El nuevo año lectivo comienza en Libia sin la omnipresente presencia de retratos del líder de la Revolución, el coronel Muammar Gadafi, pero tampoco con nuevos libros, que todavía no están prontos.
"Sabemos que los desafíos que tenemos por delante son enormes, pero nunca estuve tan feliz de comenzar el año escolar", dijo a IPS la maestra Ahlam Saadi. "No puedo esperar para empezar a dar clases en libertad", añadió esta tripolitana de 35 años.
Los funcionarios de la escuela primaria Shoala, en el distrito de Dahra, se saludan emocionados. El centro de enseñanza está ubicado a cinco minutos a pie de la plaza de los Mártires. Los colegas se abrazan, muchos con lágrimas en los ojos.
Los maestros se reúnen para resolver cuestiones administrativas. Pero la primera decisión fue tomada por unanimidad incluso antes de poner un pie en la institución.
"Decidimos cambiarle el nombre a la escuela y ponerle el de Ayman Tuman en recuerdo del hijo asesinado de nuestra compañera", señaló Salwah Talah, casi sin voz tras la manifestación de mujeres de la noche anterior en la plaza de los Mártires.
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La maestra de árabe presenta a Zeynab Tuman, la madre del muchacho de 22 años fallecido.
"Qatiba, la milicia leal a Gadafi, le disparó a Ayman tras la plegaria del 20 de febrero", recordó Zeynab. "También estudió aquí", apuntó.
Tanto en la escuela como en la ciudad recuerdan a Ayman como el "primer mártir de Trípoli".
A pesar de la trágica pérdida, la maestra de 50 años señaló que "no podía estar más feliz" con el cambio de nombre de la escuela.
Las 15 maestras, vestidas de negro y con velos de colores, finalmente ingresaron a la escuela. Falta personal docente, pero según ellas, no retomarán las clases este año y, probablemente, no lo hagan nunca. Al menos no en la escuela Ayman Tuman.
"Los maestros de la Educación para la Yamahiria, mediante la que se adoctrinó a los estudiantes en las últimas cuatro décadas, obviamente no volverán", señaló el director Jamal Tabi. "Está de más decir que eran leales a Gadafi y algunos incluso se unieron a la Qatiba", apuntó.
Yamahiria es un término inventado por Gadafi que significa "república de las masas".
Tabi acompañó a IPS a recorrer la escuela. El cambio más notorio es la falta de retratos del exlíder libio.
"Era obligatorio ponerlo al frente de la clase, nunca en el fondo", relató Tabi. La bandera tricolor de los rebeldes está por todos lados. Además ayuda a tapar los agujeros de bala en las ventanas.
Tabi se preparó para recibir al general rebelde Ali Ashur, quien visitó la escuela escoltado por media docena de hombres armados.
"Visitamos las escuelas de la ciudad para garantizar que la seguridad ya no sea un problema", dijo el general a IPS. Resulta paradójico que Ashur, quien viste uniforme de faena, luzca en el hombro la insignia del régimen de Gadafi.
"Todos lo llevamos hasta que Bengasi nos dé nuevos uniformes", explicó.
Los símbolos del régimen anterior fueron retirados de la escuela Ayman Tuman, no hay más retratos de Gadafi ni banderas verdes de Yamahiria. Las últimas dos copias del Libro Verde fueron entregadas como souvenir a dos visitantes.
El Libro Verde fue escrito por Gadafi y concentra su pensamiento sobre la forma de gobierno que él llamaba Yamahiria.
Pero será más difícil realizar cambios profundos. Los rebeldes tomaron la capital hace dos semanas y no hubo tiempo para adaptar los libros escolares para los nuevos tiempos.
"No hay problema con materias como matemáticas o química, pero tenemos que revisar los libros de historia", señaló Tabi. Los nuevos manuales, que se imprimen en Bengasi, llegarán en menos de un mes, añadió.
Numerosas oficinas de la escuela, incluso la biblioteca, fueron saqueadas por las fuerzas de Gadafi antes de la caída de Trípoli.
Los rebeldes "sospechaban que muchos de nuestros maestros tenían vínculos con los rebeldes y buscaban documentos intimidatorios", dijo Kamila Ashur, de 45 años, a IPS en medio de los escombros acumulados en la puerta principal.
Ashur no pudo seguir trabajando porque tuvo que esconderse al ser perseguida por la policía en su distrito de Suq al-Yuma, en el noreste de Trípoli.
Al ser consultada sobre cómo explicaría a sus estudiantes quién fue Gadafi, Ashur respondió hecha una furia: "les diré sobre su horrible régimen, las detenciones, las torturas".
"Les diré que sus ideas no eran buenas para ningún ser humano", añadió ondeando una bandera improvisada con la media luna y una estrella dibujadas con líquido corrector blanco.
"No solo enseño historia, también la hago", añadió.