Egipto rechazó de plano las condiciones impuestas por el Fondo Monetario Internacional (FMI) para otorgarle el préstamo solicitado de 3.000 millones de dólares porque entiende que violan la soberanía nacional y atendiendo a la presión ejercida por manifestaciones callejeras.
El general Sameh Sadeq, integrante del consejo militar gobernante, señaló que se habían suspendido otros paquetes que se negociaban con el Banco Mundial por "cinco condiciones que atentaban contra los principios de soberanía nacional", informaron varios periódicos locales.
Pero no dio más detalles sobre el asunto.
De haber aceptado, Egipto hubiera sido el primer país beneficiario de fondos del FMI en Medio Oriente tras la Primavera Árabe, levantamiento popular contra los regímenes autoritarios respaldados por Occidente iniciado el año pasado.
El FMI anunció en mayo, en el marco de la cumbre del Grupo de los Ocho (G-8) países más ricos del mundo que podía otorgar 35.000 millones de dólares a los estados de Medio Oriente en los próximos años.
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El presidente del Grupo del Banco Mundial, Robert B. Zoellick, anunció ese mismo mes que podía otorgar 6.000 millones de dólares en dos años a Egipto y Túnez para contribuir a modernizar sus economías.
Egipto hubiera recibido 4.500 millones de dólares de ese paquete.
Los movimientos revolucionarios comenzaron en esos dos países antes de propagarse por la región.
La declaración que hizo el martes el general Sadeq contradijo a las del primer ministro Essam Sharaf y del ministro de Finanzas, Samir Radwan, sobre que los préstamos no tenían condiciones.
Los funcionarios ocupan el cargo de forma interina desde el derrocamiento del presidente Hosni Mubarak el 11 de febrero de este año.
Los dos defendieron públicamente la necesidad de préstamos para espantar el fantasma del déficit, principal argumento de muchos países que solicitan la asistencia de los ambos organismos multilaterales de crédito.
La decisión fue anunciada el viernes por los gobernantes militares que asumieron tras la salida de Mubarak. Algunas de las condiciones impuestas anteriormente por el FMI y el Banco Mundial incluían la privatización de bancos y un recorte masivo de los subsidios a la energía y a los alimentos ya habían molestado a la población.
El ministro de Finanzas tuvo que dar marcha atrás y escribió en su sitio de Internet que la decisión de rechazar los préstamos siguió al "debate público y a las consultas con el Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas" (CSFA), al frente del gobierno interino.
También informó que tras modificar el déficit presupuestal, éste quedó en 22.400 millones de dólares, respecto de los 28.400 millones de dólares previstos antes de aceptar el préstamo del FMI.
El CSFA, que cumple funciones presidenciales hasta que se elija el nuevo parlamento en septiembre, señaló que los fondos locales y regionales permiten no recurrir a las instituciones multilaterales de crédito.
"Se puede cubrir el déficit con el mercado local y con préstamos y asistencia de naciones amigas y otras instituciones internacionales", reza la declaración del Ministerio de Finanzas.
En las últimas semanas, Arabia Saudita, Estados Unidos, Qatar, entre otros, prometieron grandes sumas de dinero a Egipto.
Los bancos locales pueden cubrir fácilmente el déficit, señaló Moustapha Abdelsalam, especialista del diario de negocios Al Alam Alyoum. El gobierno puede conseguir 20.000 millones de dólares en el ámbito doméstico.
La decisión del CSFA siguió a las protestas populares. Varios activistas alertaron que con los nuevos préstamos, Egipto podría quedar sujeto a las condiciones del Banco Mundial y del FMI así como a la presión exterior, lo que muchas personas esperan que haya terminado con la revolución.
"Los préstamos del exterior contradicen los principios de la revolución que reclamaban ser libres de toda presión, local y extranjera", reza una declaración del Consejo de Administración Revolucionaria, una organización no gubernamental formada tras el derrocamiento de Mubarak por defensores de la democracia que se enfrentaron a las fuerzas de seguridad del régimen.
"El pueblo egipcio que está por comenzar una nueva era no quiere hacerlo con nuevos préstamos. Preferimos pasar hambre antes que mendigar a esas instituciones", añade el comunicado.
Sorprendió la solicitud del gobierno interino de Sharaf porque está por seis meses y no tiene suficientes potestades. Fue criticado por tomar esa decisión careciendo de representación popular.
El FMI anunció este mes que había llegado a un acuerdo con Egipto sobre un paquete de 3.000 millones de dólares en un plazo de 12 meses para respaldar un programa de cambios económicos en este país.
El Banco Mundial, el FMI y otros bancos multilaterales de desarrollo anunciaron la "Asociación Deauville para Medio Oriente" para otorgar préstamos a otros países de la región, en el marco de la cumbre del G-8 realizada en mayo en esa ciudad francesa.
El Banco Mundial prometió 4.500 millones de dólares a Egipto para los próximos dos años para atender la disminución de las reservas y el presupuesto y financiar los cambios económicos para fortalecer sus proyectos de inversión y de créditos.
Resta por ver si estás vez, los países de la región seguirán el ejemplo de Egipto.