Una resolución sustentada en la crítica occidental a las matanzas de civiles en Siria puede toparse con la negativa de Rusia y China, dos de los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU, que amenazan con ejercer su poder de veto.
Si el Consejo, de 15 miembros, adopta la semana próxima esta resolución, la misma se verá diluida para evitar el tradicional reclamo de sanciones económicas o militares contra un país acusado de "aplastar despiadadamente" las protestas civiles.
"Es muy obvio que los rusos y los chinos están protegiendo sus propios intereses económicos y militares en Siria", dijo a IPS un diplomático asiático, "del mismo modo que las naciones occidentales tradicionalmente continúan protegiendo a Israel de toda forma de sanción".
Siria, que posee vibrantes lazos políticos, económicos y militares tanto con Rusia como con China, depende mucho de esos dos países para adquirir las armas que actualmente usa contra los manifestantes de la revuelta que ya lleva tres meses contra el gobierno del presidente Bashar al-Assad.
La mayoría de los vínculos económicos de Siria son con sus vecinos regionales, como Arabia Saudita y Turquía, dijo a IPS Daniel Darling, analista de mercados militares de Europa y Medio Oriente en Forecast International.
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Pero sus relaciones militares con China, y particularmente con Rusia, son fuertes, agregó.
Según él, las relaciones entre ambos se remontan a la era de la ex Unión Soviética y del padre del actual presidente, Hafez al-Assad (1930-2000). Durante las tres décadas de su mandato (1971-2000), los soviéticos (y luego Rusia) entregaron unos 25.000 millones de dólares en armas a Damasco.
Esto recargó al ejército sirio con material militar legado por soviéticos y rusos y que estos últimos continúan manteniendo y restaurando, mediante multimillonarios acuerdos.
Los proveedores tradicionales de Siria en materia armamentista también incluyen a China, la República Checa, Ucrania y Corea del Norte.
Expresando la oposición de su país a la resolución, el embajador ruso Vitali Churkin dijo a los periodistas: "No estamos persuadidos de que (la resolución) pueda ayudar a establecer el diálogo y a llegar a un acuerdo político".
"Nos preocupa que tenga el efecto opuesto", sostuvo.
La resolución, que fue "atenuada" para evitar los vetos de Rusia y China, es patrocinada por Gran Bretaña y co-patrocinada por Francia, Alemania y Portugal.
Gran Bretaña confía en poder conseguir los nueve votos necesarios para adoptar la resolución, siempre y cuando no haya vetos.
Se espera que Estados Unidos apoye la resolución que condena la "sistemática violación de los derechos humanos, lo que incluye matanzas, detenciones arbitrarias, desapariciones y torturas a manifestantes pacíficos".
Según un borrador que circula actualmente, la resolución también llama al gobierno sirio a "levantar inmediatamente el sitio de las poblaciones afectadas" y a permitir "el acceso inmediato, irrestricto y sostenido de controladores internacionales de derechos humanos, así como de agencias y trabajadores humanitarios".
La comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Navi Pillay, dijo el jueves que "es completamente deplorable que cualquier gobierno intente coaccionar a su población para que se someta, usando tanques, artillería y francotiradores".
"Urjo al gobierno (de Siria) a frenar este ataque contra los derechos humanos más fundamentales de su propio pueblo", dijo en un comunicado divulgado en la ONU (Organización de las Naciones Unidas).
Pillay también destacó que varias organizaciones no gubernamentales y otras reportan ahora que la cantidad de hombres, mujeres, niñas y niños asesinados desde que se iniciaron las protestas en marzo, ha superado los 1.100, con hasta 10.000 o más detenidos.
La comisionada exigió que el gobierno responda a sus reiterados pedidos de permitir que una misión investigadora visite el país.
Rusia y China también temen que una resolución fuerte pero ambigua del Consejo de Seguridad sobre Siria posibilite que las potencias occidentales la malinterpreten y lancen ataques militares, como hicieron con Libia.
En una sesión especial que tuvo lugar en abril, el Consejo de Derechos Humanos de la ONU, de 47 miembros, autorizó el envío de una misión a Siria para investigar las presuntas violaciones a las leyes internacionales sobre derechos humanos.
Pero Siria le negó el acceso a esa misión.
La resolución del Consejo de Derechos Humanos contó con el apoyo de 26 países y con la oposición de nueve, entre ellos China y Rusia.
"Hasta ahora no hemos recibido ninguna respuesta oficial de Siria, ni positiva ni negativa", dijo Pillay el jueves.
Mientras, Darling dijo a IPS que en las últimas tres décadas las armas rusas prácticamente inundaron Siria.
Los rusos firmaron un Tratado de Amistad y Cooperación con Siria en octubre de 1970.
Otrora, los rusos tenían entre 3.000 y 4.000 consejeros militares apostados en Siria, según informes de prensa.
Darling dijo que en enero de 2005 el Kremlin condonó unos 9.800 millones de dólares de una deuda de 13.400 millones que Damasco arrastraba desde la era soviética, cimentando así el camino para nuevos acuerdos armamentistas, muchos de los cuales incluyeron actualizaciones a plataformas ya en el servicio sirio, como sus MiG-21, -23 y -29.
Algunas de las ventas más recientes a Siria incluyen al sistema de defensa aérea de corto alcance y autopropulsado 96K6 Pantsir-S1E (conocido como SA-19 Grison según la designación de la Organización del Tratado del Atlántico Norte) y al sistema de misiles de mediano alcance Buk-2M Ural (SA-17 Grizzly).
Rusia también está creando una base naval en el puerto sirio de Tartus, y posiblemente otro en Latakia, dijo. El comercio militar de China con Siria no es tan voluminoso como el de Rusia, dijo Darling, pero provee a Damasco de misiles y de la tecnología correlativa a los mismos.
Entre 2002 y 2009 Rusia firmó acuerdos armamentistas por 5.800 millones de dólares con Siria, e hizo lo propio con China por 800 millones.
Sin embargo, entre 2006 y 2009 las ventas militares chinas a Siria se triplicaron en relación al cuatrienio previo.
El ejército sirio está ampliamente desactualizado, con armas pesadas de estilo soviético que pueden ser efectivas para intimidar a poblaciones civiles, pero que son presa fácil de enemigos más modernos, como los aviones israelíes.