Muchos más votantes en Estados Unidos se identifican como independientes que como simpatizantes del gobernante Partido Demócrata o del opositor Partido Republicano, según un nuevo libro.
En su obra "Apartisan American" ("Estadounidense apartidista"), Russell Dalton, profesor de ciencias políticas en la Universidad de California, revisa las tendencias de varias encuestas, como las de la consultora Estudios Electorales Nacionales Estadounidenses.
En ellas se revela que el porcentaje de ciudadanos autodefinidos como independientes casi se duplicó, al pasar de 23 por ciento en 1952 a 40 por ciento en 2008.
La mayor parte de este aumento se debería a que muchos demócratas habrían pasado a definirse como independientes.
"En el pasado, los independientes solían (atraer) a personas en los márgenes de la política, menos educados, menos interesados, que no votaban, personas en la periferia", dijo Dalton a IPS.
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"Lo que provocó el cambio de 20 por ciento a 40 por ciento es el aumento de la población joven, con estudios, políticamente involucrada, que se ha alejado de los partidos políticos. No votarán por lealtad, sino por asuntos (que les preocupan). Esto ha aportado efervescencia a la campaña presidencial", dijo.
"La imprevisibilidad de las elecciones y la disposición de la población a cambiar de partido han aumentado", dijo Dalton.
Esta tendencia no está circunscrita a Estados Unidos, sino que se percibe en todas las grandes democracias donde hay amplia información sobre encuestas, aun en países donde es más fácil que partidos pequeños logren representación legislativa.
Dalton indicó que, por ejemplo, el crecimiento del Partido Pirata de Alemania y de su par de Suecia, que promueven una reforma de las leyes de propiedad intelectual, es una evidencia de que las nuevas generaciones se distancian de una lealtad acrítica a las fuerzas políticas tradicionales.
De hecho, existe un gran número de partidos políticos pequeños en Estados Unidos, además del Demócrata y el Republicano, aunque no todos tienen plena presencia en las papeletas electorales.
Cada estado posee sus propias disposiciones para que un partido pueda competir en las urnas. Se las conoce como las reglas de "acceso a la papeleta" (ballot access), y algunas de ellas son muy complejas.
El Partido Verde ya está en proceso de elegir a su candidato presidencial. Algunos nombres que maneja son Roseanne Barr, Kent Mesplay y Jill Stein. Barr es una actriz reconocida en este país por su programa de televisión "Roseanne", que presentaba una imagen nada idealista de una familia de clase media en los años 90.
Sin embargo, Barr ingresó a la carrera tarde, no tiene una campaña organizada y no ha logrado un amplio acceso a la papeleta a nivel nacional, como Mesplay o Stein. Este último se perfila como el favorito para la candidatura del Partido Verde. Ya ganó las primarias en Illinois (centro), Maine (noreste), Minnesota (norte) y Ohio (este).
Como el Partido Verde no ha podido acceder a las papeletas electorales de todos los estados, algunas de sus primarias son realizadas por otros medios.
"Illinois tuvo elecciones primarias por Internet. Ohio celebró un encuentro estadual. Maine realiza reuniones en varias partes del estado", dijo a IPS el portavoz nacional del Partido Verde, Scott McLarty.
Esa fuerza política ya está presente en las papeletas de unos 20 estados. Sus ingresos más recientes a los padrones electorales se produjeron en Arkansas y Tennessee (sureste), destacó McLarty.
"Nuestra meta es tener candidatos en por lo menos 46 (de las 50) papeletas estaduales", dijo.
Mientras tanto, aunque el Partido Demócrata sigue moviéndose al centro (en algunos países se consideraría a la centroderecha), las diferencias entre verdes y demócratas siguen creciendo.
"Lo más dramático es que el Partido Demócrata es adicto al dinero corporativo, a las donaciones de los comités de acción política corporativos", dijo McLarty.
"El Partido Verde está en contra de la guerra en general. Nos opusimos mucho a la invasión de Iraq y Afganistán, y por lo general criticamos a los demócratas por ayudar a (George W.) Bush a llevar a Estados Unidos a esas guerras", añadió.
"La administración de (Barack) Obama abrazó la idea del carbón limpio y está a favor de la perforación petrolera mar adentro. El Partido Verde se opone a ambas cosas", indicó.
Aunque el progreso es lento, el Partido Verde ha tenido algunos logros políticos en los últimos años.
En Richmond, California (oeste), fue elegida una alcaldesa verde, Gayle McLaughlin. Tres por ciento de los votantes de Maine se registraron como verdes, y en el Distrito de Columbia el Verde es el segundo partido más grande.
El papel de los candidatos independientes y de partidos menores se hace cada vez más importante de cara a las elecciones presidenciales del 6 de noviembre. Por ejemplo, analistas siguen especulando en cuanto a si el precandidato republicano Ron Paul se terminará postulando como independiente.
Aunque oficialmente es republicano, su ideología se emparenta con el Partido Libertario, del que fue líder. Paul se opone a las intervenciones militares estadounidenses en el exterior, así como a la llamada "guerra contra las drogas", pero a la vez quiere poner fin a la mayoría de los programas de bienestar social e incluso acabar con varias agencias federales.
Paul negó interés en postularse como independiente y ya es demasiado tarde para que se inscriba como tal en varios padrones estatales, pero la puerta está entreabierta.
Mientras, un misterioso grupo político con un importante poder financiero llamado Americans Elect ("Los estadounidenses eligen") trabaja para acceder a las papeletas de los 50 estados, y ha invertido 10 millones de dólares en su campaña.
"Es un grupo de republicanos liberales que no acatarán al Partido Republicano", dijo a IPS el analista Richard Winger, editor del Ballot Access News.
"Creo que la gente teme que el Partido Republicano postule a alguien inadecuado. Quieren a alguien de calidad, equilibrado e inteligente en la carrera contra Obama", señaló Winger.
Mientras, el Partido Libertario podría estar presente en las papeletas de los 50 estados y su candidato sería Gary Johnson, exgobernador de Nuevo México (sur), en tanto que el Partido Constitución estaría presente en 40 estados y tendría como postulante al excongresista Virgil Goode, pronosticó Winger.