspector General del propio Fondo Mundial que la organización había perdido decenas de millones de dólares por mala gestión y corrupción. Dos tercios del dinero de algunos proyectos se habrían desviado como resultado de varios tipos de fraude.

Le siguieron más denuncias de mala gestión, lo cual llevó a la Comisión Europea, órgano ejecutivo de la Unión Europea, y a varios países de la región a anunciar que retendrían casi 450 millones de dólares hasta que no hubiera una investigación.

Los resultados de esa situación no tardaron en hacerse visibles, y lo peor ocurrió en noviembre. Entonces, debido a que unos 2.200 millones de dólares no se habían materializado, la Junta Directiva del Fondo Mundial anunció que cancelaría la próxima ronda de entrega de dinero.

Siguieron varias advertencias desde distintos ámbitos sobre los peligros que corrían los grandes avances logrados por la organización en los últimos años.

Los comentarios de Zewdie coincidieron con el Día Mundial del Paludismo, celebrado el miércoles 25, cuyo lema para este año fue: "Sustain Gains, Save Lives: Invest in Malaria" (Preserva los logros, salva vidas: invierte en la lucha contra el paludismo).

El Fondo Mundial fue categórico respecto de que la estructura de sus programas a varios años hizo que los servicios en el terreno no sufrieran los impactos negativos por la falta de fluidez de fondos, pese al riesgo que corrió el futuro de la organización a mediano plazo.

De hecho, un informe financiado, en parte, por la Clinton Health Access Initiative señala que 91 por ciento de los casos de paludismo que resurgieron en las últimas ocho décadas se debieron a la debilidad de los programas de control, lo que es habitual cuando se recortan fondos.

El cambio de actitud de los donantes obedeció, al menos en parte, a los planes de reestructura implementados por el Fondo Mundial, que diseña un programa doble para atender la complejidad de la organización y la mala gestión.

Zewdie señaló que, pese a que los recursos del Fondo Mundial solían dividirse de forma equitativa entre los costos administrativos y programáticos, una revisión acelerada de 60 días hizo que se redujeran los primeros a un cuarto del total.

Además, la agencia cambió el foco de lo que considera áreas de "alto impacto" tras darse cuenta de que los recursos no iban solo a los países que más los necesitaban. También se reducirá la cantidad de personas que trabajan en la organización de las 600 que tenía.

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