Testigos aseguran que continúan los ataques contra poblaciones civiles en Sudán del Sur, aun luego de que la ONU denunciara crímenes de guerra en junio.
"Quisiera llamar al Consejo de Seguridad de la ONU (Organización de las Naciones Unidas) a que provea inmediata protección a los civiles en Kordofán del Sur y en las montañas Nuba. La gente es desplazada todos los días por los ataques aéreos del gobierno" de Sudán, dijo el miércoles a una radio local el sobreviviente de un ataque de la Fuerza Aérea Sudanesa.
Aviones de Jartum bombardearon algunas aldeas de Kordofán del Sur, parte del naciente estado de Sudán del Sur.
Esto, de ser comprobado, equivaldría a crímenes contra la humanidad o crímenes de guerra, según un informe preliminar divulgado el lunes 15 por la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos y la Misión de la ONU en Sudán (UNMIS).
El trabajo describe un gran número de supuestas violaciones al derecho internacional en la localidad de Kadugli, así como en las cercanas montañas Nuba, luego de que volvieran a estallar combates el 5 de junio ente las fuerzas de Jartum y el Ejército de Liberación del Pueblo de Sudán-Norte (SPLA-N).
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Las supuestas violaciones incluyen "ejecuciones extrajudiciales, detenciones arbitrarias y arrestos ilegales, desapariciones forzadas, ataques contra civiles, saqueos de hogares civiles, destrucción de propiedad y desplazamientos masivos".
El informe preliminar solo cubre al mes de junio, pero existe evidencia de que aún hay civiles en riesgo. El SPLM−N denunció a comienzos de este mes que había constantes bombardeos de Jartum sobre Kordofán del Sur.
El gobierno de Sudán desechó el informe de la ONU un día después de su publicación, calificándolo de "malicioso" e "infundado". No obstante, el ministro de Justicia, Mohamed Bushara Dosa, anunció que se crearía un comité especial para evaluar la situación de derechos humanos en la zona de conflicto.
Según Matt Chancey, director de la Fundación del Proyecto Persecución, grupo cristiano de ayuda humanitaria, la ONU debería declarar una crisis humanitaria en Sudán del Sur y reanudar los vuelos de ayuda.
Para él no hay duda de que los actuales bombardeos en Sudán del Sur son crímenes de guerra. "Ya hay suficiente evidencia provista por muchos testigos creíbles y trabajadores humanitarios de crímenes de guerra en las montañas Nuba. Hay fotos, vídeos y testimonios personales", dijo a IPS.
El activista exhortó a la comunidad internacional a establecer una zona de exclusión aérea y a reanudar los vuelos humanitarios para asistir a los desplazados. "Cuanto más demore esto, mayor será la crisis humanitaria en el futuro, ya que los campos siguen sin ser cultivados debido a la amenaza de bombardeos", agregó.
Más de 400.000 civiles han sido desplazados. Cifras oficiales de la ONU son más bajas, pero no incluyen a las varias miles de personas expulsadas de sus hogares a refugios o colinas rocosas cercanas debido a los bombardeos, informó la Fundación.
Una de las consecuencias es que los agricultores no podrán plantar sus tierras en la próxima y crucial temporada de lluvias. Observadores incluso prevén que la situación se deteriorará aun más debido a que Jartum niega acceso a todas las organizaciones de ayuda.
"Esto significa que un desastre humanitario se avecina en los próximos meses, con miles de familias sufriendo escasez de alimentos", dijo Chancey.
El miércoles 17, el Proyecto Satelital Sentinel, liderado por un grupo con sede en Estados Unidos, divulgó imágenes de lo que parecían ser dos pilas de cadáveres envueltos en bolsas en la zona montañosa de Kadugli, capital de Kordofán el Sur, informó la radio Voice of America.
Expertos dijeron que una tregua debía ser declarada cuanto antes. EL SPLA-N aceptó un cese de las hostilidades en un documento también firmado por el gobierno sudanés a fines de junio.
Sin embargo, el 1 de julio, el presidente de Sudán, Omar Al Bashir, rechazó el pacto y señaló que la "limpieza" (traducción literal del árabe) de las montañas Nuba continuaría.
"La única manera de detener un genocidio en Kordofán del Sur es con una fuerte y concertada presión internacional sobre el régimen en Jartum", dijo a IPS el analista Eric Reeves, experto en temas de Sudán y autor de varias publicaciones.
Sin embargo, señaló que no había indicios de que la comunidad internacional estuviera preparada para ejercer ese tipo de presión.
"Los combates continuarán mientras Jartum crea que puede lograr sus metas militarmente", añadió. "Creo que Jartum quiere aniquilar a la población nuba", añadió.