Falta poco más de cuatro meses para 2012, año fijado para realizar una conferencia sobre la eliminación de armas de destrucción masiva en Medio Oriente, y todavía no hay fecha, facilitador ni país anfitrión.
Los países que participaron en la Conferencia de Evaluación del Tratado de No Proliferación Nuclear (TNP) de 2010 acordaron realizar una reunión dos años después con los estados de Medio Oriente para discutir sobre armas biológicas, químicas y nucleares en la región, de acuerdo con la resolución de 1995 que fija ese objetivo.
Los responsables de encabezar la iniciativa fueron Estados Unidos, Gran Bretaña, Rusia y el secretario general de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Ban Ki-moon.
Hay conversaciones entre funcionarios de gobiernos de la región y de los estados responsables de impulsar la conferencia, pero es "desalentador" que no haya país anfitrión ni facilitador ni fecha, se lamentó Anne Penketh, directora del Consejo de Información de Seguridad Británico-Estadounidense.
Hay intensas consultas para organizar la conferencia, coincidió el director ejecutivo de la Asociación de Control de Armas, Daryl Kimball, a quien le preocupa que de haber conferencia, los países se concentren en la logística del encuentro y no en su contenido para que sea productiva.
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La demora tiene múltiples causas, pero una de las más importantes es que los estados no se ponen de acuerdo sobre qué país debe ser el anfitrión o el facilitador.
El simple hecho de reunir a muchos países de Medio Oriente es un desafío, así como conseguir que se pongan de acuerdo en hacer una conferencia es un "gran paso", dijo Kimball a IPS.
"Es todo un reto reunir en la misma sala a Israel, Egipto, Irán, Siria y Arabia Saudita y que además tengan una conversación constructiva", apuntó.
Elefante en un bazar
El arsenal no declarado de Israel sigue siendo un obstáculo para muchas negociaciones políticas, en especial las de desarme. El estado judío se sintió ofendido por el documento final de la Conferencia de Evaluación del TNP de 2010, que lo destaca como no signatario del acuerdo.
Al gobierno de Israel le preocupa que la conferencia del año próximo se concentre en él y en su programa de armas nucleares, según Penketh y Kimball.
Pero si Israel participa mejorarán sus credenciales en la región,sostuvo Kimball. "Le permitiría remarcar las formas en las que otros países de la región deben cumplir sus obligaciones en materia de no proliferación de armas nucleares, biológicas y químicas", arguyó.
Israel es el único país de Medio Oriente que no forma parte del TNP y la comunidad internacional acepta, de hecho, que tenga un arsenal nuclear no declarado. Siria e Irán son signatarios, pero se cree que desarrollan armas químicas y nucleares.
No se sabe cuál será el compromiso de Israel hacia la conferencia de 2012. Representantes israelíes dijeron que participarían si no se volvían blanco de críticas. El estado judío ha sido "cauteloso" respecto de confirmar su presencia.
Penketh señaló que habló con funcionarios israelíes y que se mostraron "abiertos" a negociar sobre armas de destrucción masiva y que estaban comprometidos con el proceso.
Pero a misión israelí ante la ONU no quiso responder a las consultas de IPS.
Paz en Medio Oriente
La actual agitación política e inseguridad que viven muchos países de la región no facilitan las negociaciones sobre lo que, ya de por sí, es un asunto extremadamente delicado.
El desarme "no ha estado entre los principales temas de la agenda de esos países", observó Kimball.
Es posible que algunos países pongan de excusa la complicada situación sociopolítica para no participar en la conferencia, especuló Penketh, pero no tiene argumentos para decir que alguno tenga esas intenciones.
El desarme siempre está estrechamente vinculado al proceso de paz en Medio Oriente, en especial porque para uno de los actores, Israel, la seguridad es un asunto de máxima importancia.
El exinspector de armas de la ONU, Richard Butler, calificó el desarme de "intrínsecamente importante" para el proceso de paz, al ser consultado por IPS vía correo electrónico.
Pero hay un "argumento fuerte" para distinguir entre paz y desarme, observó Penketh. Cualquiera sea el vínculo entre ambos proceso, los dos son largos y complicados, y requieren tiempo y compromiso.
El desarme no se puede conseguir en una sola conferencia, pero sin ella es poco probable que se registre algún logro.
"Se avanza muy lentamente", reconoció Penketh. "Pero se mueve", añadió.