Jamaica emprende cruzada climática

Escolares plantando manglares. Crédito: Cortesía de la Fundación de Gestión de Áreas Costeras del Caribe
Escolares plantando manglares. Crédito: Cortesía de la Fundación de Gestión de Áreas Costeras del Caribe

Las condiciones meteorológicas cada vez más irregulares y extremas, con graves consecuencias para la población, la economía y la infraestructura de Jamaica, hicieron coincidir a científicos y autoridades en que la adaptación debe apuntar a mitigar los riesgos.

Pese a una variedad de proyectos con ese fin, no hay una unidad coordinadora. Pero en el marco de la Segunda Comunicación Nacional sobre Cambio Climático, que está obligado a presentar cada estado parte de la convención de las Naciones Unidas, varios organismos ahora colaboran para forjar soluciones sostenibles y reconocen la importancia de la participación de las comunidades locales.

La directora ejecutiva del Departamento de Bosques, Marilyn Headley, describió varias iniciativas para mejorar la respuesta ante el fenómeno.

"La mitad de la gente suele olvidar que sin cobertura forestal no se pueden reducir los efectos del cambio climático", dijo Headley a IPS, remarcando la importancia de los bosques para fijar las empinadas laderas que caracterizan a esta isla del Caribe.

El Departamento de Bosques comenzó en febrero de este año a recuperar 300 hectáreas, evaluar otras 2.600 para otorgarles el estatus de protegidas y producir 300.000 plántulas de árboles frutales y madereros para un programa de reforestación, indicó Headley.
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También hay planes para instalar estructuras que faciliten la navegación de ríos y para equipar y capacitar comunidades locales en la prevención y control de incendios forestales.

También se evalúa el cambio del uso de la tierra para determinar el ritmo de deforestación de la isla. Un obstáculo importante es que solo un tercio de las 336.000 hectáreas de bosques que quedan en Jamaica están bajo control del gobierno.

Lo que más preocupa es que la agricultura, el sector más perjudicado por las lluvias y las sequías extremas, todavía no se ha beneficiado de las estrategias de mitigación.

Sectores agrícolas enteros están en declive. En 2008 cesaron las exportaciones de bananas por el daño causado tras años de tormentas. Los agricultores con problemas económicos no se pueden recuperar, y lo mismo ocurre en la industria del café.

La Segunda Comunicación Nacional sobre Cambio Climático también identifica la agricultura como "uno de los sectores económicos clave de Jamaica". El documento alerta que las alteraciones en la temperatura, las precipitaciones y en el dióxido de carbono (CO2) atmosférico pueden afectar la producción.

La vulnerabilidad de Jamaica frente a problemas meteorológicos puede agravarse por la incapacidad de financiar el mantenimiento y la reparación de la infraestructura, y por la falta de información a escala comunitaria. Por eso su participación y concienciación son pilares de las medidas de adaptación actuales, indicó Headley.

El Departamento de Bosques y la Autoridad Nacional de Planificación y Ambiente (NEPA) conformaron grupos comunitarios que, según dicen, son cruciales para el éxito de las iniciativas de mitigación.

También se crearon programas para fomentar la gestión comunitaria y encontrar y financiar actividades económicas alternativas para quienes viven de los recursos naturales, dijo a IPS el director de Política y Planificación, Anthony McKenzie.

En enero, el Departamento de Bosques añadirá tres Comités de Gestión de Bosques Locales a los ocho ya existentes.

"Serán entidades legales para gestionar y proteger los bosques", indicó Headley.

Las consecuencias de la falta de preparación de Jamaica quedaron al descubierto a principios de este año, cuando un día antes del comienzo de la temporada de huracanes, la red carretera colapsó tras ocho días de fuertes lluvias.

Ya dañados por más de 12 eventos meteorológicos extremos en cinco años, puentes y calzadas cedieron poniendo en riesgo la vida de personas, las viviendas y las comunidades.

Las alcantarillas tapadas de vegetación e inutilizadas por desperdicios y los muros de los canales de evacuación de agua se rompieron, tras décadas sin mantenimiento, causando inundaciones, daños a las propiedades y pérdida de ingresos.

Una evaluación de 900 comunidades, realizada por las autoridades, concluyó que a principios de este año 310 de ellas eran muy vulnerables a daños naturales, señaló en junio Ronald Jackson, jefe de la Oficina de Preparación para Desastres y Gestión de Emergencias.

Jackson responsabilizó a las "malas prácticas" por las dificultades para lograr el desarrollo, pues desvían permanentemente recursos al socorro y la reconstrucción.

"No podemos seguir utilizando los limitados recursos a la compra de suministros para la enorme cantidad de población que vive en condiciones vulnerables. Debemos reducir el número de gente en esa situación", indicó.

Los tecnócratas dicen que prepararse para el cambio climático aquí significa fortalecer a las comunidades contra desastres naturales, diseñar estrategias paliativas y educar a la ciudadanía.

Organizaciones internacionales financiaron iniciativas para ayudar a las comunidades locales a prepararse mejor. A escala nacional se hacen esfuerzos para incluir el cambio climático en políticas estatales.

La protección forestal y costera son dos áreas que cuentan con un fondo de la Unión Europea (UE) para aumentar su resiliencia y reducir el riesgo de desastres en áreas vulnerables.

El proyecto de 5,3 millones de dólares contempla entre otros objetivos fortalecer las instituciones para adaptarse al cambio climático y otras actividades en ocho organismos y ministerios.

La iniciativa de 30 meses, que ya lleva 12, está a cargo del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente y el Instituto de Planificación de Jamaica.

La Autoridad Nacional de Planificación y Ambiente (NEPA, por sus siglas en inglés) se ocupa de los sistemas de protección costera natural de la isla y la conservación de la biodiversidad, en tanto el Departamento de Bosques rehabilitará las cuencas y reforzará la gestión y la salvaguardia de las florestas.

Para cumplir con su mandato, la NEPA revisa su procedimiento para incluir políticas que aborden el cambio climático, dijo McKenzie a IPS, como replantar praderas marinas y manglares, reducir la contaminación y asegurarse de que sus políticas promuevan un uso sustentable de la naturaleza.

En Portland Cottage, una aldea de pescadores en la costa sur de Jamaica, la NEPA trabajó con la Fundación de Gestión de Áreas Costeras del Caribe para cultivar más de 3.000 plántulas de manglares a lo largo de la costa.

Miles de personas se salvaron en 2004 porque los manglares evitaron que la marejada ciclónica, asociada al huracán Iván, destruyera las casas de esa comunidad.

La NEPA y Panos Caribe también colaboran con un proyecto de educación en la comunidad de Portland Cottage y de Mocho para "reducir la brecha" entre las políticas y la transmisión de información, dijo a IPS la directora regional de comunicación de Panos, Indi Mclymont Lafayette.

"Las autoridades hacen un buen trabajo preparándose para las consecuencias del cambio climático, pero se necesita más para compartir información con los sectores más vulnerables que deben estar preparados", añadió.

* Este artículo es parte de una serie apoyada por la Alianza Clima y Desarrollo (CDKN).

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