En los esfuerzos de colaboración entre países en desarrollo «somos todos socios», dijo a IPS Josephine Ojiambo, embajadora de Kenia ante la ONU y presidenta del Comité de Alto Nivel de la Asamblea General sobre Cooperación Sur-Sur.
Este tipo de cooperación "específicamente se aleja de la relación donante-cliente", añadió.
El apoyo de los donantes tradicionales a los llamados países menos adelantados (PMA) es por lo general "menos que adecuado", mientras que el intercambio de recursos, tecnología, conocimiento y mejores prácticas entre las propias naciones del Sur gana impulso, destacó Ojiambo.
Mientras se desarrolla en Estambul la Conferencia de las Naciones Unidas sobre los Países Menos Adelantados (LDC-IV), IPS habló con Ojiambo sobre cómo las soluciones entre las propias naciones en desarrollo pueden complementar la cooperación Norte-Sur.
IPS: ¿Qué hace que la cooperación Sur-Sur sea útil para los PMA?
JOSEPHINE OJIAMBO: Los países del Sur son una impresionante fuente de soluciones a los desafíos del desarrollo, especialmente de los PMA. La cooperación Sur-Sur ofrece nuevas ideas concretas, modelos y prácticas para los PMA, y por tanto proveen grandes oportunidades adicionales.
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Además, los países del Sur tienden a ofrecer tecnologías y soluciones más apropiadas para las necesidades especiales y circunstancias de los PMA, debido a sus similitudes en ambiente, contexto y curso de desarrollo.
Las naciones del Sur, más allá de su tamaño o nivel de desarrollo, tienen algo para presentar sobre la mesa. Hoy, cuando los PMA participan de negociaciones internacionales como grupo, pueden hacer oír una voz más fuerte a la vez de ofrecer tecnologías apropiadas, modelos agrícolas y otras soluciones exitosas.
Los países del Sur ahora están en el centro de la nueva geografía del comercio internacional, como productores, comerciantes y consumidores en los mercados globales,
La inversión extranjera directa (IED) Sur-Sur alcanzó un pico de 187.000 millones de dólares en 2008 (14 por ciento de la IED global), cuando en 1990 era de 12.000 millones (cuatro por ciento del nivel mundial). Los PMA recibieron 40 por ciento de la IED de las naciones del Sur.
IPS: ¿Ayudan las potencias emergentes del Sur —China, Brasil, India y Sudáfrica—, a los PMA? ¿Cómo?
JO: Muchos países en desarrollo han adquirido sustancial conocimiento, capacidad y experiencia para crear instituciones dinámicas exitosas destinadas a la administración social y económica, así como para el desarrollo de la ciencia, la tecnología y la administración ambiental.
Hay potencial para compartir experiencias concretas entre las naciones del Sur. Un escenario en el que todos ganan.
Algunos ejemplos exitosos son la iniciativa Bolsa Familia, para aliviar la pobreza en Brasil, y el Programa Nacional Alimento por Trabajo, en India, así como las políticas de liberalización adoptadas por China. Son prácticas potencialmente útiles que pueden ser replicadas en otros países.
China e India también tienen estrategias en África, algo importante dado el gran número de PMA en ese continente.
IPS: ¿Qué papel deben desempeñar los países del Norte?
JO: La cooperación Sur-Sur no reemplaza la cooperación Norte-Sur. Opera sobre principios muy diferentes de la ayuda de los donantes. No sólo engloba los flujos financieros, como los préstamos y programas para proyectos sociales y de inversión en infraestructura, sino que también incluye el intercambio de experiencias, tecnología y capacidades, acceso preferencial a mercados y apoyo e inversiones, transmitiendo y estimulando similares tipos y niveles de desarrollo, generando empleo y construyendo capital y capacidad.
Sin embargo, a pesar de los rápidos progresos en la cooperación Sur-Sur en escala, alcance y dimensión, hay también limitaciones. Los países del Sur, particularmente los PMA, afrontan grandes desafíos en términos de alta prevalencia de pobreza, desnutrición y desempleo, serios déficit en infraestructura y capacidades productivas, y el impacto de golpes externos.
La cooperación Norte-Sur y las sociedades triangulares siguen siendo fundamentales en este sentido.
Las oportunidades de desarrollo pueden ser llevadas a la mesa a través de mecanismos multilaterales, como el Fondo de las Naciones Unidas para la Cooperación Sur-Sur, administrado por la Unidad Especial para la Cooperación Sur-Sur del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo.
El sistema multilateral de desarrollo puede ser un puente entre países del Sur y socios del Norte, puede movilizar a los donantes y ser un catalizador para las naciones industrializadas y en desarrollo para que intervengan cuando y donde lo necesiten.
IPS: ¿Cuáles son los límites de la cooperación Sur-Sur para apoyar a los PMA y por qué?
JO: El financiamiento y los recursos tienen límites significativos. En los últimos años, durante las crisis financieras, los PMA expresaron su temor de que incluso los pasados avances en el desarrollo se pierdan.