Las fuerzas de seguridad israelíes realizaron una serie de arrestos y redadas en las últimas semanas en el Teatro de la Libertad, de la norteña ciudad cisjordana de Yenín, supuestamente para investigar el asesinato del actor Juliano Mer-Khamis.
Sin embargo, personas vinculadas al teatro sostienen que, en realidad, lo que las autoridades israelíes buscan es impedir el funcionamiento de la sala.
"Simplemente parece una táctica para dañarnos", dijo Jacob Gough, gerente general interino del teatro.
"Una investigación sobre homicidio debe hacerse en cierta forma, no secuestrando personas, torturándolas y obligándolas a confesar. Lo que están tratando de hacer es algo más oscuro, más siniestro", dijo Gough a IPS.
"En una investigación penal eres considerado inocente hasta que se pruebe lo contrario, pero Israel trata a los palestinos como culpables hasta que se demuestre que son inocentes", añadió.
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Juliano Mer-Khamis, ciudadano israelí hijo de un padre de origen palestino y madre judía, fue asesinado a tiros en abril cuando se encontraba sentado dentro de su automóvil cerca del Teatro de la Libertad, en el campamento para refugiados palestinos de Yenín.
Había co-fundado el teatro en 2006 y lo dirigía con la misión de impulsar a los jóvenes palestinos del campamento a expresarse artísticamente.
En los últimos meses, las autoridades israelíes detuvieron a varias personas del teatro, incluyendo a un actor principal de 20 años, rompiendo ventanas y equipos. Realizaron redadas nocturnas haciendo disparos e intimidando a los hogares de las personas vinculadas con la sala.
El presidente de la junta del teatro, Bilal Saadi, y el jefe técnico, Adnan Naghnaghiye, fueron arrestados el 27 de julio.
Según Gough, ambos fueron sometidos a interrogatorios durante 16 horas, privados de sueño y tratados en forma inhumana en la prisión. Se les habría negado acceso a un abogado y habrían sido presionados por las autoridades israelíes para que se adjudicaran el crimen.
"La corte ordenó su liberación. En los documentos del tribunal se señala que no había absolutamente ninguna evidencia, nada en absoluto, que los vinculara con el homicidio", dijo Gough, y subrayó que las personas del teatro declararon ante las autoridades palestinas inmediatamente después del crimen y cooperaron con la investigación.
"¿Qué están haciendo? ¿Van ir con cada uno de nosotros hasta que se queden sin personas? No hay evidencia para vincular a nadie del teatro con el homicidio", señaló Gough.
"Hay un efecto psicológico. Las personas se preguntan si serán las próximas en ser detenidas. Pero nada es peor que perder a Juliano. Que gente sea detenida nos afecta, pero no nos va a detener", añadió.
La Autoridad Nacional Palestina (ANP) tiene jurisdicción sobre el campamento de Yenín, habitado por más de 16.000 refugiados, casi la mitad de los cuales son menores de 18 años. La ANP comenzó la investigación inmediatamente después del asesinato.
Según Abeer Baker, abogada que representa a la familia del actor, la investigación palestina ha logrado pocos avances, aunque todavía continúa. La israelí, que también comenzó inmediatamente después del asesinato, es realizada en forma conjunta por el ejército, la policía y el Shabak, la agencia de seguridad antes conocida como Shin Bet.
"No puedo entender por qué el Shabak está participando, pues es un caso de homicidio. No es algo que amenace la seguridad de Israel. Jul (Juliano) fue asesinado por alguien que no tenía nada que ver con la seguridad israelí. Hay algo personal aquí", dijo Baker a IPS.
La abogada añadió que la familia Mer-Khamis temía que los métodos de interrogatorio del Shabak tuvieran como resultado confesiones forzadas.
"Sabemos cómo investiga el Shabak y nos oponemos a la idea de sacar a gente de sus casas, privarlas de un abogado y aislarlas", afirmó.
"No es algo en lo que estemos de acuerdo, aun si esas personas son sospechosas. Cuando privas a alguien de sus derechos, puede confesar algo que no hizo. Nosotros, la familia, no creemos en esa confesión. Sospecharemos de todo lo que surja de la falta del debido proceso", agregó.
Baker explicó que la familia de Mer-Khamis condenaba las redadas israelíes en el Teatro de la Libertad, y llamó a que las investigaciones se concentraran en lograr la cooperación de los habitantes del campamento.
"Ya que fue el propio campamento de Yenín el que denunció el asesinato en primera instancia, creo que no habría nada malo en pedirle a la población que cooperara para llegar a saber quién mató a Jul", dijo la abogada a IPS.
