Decenas de miles de niñas y niños nacidos durante la guerra civil de ocho años en Costa de Marfil no tienen certificado de nacimiento, por lo cual suministrarles el documento de identidad es uno de los tantos desafíos que deben afrontar las autoridades.
Muchas familias se toman a la ligera el registro de bebés. Así, la falta de datos es un grave problema en el centro, norte y oeste de Costa de Marfil, donde el Estado estuvo ausente entre 2002 y 2010.
A medida que los niños avanzaron en la escuela aparecieron los problemas.
Marcellin Kodjané, de 13 años, pensó que no podría continuar con sus estudios. Durante dos años fue a la escuela de Yopougon-Kouté, en el noroeste de Abiyán, sin poder dar los exámenes para proseguir sus estudios secundarios.
"No tenía certificado de nacimiento. Mis padres no eran ignorantes, pero nací en una aldea de la región de Mankono (en el norte del país y bajo control rebelde) y fue imposible registrarme", relató.
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"Igual pude ir a la escuela y aprender, pese a no tener documentos. Pero son necesarios para los exámenes. El año pasado y el anterior, vi cómo mis compañeros daban los suyos", recordó.
"Éramos seis en la clase en la misma situación. Por fin, este año, nuestros maestros nos dijeron que se había decidido que diéramos los exámenes, pero dos de los que no tenían papeles ya habían abandonado", añadió.
El Ministerio de Educación informó que más de 70.000 estudiantes registrados para el año lectivo 2011-2012 no tienen documentos en regla y no podrán obtener su constancia de la escuela primaria completa sin el certificado de nacimiento.
"A fines de este año, mi hijo mayor dará los exámenes para obtener el diploma de enseñanza primaria completa, pero no tiene partida de nacimiento", relató Bernard Kapey, un maestro retirado del occidental condado de Touleupleu.
"Durante la ocupación del oeste por los rebeldes, no hubo administración pública y durante años no pudimos solicitar ningún tipo de documento", añadió.
Kapeu deberá viajar 600 kilómetros para volver a Abiyán, capital económica del país, para tratar de obtener un certificado de nacimiento para sus tres hijos, de 10, siete y cinco años.
Estando en Abiyán aprovechará a cobrar su jubilación, otra de las señales de la normalización de las funciones de la administración pública. Cuando regrese a Touleupleu, se dirigirá a la sede de distrito para que le emitan un registro de estado civil para sus hijos. El costo promedio que estima es de 500 francos CFA (equivalente a un dólar) cada uno.
Armand Kangah, de 48 años, dejó sus cultivos de ananás en el poblado de Maféré, 150 kilómetros al este de Abiyán, para tramitar la partida de nacimiento de su hija de cinco años, quien está en segundo año de escuela.
El ayuntamiento recibió una oleada de solicitudes para emitir certificados de nacimiento sustitutos. Más de uno de cada 10 niños y niñas de los 11.000 de Maféré no tienen documentos en regla, según el Ministerio de Educación.
"Me dijeron que no demoraría mucho. Me tranquiliza que sea gratuito, pero reconozco que no actué con responsabilidad", dijo Kanagah a IPS mientras esperaba que lo atendieran.
Por una u otra razón, muchos padres no tramitaron los documentos de estado civil de sus hijos.
El consejo de administración de educación de la localidad de Man, en el oeste, señaló que 30.000 de los 160.000 estudiantes carecen de documentos vitales, incluidos 5.000 que tomarán exámenes este año.
En Ferkessedougou, en el norte del país, más de 3.000, de los 8.000 estudiantes, no tienen certificado de nacimiento.
En respuesta a los reclamos de organizaciones de defensa de los derechos de la infancia, el presidente marfileño, Alassane Ouattara, declaró a principios de febrero que los niños nacidos entre septiembre de 2002 y 2010, así como durante la crisis electoral de 2010-2011, podrán solicitar su certificado de nacimiento de forma gratuita.
"En colaboración con la justicia y los departamentos municipales importantes pudimos facilitar la emisión de certificados de nacimiento en una operación realizada en la comuna de Abobo, en el norte de Abiyán", indicó Yama Ngou, presidente de la Asociación para la Promoción del Derecho a la Educación, con sede en esta ciudad.
"El principal problema es que algunos padres no están bien informados y tenemos que llegar hasta ellos", apuntó.
"En el centro, norte y oeste del país, los niños no fueron registrados por la ausencia del Estado, pero en el sur, simplemente, muchas familias se dejan estar como si no fuera importante", indicó Martine Akadia, inspectora de la enseñanza primaria en Abiyán.
A pesar del anuncio de que no se cobrará por la emisión de documentos, muchos padres siguen dejándose estar con el asunto, señaló Ngou.
"Aplaudimos las diversas iniciativas que trabajan para informar a los padres. Algunos comienzan a comprender la necesidad de contar con un certificado de nacimiento. Seguiremos subrayando la importancia de esto, casa por casa, para alcanzar nuestro objetivo de que no haya ningún niño sin documentos", añadió.
La existencia de documentos adecuados no es el único desafío que debe afrontar el sistema educativo del país un año después del fin de la crisis postelectoral.
El Ministerio de Educación reconoció que faltan unos 3.000 maestros. Además, la carencia de salones de clase y de escritorios hace que en muchos lugares más de 40 estudiantes estén hacinados en aulas previstas para 25.
Sin embargo, en el oeste del país, donde hubo un flujo masivo de personas hacia Liberia, muchas escuelas debieron cerrar por falta de alumnos y ahora están abandonados en los arbustos.