AL QAEDA: Red golpeada, pero no acabada

Fuentes del gobierno de Estados Unidos creen que el funcionamiento de la red extremista Al Qaeda no se verá alterado con la ausencia de su líder, Osama bin Laden, abatido por un comando estadounidense en Pakistán.

Festejos en Washington tras el anuncio de la muerte del líder de Al Qaeda, Osama bin Laden. Crédito: Aprille Muscara/IPS
Festejos en Washington tras el anuncio de la muerte del líder de Al Qaeda, Osama bin Laden. Crédito: Aprille Muscara/IPS
En medio de la noche en Abbottabad, a poco más de 50 kilómetros al norte de Islamabad, fue asesinado Osama bin Laden en un complejo protegido por una pared de cinco metros y medio de alto y alambre de púa. El líder de Al Qaeda resistió hasta el final, según funcionarios estadounidenses, tal y como había dicho que lo haría.

"La muerte de Bin Laden es el logro más significativo hasta ahora de nuestro país en su esfuerzo por liquidar a Al Qaeda", declaró el presidente de Estados Unidos, Barack Obama el domingo de noche en un discurso sorpresa.

"Pero su muerte no es el final", apuntó. "No hay duda de que Al Qaeda seguirá atacándonos. Tenemos que permanecer alertas en nuestro territorio y en el exterior, y lo estaremos", añadió.

Las primeras reacciones de dirigentes políticos, legisladores y observadores de este país fueron las de calificar la muerte Bin Laden de "victoria". Hubo también festejos callejeros espontáneos en Washington, cerca de la Casa Blanca, y en Nueva York, en Times Square y la Zona Cero.
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"La lucha contra el terrorismo proseguirá, pero esta noche Estados Unidos lanzó un mensaje inconfundible: no importa cuánto demore, habrá justicia", declaró el domingo el expresidente George W. Bush (2001-2009).

La operación que puso fin a la vida de Bin Laden, un ataque lanzado por un pequeño grupo de efectivos estadounidenses desde un helicóptero, llevó años de preparación, de hecho, hace una década que se busca.

La maniobra se realizó en el aniversario de los atentados del 11 de septiembre de 2001 contra Nueva York y Washington, que cambiaron la política exterior de Washington en el gobierno George W. Bush (2001-2009), quien lanzó la "guerra contra el terrorismo".

Altos funcionarios de la Casa Blanca reconocieron que es posible que sigan represalias en venganza por la muerte de Bin Laden, pero remarcaron que Estados Unidos tomará "todas las precauciones posibles" para proteger a los ciudadanos estadounidenses.

Varios especialistas dudan de que la ausencia del jefe de Al Qaeda vaya a cambiar de alguna forma significativa las operaciones de la red dado el papel bastante figurativo que desempeñó en los últimos años.

Otro asunto importante es el impacto de la operación encabezada por Estados Unidos "en lo más profundo de Pakistán", como la calificó Obama, dadas las ya tensas relaciones entre ambos países.

Islamabad no sabía nada de la operación que mató a Bin Laden, llevada a cabo antes del amanecer, para garantizar la seguridad y el éxito de la misma, informaron altos funcionarios estadounidenses.

"No compartimos esto con nadie, ni siquiera con Pakistán", declaró un funcionario de la Casa Blanca tras el discurso de Obama. "Consideramos que era esencial para la seguridad de nuestro personal. Poco después de la incursión hablamos con autoridades pakistaníes para informarles de la situación", añadió.

"Hace años que dejé claro que tomaríamos medidas dentro de Pakistán si nos enterábamos que Bin Laden estaba allí", declaró Obama. "Por eso lo hicimos", agregó.

El viernes 29 de abril, Obama dio luz verde a la operación ocho meses después de que la inteligencia estadounidense hubiera ubicado a un mensajero protegido de Jalid Shaij Mohammad, quien planeó los atentados del 11 de septiembre y uno de los pocos hombres de confianza de Bin Laden.

Siguieron al mensajero hasta un complejo muy protegido, más de lo habitual para una residencia en Abbottabad, a sólo 700 metros de la Academia Militar de Pakistán, el corazón simbólico de las fuerzas armadas y un centro de entrenamiento medular.

Abbottabad es una ciudad de la provincia de Khyber Pakhtunkhwa, noroeste de Pakistán, de camino a los territorios montañosos y que tiene tres regimientos del ejército.

"Quedamos muy sorprendidos por lo que vimos", señaló un alto funcionario estadounidense al describir el "complejo extrañamente único" y ubicado en un terreno ocho veces más grande que las viviendas vecinas y al final de un camino sucio y estrecho en una área relativamente apartada.

Valuado en un millón de dólares, el complejo estaba protegido por altos muros, pero no tenía Internet ni teléfono, recordó el funcionario.

"La inteligencia llegó a dos conclusiones", indicó otro funcionario. Primero que había un "objetivo de alto valor" y, segundo, "era muy probable que se tratase de Osama bin Laden".

"Nuestra mejor evaluación, basada sobre varios informes de diversas fuentes fue que Bin Laden residía allí con varios integrantes de su familia", apuntó.

No se informó a Islamabad del ataque en Abbottabad, donde también murieron tres hombres adultos y una mujer. Hubo otras dos que quedaron heridas, según funcionarios de la Casa Blanca.

Pero "es importante señalar que nuestra cooperación antiterrorista con Pakistán nos ayudó a llegar a Bin Laden y al complejo donde se escondía", señaló Obama en su discurso.

"De hecho, Bin Laden también le declaró la guerra a Pakistán y ordenó ataques contra el pueblo pakistaní", añadió.

"Llamé al presidente Zardari y mi equipo también habló con sus contrapartes pakistaníes", señaló Obama. "Están de acuerdo que es un día histórico para los dos países. Es esencial que Pakistán siga con nosotros en la lucha contra Al Qaeda y sus células, añadió.

Pero la respuesta de Pakistán no fue ni de cerca festiva. Las relaciones bilaterales siguen frágiles debido a denuncias de víctimas civiles por los ataques de Estados Unidos con aviones no tripulados y las protestas de los últimos meses por las operaciones militares de este país.

El presidente de Afganistán, Hamid Karzai, así como su opositor, Abdullah Abdullah, aprovecharon la oportunidad para distanciar a Kabul de Bin Laden.

"Ahora quedó probado que Al Qaeda y otras organizaciones terroristas no se refugian en Afganistán, sino en Pakistán", declaró Abbdullah.

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