Israel persigue a los David palestinos

«Padre, ¡ayúdeme! No deje que me lleven», gritó Ahmed Siyam, de 12 años, mientras unos 50 soldados y policías israelíes fuertemente armados lo arrastraban, lo esposaban y le vendaban los ojos. Estaba acusado de lanzar piedras.

Niños palestinos heridos por gases lacrimógenos lanzados por israelíes. Crédito: Mel Frykberg/IPS
Niños palestinos heridos por gases lacrimógenos lanzados por israelíes. Crédito: Mel Frykberg/IPS
El mes pasado, Ahmed fue sacado de su cama a las cuatro de la mañana por las fuerzas de seguridad lideradas por agentes del Shin Bet, la agencia de inteligencia interna israelí.

Fue llevado a una estación policial en Jerusalén occidental, acusado de lanzar piedras contra soldados israelíes y policías en enfrentamientos con jóvenes palestinos en el volátil barrio de Silwan, de Jerusalén oriental.

Silwan se ha transformado en un punto habitual de enfrentamientos entre jóvenes palestinos y colonos judíos, estos últimos apoyados por soldados israelíes.

Cientos de palestinos han sido expulsados de sus hogares en Jerusalén oriental para hacer espacio para las colonias judías. Muchos hogares han sido destruidos, y decenas más están bajo amenaza. Todo esto viola el derecho internacional.
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Cuando los soldados llegaron por primera vez, el padre de Ahmed, Daoud, se negó a abrir la puerta y exigió que se le presentara una orden de cateo o de arresto.

"Pero amenazaron con romper la puerta si no abría. Me preguntaron dónde estaba Ahmed y les pregunté por qué lo querían. Me dijeron que me callara y me atacaron", contó Daoud a IPS.

"Luego fueron al dormitorio de Ahmed y lo arrastraron hasta un vehículo policial que se encontraba afuera. No le dijeron a dónde lo llevaban y me impidieron acompañarlo", añadió.

"A la mañana siguiente, después de mis frenéticas llamadas telefónicas, averigüé que Ahmed era retenido en el Complejo Ruso (una estación policial). Cuando fui allí no me dejaron ver a mi hijo, e incluso negaron que estuviera allí", contó.

"Finalmente, luego de llamar a mi abogado, pude verlo varias horas después. Se lo veía muy traumatizado, y estaba llorando", recordó Daoud.

"Me asusté. No podía ver a dónde íbamos, y mis manos estaban esposadas muy fuerte detrás de mi espalda. En la estación policial se negaron a darme agua cuando les dije que tenía sed, y cuando les pedí para ir al baño me patearon. Me interrogaron por horas y me acusaron de lanzar piedras, lo que negué", dijo Ahmed a IPS.

Dos semanas antes, el primo de Ahmed, Ali Siyam, de siete años, había sido arrestado en circunstancias similares y también acusado de lanzar piedras. Cuando su padre Muhammad intentó detener a la decena de uniformados israelíes que querían llevarse a su hijo, estos lo golpearon en la cabeza, y necesitó asistencia hospitalaria.

La tía de Ali recibió un disparo en la pierna con una bala de goma cuando intentaba intervenir, y también necesitó asistencia en un sanatorio. Los padres de Ali no pudieron acompañar a su hijo a la estación, y cuando se hicieron presentes en el Complejo Ruso, la policía negó que el niño estuviera detenido.

Cuando la abogada israelí de Ali, Lea Tzemel, intentó visitarlo en la cárcel, los guardias se lo impidieron y fue detenida. Luego de una discusión, logró acceder al niño, y éste fue liberado varias horas después.

Mientras, a Ahmed se le ordenó un arresto domiciliario y le impidieron asistir a la escuela, mientras la investigación policial continúa. Debe acudir a la justicia el mes próximo, acusado de lanzar piedras.

La organización Defensa de Niños y Niñas Internacional (DNI) informó que la policía israelí abrió 1.267 casos penales contra menores palestinos entre noviembre de 2009 y octubre de 2010 por lanzar piedras en Jerusalén oriental.

Por su parte, el grupo B’tselem informó que 31 de esos niños eran de Silwan.

"Cincuenta por ciento de esos niños y niñas fueron interrogados sin la presencia de sus padres o de un abogado, y muchos fueron amenazados o atacados", dijo a IPS Gerard Horton, abogado de la DNI.

"Muchos de los niños recibieron gritos, fueron abofeteados y empujados, a veces pateados y golpeado durante los interrogatorios, y obligados a hacer declaraciones de dudosa precisión. Algunos fueron amenazados con más violencia", dijo Horton.

"Esos niños fueron sacados de sus hogares en medio de la noche, muchos esposados y vendados", añadió. "Fueron interrogados horas después, y para entonces ya estaban traumatizados y desorientados, sin posibilidad de resistir la presión".

La situación de las niñas y los niños palestinos en Cisjordania es aun peor, pues están sometidos a la ley militar. Menores pueden permanecer detenidos por ocho días antes de ser llevados a un tribunal castrense.

"Tuvimos un caso en el que tres niños fueron objeto de burlas mientras tenían sus manos atadas a sus espaldas y eran interrogados por policías israelíes en uno de los asentamientos. A otros los amenazaron con que harían estallar sus hogares, y varios fueron amenazados con ser violados", dijo Horton a IPS.

Más de 25 niños palestinos han sido arrestados en Silwan en las últimas semanas.

Milad Ayyash, de 17 años, fue abatido en mayo por un guardia de seguridad israelí que arguyó que el joven estaba involucrado en enfrentamientos.

El año pasado fue difundido un polémico vídeo que mostraba a un colono israelí de Silwan conduciendo su vehículo deliberadamente contra un niño palestino, que supuestamente lanzaba piedras. Las imágenes fueron usadas por la compañía fabricante del coche como muestra de su resistencia, lo que causó indignación.

El niño fue hospitalizado con fracturas, y luego arrestado. No se presentaron cargos contra el conductor.

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