La convergencia de las principales economías emergentes del Sur, como China, Brasil, India y Sudáfrica, para ayudar a los países más pobres de África subsahariana y de otras regiones, es la nueva dinámica de desarrollo promovida por la Unctad.
En un estudio sobre los 48 países menos adelantados (PMA), la Unctad (Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo) pidió una "nueva forma de desarrollo" para romper con las políticas de "desajuste estructural" que causan "ciclos de auge y decadencia, así como depresión económica".
Dos tercios de los PMA, como se identifican a los países cuyas poblaciones tienen un ingreso promedio de menos de un dólar diario, están ubicados en África.
Los indicadores negativos sugieren que son los más afectados por las políticas orientadas al mercado promovidas por el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial, según especialistas.
"Las políticas neoliberales los devastaron", dijo el secretario general de Unctad, Supachai Panitchpakdi. "Transformaron a los países de África subsahariana de netamente productores de alimentos a meros importadores", apuntó.
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"Los PMA sufren una marginación imparable y lo que decimos es que, de mantenerse la tendencia, se convertirán, más pronto que tarde, en grandes centros de extrema pobreza en la economía global", alertó Charles Gore, director de la división para África, países menos adelantados y programas especiales, de la Unctad.
"La única forma de revertir la tendencia es crear un nuevo tipo de Estado, catalizador del desarrollo en los países más pobres con un marco político adecuado que promueva una transformación estructural", explicó Gore a IPS.
"La cooperación Sur-Sur abre más oportunidades y el necesario espacio político para construir el estado catalizador del desarrollo", arguyó, y sugirió que la asistencia económica y técnica de China, Brasil e India no impone condiciones.
También desestimó las afirmaciones de que los PMA solo exportan petróleo y otras materias prima a China.
El estudio divulgado por la Unctad el jueves 17 de este mes alerta sobre los riesgos de depender de elementos básicos. Pero, a la vez, señala ejemplos positivos del aumento de las exportaciones de productos manufacturados a las naciones en desarrollo, que llegó a 18 por ciento al año en promedio en la última década.
Los PMA tienen por delante grandes desafíos en el actual contexto de malas condiciones comerciales en el ámbito internacional y de crisis económica hemorrágica en los principales países industrializados.
La única forma plausible de mantenerse a flote en estos tiempos difíciles y sostener el crecimiento económico a mediano y corto plazo es fomentar la asociación con las grandes economías del Sur, señala el informe.
El producto interno bruto combinado de los PMA aumentó 5,7 por ciento el año pasado, "una ligera mejora de un punto porcentual respecto de 2009, pero muy por debajo de 7,1 por ciento alcanzado en el periodo de auge 2001-2008", remarca el estudio.
Las últimas estimaciones indican que los PMA crecerán 4,9 por ciento este año.
El desglose muestra que los países asiáticos y los insulares menos adelantados lo harán en 5,2 por ciento y 5,4 por ciento, respectivamente, pero en África y Haití probablemente sea de 4,9 por ciento.
En términos de producto interno bruto real, el crecimiento del ingreso por habitante será de 2,1 por ciento en los PMA africanos, apenas suficiente dado el gran aumento de población. Los países asiáticos tienen mejor pronóstico.
La Unctad estima que, a mediano plazo, el crecimiento será de 5,8 por ciento. "Está claro que será un asunto de los PMA asiáticos", indicó Gore, refiriéndose a que los países más pobres de África no están listos para desarrollar su potencial.
"La razón del mejor rendimiento de los PMA asiáticos tiene mucho que ver con la metáfora de "gansos en vuelo" con la que se conoce el proceso de industrialización de las economías más rezagadas en la división internacional del trabajo de Asia Pacífico, basado sobre la dinámica de ventaja comparativa", explicó a IPS.
En el vuelo migratorio, el ganso más fuerte marca el rumbo y rompe la resistencia del aire, seguido de los demás en dos filas horizontales convergentes hacia el líder.
Japón logró convertirse en un país industrializado en los años 50 y 60. En la medida que los países de Asia-Pacífico crecieron y elevaron sus niveles de vida relativos y los salarios reales se volcaron a sectores de producción de mayor valor agregado. Eso dejó espacio para que los menos adelantados expandieran su producción a esos espacios.
El desempeño de los PMA asiáticos, Bangladesh, Camboya e, incluso, Nepal, es impresionante gracias a su industria textil y a la exportación de otros productos manufacturados. En cambio, los exportados por los africanos están constituidos por materias prima procesadas, con un valor agregado inicial.
Estos últimos deberían adoptar el modelo de industrialización de Asia Pacífico, en que el Estado desempeña un papel dominante en la creación de nuevas y productivas capacidades y en la transformación estructural, dijo Panitchpakdi a IPS.
También debe ofrecer subsidios industriales y crédito para el desarrollo de la industria e implementar fuertes políticas sociales en materia de educación y salud, añadió.
La cooperación Sur-Sur puede cambiar el rumbo de la asociación de economías emergentes, fuera del Norte industrializado.
"Los beneficios de la cooperación Sur-Sur promueven la creación de las capacidades del Estado de desarrollo y los objetivos de este en los PMA, mientras que el Estado de desarrollo genera y amplía el impacto del desarrollo en la cooperación", explicó Panitchpakdi.
En el contexto actual de escasa asistencia oficial al desarrollo prometida por los países ricos, una contribución de tan solo uno por ciento de las naciones en desarrollo más fuertes, de los 3,5 billones de dólares de reservas de divisas de los fondos soberanos, puede resultar un aporte significativo para los estados más pobres.
Es allí donde el "regionalismo para el desarrollo" puede desempeñar un papel importante al "aceptar la globalización en tanto que tendencia histórica, pero rechazando su enfoque orientado hacia el mercado", remarcó.