Desde 2006, el cáncer de mama (CaMa) representa la primera causa de muerte por tumores malignos de las mexicanas, pero pese a ello el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) subutiliza los equipos para detectar la enfermedad, según una investigación de IPS/Cimacnoticias.
Un ejemplo: en el IMSS hay mastógrafos que llevan hasta tres años sin usarse para detectar el CaMa, ya que están descompuestos o falta personal capacitado que realice las mamografías.
En el centro-oriental estado de Hidalgo la delegación del instituto no realizó mamografías de 2006 a 2008, debido a que el único mastógrafo con el que cuentan «se encontraba descompuesto», informó el IMSS en respuesta a una solicitud hecha por IPS/Cimacnoticias al sistema de información pública gubernamental.
Por ello, en ese estado el registro de mamografías corresponde a 2009 y 2010, periodo en el que los cuatro técnicos radiólogos contratados por el instituto realizaron 726 estudios para detectar el cáncer mamario.
En dicha entidad, por cáncer de mama mueren 8,1mexicanas por cada 100.000 mujeres de 25 años y más. Ellas forman parte de las 5.300 mexicanas que murieron por esa enfermedad en 2010.
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La mayoría de estas muertes pudo evitarse si el padecimiento se les hubiera detectado oportunamente. No obstante, en México 90 por ciento los casos de CaMa se detecta en etapas tardías.
En promedio, quienes padecen este mal son diagnosticadas a los 58 años de edad, señala el Centro Nacional de Equidad de Género y Salud Reproductiva.
De acuerdo con el análisis «El costo de la atención médica del cáncer mamario: el caso del IMSS», publicado en 2009 en la revista Salud Pública de México, en el instituto solo 12,7 por ciento de los casos de CaMa se diagnosticaron en etapa uno (temprana).
La media nacional de mortalidad por cáncer mamario es de 10,8 por cada 100.000 mexicanas, según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
Fallas en infraestructura
Pese al crítico panorama, el IMSS no prioriza la detección de este cáncer mediante la aplicación de mamografías.
Muestra de ello es que en la delegación poniente del estado centrosureño de México de los 10 mastógrafos con los que cuenta, cinco no funcionan porque tres de estos están descompuestos y dos no operan por falta de personal capacitado para realizar el estudio.
Los aparatos que funcionan son operados por cuatro médicos radiólogos, quienes durante los últimos seis años (2005 a 2010) han tomado 36.362 mamografías a las mujeres de la entidad.
La delegación del IMSS en el central estado de Morelos está en una situación semejante, ya que de los dos mastógrafos existentes solo funciona uno porque el otro está «dañado», según la información proporcionada por el instituto.
Con el déficit de equipo de 2006 a 2010 se han realizado cerca de 25.000 estudios, con solo cuatro técnicos radiólogos.
En el Distrito Federal, asiento de Ciudad de México y la quinta entidad entre las que tienen las tasas más altas de CaMa en el país (13,8 decesos por cada 100.000 mujeres de 25 años y más), la delegación sur del IMSS tiene 13 mamógrafos.
De ellos, uno «no tiene licencia» para operar y otro «no funciona», por lo que tampoco trabaja al 100 por ciento.
Campeche es otro ejemplo de la grave problemática, ya que durante 2006 y 2007 no tomó ninguna mamografía a sus derechohabientes porque no tenían mastógrafos. Hasta 2008 comenzó a hacer el estudio con dos aparatos y seis técnicos capacitados.
Para esos años, la delegación norte del Distrito Federal carece de «información disponible» acerca del equipo con el que contaba y las mamografías que realizó.
Argumentó que fue en 2008 cuando se incluyó la cobertura del estudio en mujeres de 50 a 69 años de edad «como un indicador estratégico» en la lucha contra el cáncer mamario.
Primera causa de muerte
En 2006 el CaMa se convirtió en la primera causa de muerte entre las mexicanas por tumores malignos, superando al cáncer cérvico uterino.
Aunque el IMSS no tuviera como un «indicador estratégico» realizar mamografías en ese periodo, debió practicarlas para respetar la Norma Oficial Mexicana (NOM-041) para la prevención, diagnóstico, tratamiento, control y vigilancia epidemiológica del CaMa de 2002.
Ella señalaba que los servicios médicos debían practicar la prueba de detección a las mexicanas a partir de los 40 años de edad.
La actualización de la NOM-041, publicada por la Secretaría de Salud en junio, mantiene la edad a la que las mexicanas deben comenzar a realizarse el estudio.
Además, plantea el reto de que el sistema nacional (incluido el IMSS) amplíe y mejore la cobertura de mamografías con el propósito de dar respuesta al CaMa, que diariamente cobra la vida de 13 mujeres en el país.
El cumplimiento de la norma en el Instituto es trascendental, debido a que en sus 32 delegaciones estaduales atiende a siete de cada 10 mujeres derechohabientes en México, según el informe Mujeres y Hombres en México 2009, elaborado por el Inegi.
Pese al preocupante panorama, el nororiental estado de Baja California Sur, con la tasa más alta de CaMa en México (16,3 muertes por cada 100.000 mujeres de 25 años y más) informó que tiene solo cinco mamógrafos.
Esa entidad no respondió sobre cuántos técnicos radiólogos tiene, ni tampoco cuántas mastografías ha realizado de 2006 a la fecha.
La visión general del mapa mexicano permite ver que el CaMa se concentra en los estados del norte y el centro del país, justamente donde el IMSS tiene una proporción desigual en infraestructura y personal para realizar las mastografías.
De acuerdo con la información proporcionada, el IMSS tiene en todo el país 244 mastógrafos y -sin Baja California Sur, que no proporcionó estos datos- el instituto cuenta en total con 544 técnicos radiólogos para realizar el estudio de detección de cáncer mamario.
Con esa infraestructura y personal, el IMSS ha realizado tres millones 127 mil 822 mastografías de 2006 a 2010.
*Una versión de este artículo fue publicada originalmente por la agencia mexicana Comunicación e Información de la Mujer AC (Cimac).