Cuando la crisis política de Costa de Marfil llegó a su fin comienzos de abril, se esperaba que la vida en este país del oeste africano regresaría a la normalidad tarde o temprano.
Pero los enfrentamientos originados en unas disputadas elecciones presidenciales fueron seguidos por una profunda crisis humanitaria que aún no ha sido superada.
La Oficina para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCAH), de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), informó que cientos de miles de civiles seguían desplazados más de dos meses después de que el ex presidente Laurent Gbagbo aceptara abandonar el cargo.
Gbagbo se resistía a dejar la Presidencia a pesar de haber sido derrotado por su rival Alassane Ouattara en los comicios de noviembre pasado, avalados por la ONU.
Según el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur), unos 142.000 marfileños permanecen en la vecina Liberia, mientras que la OCHA ha provisto alimentos y medicinas a más de 100.000 hogares.
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Pero de todos los grupos vulnerables en el país, los más afectados son casi un millón de niños y niñas.
El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) y la organización no gubernamental Save the Children, con sede en Estados Unidos, participan activamente de la iniciativa "Regreso a la escuela", apoyada por el Ministerio de Educación marfileño.
Jordan Naidoo, consejero de Unicef, dijo a IPS que el sistema educativo en Costa Marfil se había visto duramente afectado desde la crisis.
Aunque estaba previsto que las escuelas retomaran sus actividades el 3 de enero, un llamado a la desobediencia civil realizada por la coalición partidaria de Ouattara las mantuvo cerradas en las zonas centro, norte y oeste.
Como consecuencia, al menos 80.000 niños y niñas se perdieron entre cuatro a seis meses de clases.
Además, las escuelas en Abiyán fueron clausuradas cuando estallaron violentos combates entre ambas partes en marzo.
"Unicef estima que un millón de niños y niñas han visto su educación severamente afectada por la crisis post electoral", dijo Naidoo.
No obstante, es esperanzador ver que 85 por ciento de los alumnos volvieron a los salones de clase en los últimos dos meses.
"Pero no podemos olvidar que 250.000 no han regresado, y otro millón (nunca ha ido a la escuela). Nuestra misión en este momento es asegurar que cada uno de los niños vaya de nuevo a estudiar. Después de todo, es su derecho", dijo.
Guy Cave, director de Save the Children para Costa de Marfil, afirmó que la educación era un derecho para todos los niños y niñas, y esencial para el desarrollo.
Un millón de niños ya habían abandonado las clases antes de la crisis, y cientos de miles no pudieron acudir a las escuelas por varios meses, añadió Cave.
Consultado sobre la situación de los maestros, la infraestructura y los artículos escolares, Naidoo dijo a IPS que muchos profesores han huido por la violencia, los edificios están destruidos y las provisiones se han perdido, han sido robadas o fueron destruidas durante el conflicto.
Unicef registró 224 ataques contra escuelas en el país, de las cuales 180 fueron saqueadas, 23 ocupadas por fuerzas militares y 20 dañadas por disparos de mortero.
"Hay una urgente necesidad de inversiones en infraestructura, muebles escolares y materiales de estudio", señaló Naidoo.
Apenas 16,9 por ciento de las escuelas en el centro, norte y oeste tienen el número suficiente de pupitres, y sólo 21,5 por ciento poseen baños que funcionen. La mayoría de los colegios carecen de agua potable.
No obstante, sostuvo que las crisis a veces proveen oportunidades para avanzar, y señaló que Unicef trabajaría con socios para mejorar el acceso a la educación para todos los niños y niñas, garantizando ambientes de aprendizaje seguros.
Consultado sobre cómo Unicef planeaba alcanzar su objetivo de ayudar a que los niños marfileños regresaran a la escuela, Naidoo indicó que se realizaban esfuerzos con otras agencias para evaluar las necesidades de los refugiados marfileños en la frontera con Liberia, así como apoyar las planificaciones educativas en los dos países.
La semana pasada, Unicef y el Ministerio de Educación organizaron un taller para lanzar la iniciativa "Regreso a la escuela", dirigida a un millón de niños.
La iniciativa busca mejorar los ambientes de aprendizaje, proveer materiales educativos, reparar infraestructura, capacitar a maestros y brindar apoyo psicológico.