MUJERES-UGANDA: Donde parir es morir

Cuando la esposa del ugandés Valente Inziku empezó el trabajo de parto se dirigió al hospital para que fuera bien atendida, tal como lo habían planeado. Pero nada salió como estaba previsto.

Jennifer Anguko murió desangrada porque las enfermeras y los médicos no les brindaron la atención necesaria. El bebé también falleció.

"Fuimos a las consultas prenatales y en todas nos dijeron que cuando llegara el momento del parto fuéramos al centro de salud. Hicimos lo que nos dijeron, pero cuando llegamos nadie nos atendió", relató Inziku.

Inziku llegó al hospital después de su esposa y la encontró sangrando.

"Todas las enfermeras me decían que tenía que limpiar la sangre. Lo hicimos con mi hermana que estaba conmigo", apuntó. "Fue pura negligencia de las enfermeras. Cada vez que las llamaba me decían que todavía no era el momento", añadió.
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Inziku y su hermana se sentaron y agarraron a Anguko de la mano mientras moría desangrada.

"Murió en mis brazos. Me dijo ‘tenemos hijos, nos queremos, pero no es nada sin ayuda’", se lamentó el esposo.

El primer médico apareció 12 horas después del ingreso de Anguko al hospital. "Cuando llegó me dijo que ya era tarde y me preguntó por qué lo habían llamado las enfermeras", indicó Inziku

Inziku, un maestro que ahora está solo para hacerse cargo de sus tres hijos menores de 10 años, se unió a un grupo de personas que elevaron una demanda al Tribunal Constitucional de Uganda para que declarara que las muertes maternas violan los derechos fundamentales de la ciudadanía.

La demanda fue presentada en marzo por el Centro para la Salud, los Derechos Humanos y el Desarrollo y tres personas, Ben Twinomugisha, profesor y conferencista de la Universidad de Makerere, y dos activistas, Rodah Kukkiriza y el propio Inziku.

Su objetivo es que el gobierno atienda el problema de la mortalidad maternal y compense a las familias que perdieron a la madre por negligencia y la mala calidad de la asistencia en los servicios de salud.

Los querellantes arguyen que el gobierno viola su obligación fundamental de defender la Constitución y promover el derecho a la salud y a la vida al no ofrecer servicios esenciales a las mujeres embarazadas.

"Estoy aquí porque quiero que el Tribunal sepa que existe una injusticia. Tengo el corazón dolido", indicó Inziku.

El órgano tenía previsto tratar el tema el 7 de este mes, pero debió posponerse porque no estuvieron los cinco jueces requeridos para sesionar.

Conseguir una declaración del Tribunal será un buen comienzo para que el gobierno tome medidas, señaló Noor Nakibuuka Musisi, coordinadora de programa del Centro.

"Queremos una declaración que señale que la no provisión de servicios esenciales en los centros de salud estatales viola el derecho a la vida", explicó. "Las mujeres mueren porque no hay suministros, no hay banco de sangre en los hospitales y los trabajadores cobran poco y faltan a la ética", añadió.

El gobierno anunció en junio un aumento para la salud a hacerse efectivo en el año fiscal 2011-2012. El presupuesto aumentará de 270 millones a 412 millones de dólares.

Pero los fondos son para infraestructura y no para paliar la crisis de recursos humanos, señaló Francis Runumi, responsable de servicios de salud y planificación del Ministerio.

Los activistas cuestionan el compromiso de las autoridades. Criticaron la compra de aviones de combate y otros equipos de defensa, cuyo costo ascendió a 760 millones de dólares, porque no son una prioridad para el país.

Los ugandeses deben luchar por sus derechos, señaló Robinah Kaitiritimba, directora ejecutiva de la Organización Nacional de Consumidores de Salud de Uganda, que forma parte del Centro que presentó la demanda ante el Tribunal Constitucional.

"Ningún derecho se sirve en bandeja de plata, debemos seguir luchando y asegurarnos que nuestro gobierno responda a los gritos de las madres y sus familias", añadió.

La mortalidad maternal se mantiene alta en Uganda, donde mueren 16 mujeres al día en el parto. Las estadísticas indican que 435 madres pierden la vida cada 100.000 nacidos vivos, unos 6.000 fallecimientos al año.

La mortalidad infantil también sigue alta con 78 fallecidos cada 1.000 nacimientos.

La gran mayoría de las muertes maternas de Uganda se pueden evitar. Las principales causas de los fallecimientos son la falta de personal capacitado, de servicios obstétricos de emergencia, de atención prenatal de calidad y de planificación familiar.

También incide la escasez de tratamiento contra el VIH/sida y el paludismo.

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