La decisión de la Hermandad Musulmana de mantenerse al margen de las últimas protestas en la plaza Tahrir, de la capital egipcia, parece que le dejará réditos en las primeras elecciones parlamentarias tras la caída del régimen de Hosni Mubarak.
"Las primeras señales indican que la Hermandad obtendrá mejores resultados que los esperados, porque su respuesta a los últimos acontecimientos en la plaza Tahrir fue bien recibida por el público, que solo quiere estabilidad tras meses de inseguridad", dijo a IPS el especialista en movimientos políticos islámicos Abdel Menaam Mounib.
La ciudadanía egipcia concurrió a las urnas el lunes 28 y el martes 29 de noviembre en lo que fue la primera de las tres rondas de las elecciones parlamentarias. Según la mayoría de los pronósticos de analistas, los más votados serán el Partido Libertad y Justicia (PLJ), con fuertes vínculos con la Hermandad Musulmana, así como otras agrupaciones islamistas.
Los comicios enfrentaron al PLJ con los nuevos partidos liberales y de izquierda, surgidos tras la renuncia en febrero de Mubarak, quien lideró por 30 años los destinos de Egipto.
La primera etapa del proceso electoral, que terminará en enero de 2012, se realizó tras el peor estallido de violencia desde la revuelta popular de 18 días.
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Del 19 al 23 de noviembre, las fuerzas de seguridad reprimieron a miles de manifestantes que reclamaban al Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas (CSFA), que gobierna el país desde la renuncia de Mubarak, que entregara el mando a una autoridad civil.
Los cinco días de enfrentamientos en la plaza Tahrir de El Cairo dejaron decenas de muertos y miles heridos entre los manifestantes, que se defendieron solo con piedras sacadas del pavimento del ataque de las fuerzas de seguridad, armadas a guerra.
"El Cairo no vivía ese grado de violencia desde la peor parte del levantamiento popular de enero", aseguró Mounib.
Cuadros jóvenes de la Hermandad Musulmana participaron en las escaramuzas, pero la organización evitó dar su apoyo formal a la protesta. La actitud fue recibida con desdén por muchos de sus detractores, quienes la acusaron de "traicionar a la revolución" por obtener réditos políticos de corto plazo.
"La Hermandad Musulmana perdió mucha credibilidad por su postura inoperante respecto de la masacre en la plaza Tahrir y su ausencia llamativa de los espacios públicos de Egipto", escribió el martes 29 de noviembre Ibrahim Eissa, conocido periodista opositor durante el régimen de Mubarak, y actual editor en jefe del nuevo diario Tahrir.
Similares conceptos vertieron numerosas figuras liberales y de izquierda que acusaron a la Hermandad Musulmana de "oportunismo político" y de "no querer sacudir el barco" en los días previos a los comicios que esperaba ganar.
El líder de la organización, Mohammad Badei, señaló en un comunicado divulgado el 26 de noviembre que los dirigentes habían instruido a las bases a no unirse a las protestas "porque de haberlo hecho solo hubieran generado más caos y derramamiento de sangre".
"Recibimos información creíble de que la crisis fue planificada con el fin de que la Hermandad entrará en el conflicto y se exacerbara la situación", señaló Badei.
También mencionó un "elemento desconocido" que trataba de sembrar el caos en el país a fin de desbaratar la transición democrática y la implementación de los objetivos revolucionarios.
"No respondimos a los llamados a unirnos a las protestas porque la situación en la plaza Tahrir era extremadamente ambigua. Había muchas personas desconocidas y organizaciones con agendas poco claras, incluso hasta ahora", dijo a IPS el secretario general del PLJ, Saad al-Kitatni.
"Pudimos confirmar que ciertas agrupaciones trataban de escalar la situación para que las elecciones, que sabían que perderían, no se hicieran cuando estaba previsto", añadió.
El CSFA anunció el 22 de noviembre que la primera ronda de las elecciones parlamentarias se celebraría como previsto, pese al baño sangre, sorprendiendo a numerosos analistas.
Mounib, quien coincidió con Al Kitatni, señaló que "a ciertas agrupaciones de liberales, izquierdistas y empresarios influyentes con vínculos con el régimen anterior les gustaría que los comicios se pospusieran de forma indefinida".
"Les hubiera gustado atraer a la Hermandad a la calle para ampliar el conflicto y promover el caos para desbaratar las elecciones", indicó Mounib.
"Esas fuerzas poseen la mayoría de los medios de comunicación locales y hablan en voz alta, pero tienen un apoyo popular insignificante porque defienden valores no compartidos por la mayoría del público egipcio", explicó.
De cualquier manera, la decisión de la Hermandad de mantenerse al margen de los enfrentamientos parece haberle dado buenos resultados en las urnas.
"Al principio era renuente a votar al candidato del PLJ, pero la respuesta de la Hermandad a la violencia en la plaza Tahrir me convenció de que la organización pone los intereses del país por delante de los suyos", dijo Ahmed Ibrahim a IPS.
"Si la Hermandad hubiera agravado la situación por unirse a la protesta, habría perdido votos de quienes solo querían estabilidad", añadió este empleado de 35 años que votó en el distrito de Zeitoun, en El Cairo.
Los resultados finales de la primera ronda se conocerán a última hora de este jueves.
La segunda ronda electoral en otras nueve gobernaciones comenzará el 14 de diciembre y, la tercera, en las últimas nueve de las 27 divisiones administrativas que tiene Egipto, será el 3 de enero de 2012.