La escalada de violencia donde será la frontera entre Sudán del Norte y del Sur avivó los temores de una nueva guerra. Observadores sostienen que el problema obedece más al acceso al agua y las tierras que a los intereses por controlar las reservas locales de petróleo.
"La población sostiene que la tierra es más importante para los principales grupos tribales que el petróleo", dijo a IPS el profesor de ciencias políticas de la Universidad Americana de El Cairo, Ibrahim el Nur.
"Abyei es como Cachemira en términos de composición de la población. Las personas tienen vínculos históricos tanto con el sur como con el norte, compiten por fuentes de agua, como Kiir o Bahr el Arab, reclaman tierras de pastoreo y las fronteras son ambiguas", explicó.
La región, ubicada en un gran valle conocido como cuenca de Muglad, tiene 10.460 kilómetros cuadrados disputados entre el Norte y el Sur.
El Acuerdo General de Paz (CPA, por sus siglas en inglés) puso fin en 2005 a la guerra civil más prolongada de África. Además concedió a Abyei un estatus especial y pidió una Unidad Conjunta Integrada, compuesta por soldados del Norte y del Sur.
[related_articles]
Nueve meses antes del CPA fue suscrito el Protocolo de Abyei que habilitaba a los residentes a votar en un referendo el 9 de enero, pero la consulta se pospuso de forma indefinida tras una disputa entre las tribus misseriya y ngok dinka sobre quienes podían ser elegidos para decidir el futuro de la región.
El mayor oleoducto del Nilo fue un punto de confrontación entre ambos lados hasta que el Tribunal Permanente de Arbitraje, con sede en La Haya, concedió en 2009 al Norte el derecho de mantenerlo. La cañería atraviesa Abyei llevando más de un cuarto del crudo exportado por ese país, va de la central ciudad de Heglig al norteño Puerto Sudán, sobre el Mar Rojo.
"Cuando se descubrió petróleo en la cuenca de Muglad, Jartum también se opuso a realizar un referendo en Abyei y llevó a la cárcel a toda persona que hiciera campaña", dijo a IPS el experto Douglas Johnson.
"Los misseriya temían que si los ngok votaban por unirse al Sur, las restricciones de la policía de esa región, ya existentes en Bahr el Ghazal y la parte alta del Nilo, también se aplicarían a las áreas de pastoreo", apuntó Johnson, autor de "The Root Causes of Sudans Civil Wars" (Las causas de raíz de las guerras civiles de Sudán).
"La expansión de la agricultura mecanizada en la central provincia de Kordofan del sur" eliminó zonas de pastoreo. El resto sufre la presión del crecimiento del ganado de los misseriya y ngok", añadió.
El río Nilo, el más largo del mundo con 6.700 kilómetros, atraviesa 10 países en el noreste de África y es una fuente vital de agua para Egipto y Sudán.
La distribución de la Iniciativa de la Cuenca del Nilo, un acuerdo de cooperación para desarrollar el río entre los 10 países, está basado sobre contratos coloniales suscritos en los años 30.
El pacto suscrito en 1959 entre Sudán y Egipto para que el primero utilizara 23.000 millones de metros cúbicos de agua del caudal anual y el segundo 55.500 millones corre peligro con la secesión de Sudán del Sur.
"Para Egipto, el caudal del Nilo es una cuestión de vida o muerte. Toda medida tomada por un país que pueda afectar su curso alto podría ser motivo de guerra para esta nación. Por eso el derrocado régimen de Hosni Mubarak prefirió la agitación en Sudán a un gobierno fuerte capaz de usar el recurso compartido", añadió el profesor El Nur.
"Otra fuente de tensión en la región es el fenómeno de la apropiación de la tierra", indicó Hammou Laamrani, especialista en gestión de agua del Centro Internacional de Investigación y Desarrollo, con sede en El Cairo.
"Empresarios árabes y chinos invierten dinero en la agricultura de Sudán, lo que dificulta las negociaciones porque no es el Estado el que desarrolla el sector, son otros que producen con recursos locales y mandan la cosecha a sus países", dijo a IPS.
"En la etapa de transición de Sudán, todo parece ser motivo de conflicto, no sólo el agua, sino el petróleo, la tierra, el movimiento de población y el ganado", añadió.
En Sudán, el país más grande de África, el clima varía de árido en el norte y noroeste a uno de tipo tropical en el suroeste. En el occidente semiárido, el agua potable es escasa.
La lluvia, un recurso clave en ese país, disminuye de sur a norte variando de un promedio de 120 centímetros al año en el sur a menos de 10, en el norte.
Por el patrón de lluvias de Sudán, los misseriya, nómades del norte, dependen de los cursos de agua y de las praderas de los sedentarios ngok, quienes tienen vínculos históricos con el sur, para mantener su ganado en la estación seca.
"Los misseriya y los ngok desarrollaron diferentes especies, los primeros necesitaban animales que pudieran sobrevivir en el suelo caliente y arenoso al norte del cinturón de dunas que los separan de los ngok y, los de éstos últimos, debían estar adaptados a condiciones húmedas y pantanosas", añadió Johnson.
"El fin de la primera guerra civil y la creación de la región del Sur coincidió con una severa disminución de las lluvias en el centro del país, y los cursos de agua del sur y las paraderas se volvieron más importantes para los misseriya que antes de 1969", añadió.
"Si se observa la situación de la occcdiental provincia sudanesa de Darfur se ve que esas condiciones no están excluidas, el conflicto también se convirtió en una cuestión de agua y tierra", añadió Laamrani.
La crisis sudanesa llevó a la Unión Africana a realizar una cumbre de dos días, a partir del domingo en Adís Abeba, para discutir cuestiones clave con vistas a la independencia de Sudán del Sur, que incluyeron el retiro de efectivos, el despliegue de una patrulla de seguridad encabezada por el organismo y un acuerdo sobre el estatus regional de Abyei.