Limpie el aire, enfríe el planeta y evite millones de muertes eliminando el hollín y el esmog, urge un informe presentado en esta ciudad alemana durante la conferencia de cambio climático de las Naciones Unidas.
Contaminantes aéreos como el carbono negro (hollín) y el ozono terrestre (esmog) se desprenden de la combustión incompleta de combustibles fósiles y de biomasa como la leña y el carbón vegetal.
Las naciones o bloques regionales pueden decidir implementar medidas que mejoren rápidamente la calidad de su aire y reduzcan las pérdidas de cultivos. Y, casi como un beneficio colateral, esos esfuerzos pueden hacer mucho por enlentecer el ritmo del recalentamiento planetario, señala un informe de evaluación científica divulgado en las negociaciones de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, que se desarrollan hasta el 17 de este mes en Bonn.
"Un tercio del calentamiento global actual se debe a las emisiones de carbono negro, metano y ozono terrestre", dijo Joseph Alcamo, científico jefe del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA).
El informe, titulado "Integrated Assessment of Black Carbon and Tropospheric Ozone" (Evaluación integrada de carbono negro y ozono troposférico), muestra que reducir las emisiones de estos contaminantes es un poderoso complemento de los esfuerzos para reducir las emisiones de dióxido de carbono, dijo Alcamo en una conferencia de prensa.
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Si la comunidad mundial implementa plenamente las medidas de limpieza, puede reducir en 0,5 grados el cambio climático futuro para entre 2030 y 2040, concluye el informe. Éste es un ingrediente clave en el extraordinario desafío de impedir que el aumento de las temperaturas mundiales sobrepase los dos grados, sostiene el coautor del informe, Johan Kuylenstierna, director del Instituto de Estocolmo para el Medio Ambiente de York, Gran Bretaña.
Los científicos que están detrás del informe, coordinado por el PNUMA y la Organización Meteorológica Mundial, también señalan numerosas oportunidades en materia de salud pública y seguridad alimentaria.
El ozono terrestre y delgadas partículas, entre ellas las de carbono negro, se vinculan a muertes prematuras, principalmente por enfermedades cardiacas y cáncer de pulmón, junto con otros males como bronquitis y bajo peso al nacer.
Tanto el ozono terrestre como el carbono negro pueden también reducir sustancialmente el crecimiento de cultivos, árboles y otras plantas. Implementar las medidas contenidas en el reporte puede evitar pérdidas anuales de hasta 50 millones de toneladas en los rendimientos anuales, estiman.
Las medidas de limpieza "para hacer esto existen y están en uso en muchos lugares. Es necesario que se las implemente de modo muy amplio a fin de lograr el pleno beneficio climático", dijo Kuylenstierna a IPS.
El carbono negro u hollín se desprende de la quema ineficiente de combustibles fósiles y biomasa como la leña y el carbón vegetal. Para abordar esas emisiones, el informe, recomienda el uso generalizado de filtros en los motores diésel para retener estas partículas.
El estudio presentado en Bonn también recomienda eliminar los vehículos y motores diésel más antiguos, que son altamente contaminantes. Reemplazar las cocinas a leña y hornos por versiones más nuevas y limpias mejorará drásticamente la calidad del aire en espacios cerrados y abiertos, dijo Kuylenstierna.
El ozono troposférico, más comúnmente conocido como esmog, es consecuencia de las emisiones de metano, óxido de nitrógeno y otros productos que se liberan durante la combustión. El resultado es un poderoso gas de efecto invernadero, y según el estudio las principales medidas para reducir su formación incluyen capturar el metano que emiten los rellenos sanitarios, la producción y el transporte de carbón, petróleo y gas y, en menor proporción, el ganado.
Alentar el uso de compost (abono orgánico) es una solución barata para reducir las emisiones de los rellenos sanitarios, aunque se está generalizando la captura de metano para utilizarlo como fuente de energía.
"En algunas ciudades indias, los autobuses a diésel se han convertido para usar gas natural", dijo Surya Sethi, negociador de la delegación de India.
"La conversión a cocinas más limpias no ha ocurrido en un grado importante", señaló Sethi.
Los costos y la falta de programas efectivos para llevar esto a las áreas rurales, además de la inercia institucional, son algunas de las barreras que se interponen ante su implementación, agregó.
Con el beneficio significativo para la protección del clima mundial documentado en el informe, Sethi dijo que espera que estas medidas se consideren prioritarias y tengan acceso a nuevo financiamiento internacional.
Kuylenstierna no ve que se estén realizando esfuerzos para reducir el hollín y el esmog como parte del proceso de la Convención Marco. El carbono negro y el ozono terrestre causan el recalentamiento planetario, pero sus efectos se miden en días o meses, mientras que el dióxido de carbono emitido hoy continuará calentando la atmósfera durante siglos.
Pero tal vez lo más importante sea que la lentitud de estas negociaciones climáticas internacionales las vuelven un foro inadecuado para los contaminantes con "impactos que son locales, aquí y ahora", dijo.
Un enfoque regional funcionaría mejor, sugirió.
Las naciones del sudeste asiático podrían trabajar juntas para implementar estas medidas, dado que la región entera se beneficiaría. El carbono negro es conocido por afectar el calendario de los monzones y por acelerar el derretimiento de los hielos del Himalaya, fuente de agua crucial para la región, señaló.
Ninguna de estas medidas es nueva. De muchas de ellas se habló durante años, pero todavía no han tenido una implementación generalizada: decenas de miles de cocinas se convirtieron en decenas de millones.
Con la esperanza de cambiar esto, un informe de seguimiento se emitirá en la 17 Conferencia de las Partes de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP 17), que tendrá lugar a fin de año en Durban.
"Éste es un informe científico muy convincente", dijo Emi Hijino, líder de la delegación climática de Suecia.
"Nos gustaría anunciar nuestro apoyo al desarrollo de un plan de acción sobre cómo implementar las medidas recomendadas", señaló.
Ese esfuerzo implicará una evolución de políticas y hará "recomendaciones relevantes en materia de políticas" para la implementación de una base regional que ayude a los gobiernos a dar los siguientes pasos hacia una rápida acción contra estos contaminantes aéreos, concluyó Hijino.