Muchos países africanos, los más pobres del mundo, mejoraron su situación económica gracias a la demanda global de hidrocarburos y metales preciosos, así como por acuerdos comerciales con donantes. Pero expertos creen que la clave para el desarrollo es la integración y el consecuente comercio regional.
Con el objetivo de impulsar el comercio Sur-Sur, el Banco de Desarrollo Asiático (ADB, por sus siglas en inglés) y su contraparte africano, el AfDB, lanzaron un programa que ofrece garantías de préstamos para concretar inversiones en las naciones que están fuera de los mercados financieros internacionales.
La iniciativa surgió a raíz del compromiso de la Unión Europea (UE) de fortalecer su enfoque para combatir la pobreza en África, incluida más asistencia al desarrollo y esfuerzos para diversificar el comercio más allá de minerales, hidrocarburos y algunos productos agrícolas, que representan el grueso de las exportaciones africanas.
Pero ese acuerdo, lanzado a fines de junio, puede socavar lo que es el mercado más importante de África, el propio continente.
El comercio regional es casi una idea de último momento pese a que es un mercado de creciente de 1.000 millones de personas, 856 millones de las cuales viven en África subsahariana.
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Los intercambios comerciales entre países africanos fueron de 8,5 por ciento del total entre 2000 y 2007, según la Comisión Económica para África (CEPA) de la Organización de las Naciones Unidas.
El desequilibrio realza lo que numerosos analistas sostienen que es una tendencia hacia el mercado externo a expensas de la integración africana.
"África fue construida de tal manera que todos los caminos conducen fuera de África", cuestionó Dawda Jobarteh, director del África Progress Panel, organización que supervise el desarrollo del continente.
"Crear conexiones dentro de África hubiera beneficiado al crecimiento económico y comercial y, con suerte, hubiera sido también igualitario", apuntó.
Los gobiernos africanos siguen compitiendo por acuerdos de inversiones y el comercio exterior, pero su visión externa comenzó a cambiar, quizá de la mano de algunas historias positivas.
Una de ellas es la revolución de las telecomunicaciones móviles, que promovió el surgimiento de industrias vinculadas y de empresarios no tradicionales como una mayor participación e mujeres y jóvenes.
También hubo logros importantes en el transporte mediante autopistas regionales, puertos y un importante crecimiento de la industria aeronáutica. La organización de Jobarteh señaló que los vuelos dentro del continente aumentaron 49 por ciento entre enero de 2005 y el mismo mes de este año, ayudando a unir un vasto territorio que hasta hace unos pocos años tenía un servicio área muy reducido y poco confiable.
Las exportaciones africanas aumentaron en la pasada década y resurgen tras una caída de 32,4 por ciento en 2009.
El comercio de mercaderías también creció 24 por ciento en 2010 y representó 3,2 por ciento del comercio mundial, un aumento de más de 2,1 por ciento respecto de 2000, cuando un impulso productivo puso fin a tres décadas de depresión económica, señala un estudio de CEPA y de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).
La UE es el mayor socio comercial de África y representó 35 por ciento de las importaciones y exportaciones en 2010. China y Estados Unidos compiten por el segundo lugar.
Los principales productos de exportación son el petróleo y los metales preciosos, en tanto el continente importa tecnología y equipos que nutren sus economías, incluidos teléfonos celulares.
Los gobernantes de la los 53 países que integran la Unión Africana aprobaron un "plan de acción" para promover el comercio regional y ofrecer un clima de producción más atractivo. La iniciativa de la UA propone el libre movimiento de personas y bienes, así como la cooperación multinacional para atender la lamentable situación de la infraestructura.
"Hay un esfuerzo colectivo actualmente para tratar de armonizar los sistemas y las estructura y reducir el tiempo y el costo de los traslados así como sus elementos de corrupción", dijo Jobarteh a IPS.
Pero los desafíos siguen siendo enormes.
El crecimiento económico y comercial sigue por debajo a los niveles previos a la crisis. Cuando las estadísticas describen un panorama positivo, la mayoría de los africanos no se benefician de él.
Una década de mejor situación económica "no se tradujo en una disminución mensurable del desempleo y la pobreza", señala el informe económico sobre África 2011, realizado por CEPA y la UA.
Salvo excepciones, muchos países africanos no ofrecen condiciones para atraer inversiones por la burocracia, el proteccionismo, inestabilidad política y mala infraestructura. El transporte y el sector bancarios son precarios.
África necesita más equilibrio, "no puede seguir viviendo del auge de la materia prima ni prever que va a durar para siempre", señaló Rob Davies, ministro de Comercio de Sudáfrica. "Tenemos que desarrollar más actividades con valor agregado", dijo a IPS.
Impulsada por el auge de los precios de las materias prima y la mala gobernanza, la corrupción atenta contra el desarrollo.
"Podemos hablar todo lo que queramos sobre atraer inversiones, pero amenos que podamos contener el flujo de capitales ilícitos, siempre vamos a estar rezagados", señaló Diarmid OSullivan, asesor europeo de la organización Global Witness, y exdirector de campaña de Transparencia Internacional.
La organización con sede en Gran Bretaña urgió a los países africanos a ser más transparentes en sus concesiones sobre hidrocarburos y minerales. También aspira a que reguladores europeos tengan mano dura con los bancos que facilitan los pagos ilícitos.
África puede hacerse más fuerte en el mundo si primero se fortalece en el ámbito local, señaló Stephen N. Karingi, uno de los autores del informe de CEPA y la UA. El desarrollo del comercio continental y las mejoras en los servicios e infraestructura regional prepararán a África para competir en el mercado internacional al tiempo que mejoran la calidad de vida.
"Esas son las cosas que harán que África pueda implementar estrategias de industrialización", dijo Karingi a IPS en entrevista telefónica.
Las naciones africanas con abundantes reservas de hidrocarburos y minerales se beneficiarán de las exportaciones. Pero las ganancias a largo plazo se encuentran más cerca, tanto en la cooperación para el desarrollo como para fomentar el comercio.
De ser así, los africanos podrán algún día fabricar teléfonos móviles y otros productos que ahora deben importar de Europa, Asia y otros mercados.