La sudoccidental ciudad siria de Deraa está cercada. Tanques y soldados controlan todos sus accesos. Los comercios han sido cerrados y nadie se anima a caminar por los mercados, hoy convertidos en zona de tiro para francotiradores.
Atrapados y aterrorizados dentro de sus hogares, sus habitantes se están quedando sin alimentos ni agua potable. Muchos tanques de agua fueron dañados por disparos y ahora están vacíos.
La electricidad fue cortada, así como todas las líneas de teléfonos e Internet, vital para la transmisión de imágenes de la represión del régimen contra los manifestantes.
Incapaz de acabar con las protestas contra su gobierno ni con policía secreta, matones o fuerzas especiales de la división militar de su hermano—, el presidente sirio Bashar Al Assad decidió enviar miles de soldados con armas pesadas a Deraa para una operación que no desea que el resto del mundo vea.
«No tenemos electricidad ni agua, y no pudimos llevar a los heridos a clínicas», dijo Abdalá, un residente de 26 años de Deraa, quien llegó a Damasco este viernes y habló con un periodista. «Una unidad del ejército comenzó a sacar a los heridos y los cuerpos de las calles».
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Aunque casi todos los canales de comunicación con Deraa han sido cortados, Al Jazeera reunió testimonios de primera mano sobre la situación en la ciudad de parte de residentes que lograron escapar del cerco.
El panorama es terrible debido a las acciones de la policía secreta y los francotiradores. Tanto manifestantes como soldados resultan heridos en enfrentamientos, y hay aparentes divisiones dentro de las propias fuerzas del régimen.
Al hablar con Al Jazeera el miércoles por la tarde, un residente de Deraa que se identificó como Nimr Al Deraawi señaló que los pobladores tenían miedo a salir de sus casas por los francotiradores y por lo que parecía ser una batalla en la ciudad.
«Si sacas la cabeza por la ventana recibes un balazo», dijo. «Las casas en la autopista de Yarmouk han sido destruidas. Mi hogar fue atacado con metralla. Seis farmacias han sido incendiadas y el ejército ocupó todos los hospitales», añadió.
Liderando el ataque contra Deraa están las fuerzas de elite de la Cuarta División del ejército, comandadas por el hermano del presidente, Maher Al Assad, quien desplegó sus tropas desde los primeros días del levantamiento popular, según múltiples versiones de testigos.
«Visten de negro, son grandes y musculosos», dijo un residente. «Llevan una cinta roja en el hombro. Los he visto por las noches, y miembros de mi familia también me los describieron».
«El 8 de abril, cuando fueron asesinados 25 manifestantes desarmados, la población de Deraa directamente responsabilizó a la Cuarta División de las muertes. «Maher cobarde, lleva a tus perros al Golán», entonaban los participantes de las protestas, en referencia al territorio sirio ocupado por Israel.
Las fuerzas contraterroristas del régimen también habrían sido enviadas, según Deraawi, quien además dijo haber visto tanques disparando y otros cuatro incendiados.
El lunes hubo informes no confirmados de unidades militares sirias enfrentándose entre sí en Deraa cuando soldados se negaron a abrir fuego. También hubo varios informes no confirmados de la oposición denunciando asesinatos de oficiales militares que se solidarizaron con los manifestantes.
La semana pasada, la agencia de noticias estatal SANA informó las muertes del general Abdo Khodr Tellawi, sus dos hijos y su sobrino. SANA señaló que fueron asesinados «a sangre fría» por «bandas criminales armadas».
El lunes, el Christian Science Monitor informó que activistas de la oposición responsabilizaban a los servicios de inteligencia.
Abdalá, quien llegó a Damasco desde Deraa el miércoles, confirmó que aún se producían intercambios de disparos.
«El ejército parece estar luchando contra algunos grupos armados, porque había disparos de ambas partes», indicó. «No puedo decir cuál es la otra parte, pero puedo decir que es difícil que sean civiles».
Abdalá señaló que los enfrentamientos parecían estar agravándose. Cuando dejó la ciudad para ir a Damasco vio líneas de camiones y tanques dirigiéndose hacia el sur. «Están preparando una gran operación. Aún no ha terminado», afirmó.
El régimen informó haber enviado su ejército el lunes a Deraa para combatir a «grupos terroristas extremistas», según SANA.
«Frente a la superioridad militar del Estado y su disposición a usar la fuerza, la oposición se verá forzada a optar por medios militares también», opinó el académico estadounidense y experto en temas sirios Joshua Landis, director del Centro para Estudios de Medio Oriente en la Universidad de Oklahoma.
«Los líderes de la oposición lograron contrabandear muchas cargas de teléfonos satelitales y equipos electrónicos para reforzar sus actividades dentro del país. Contrabandear armas no será difícil», escribió en su blog Syria Comment.
* Publicado en acuerdo con Al Jazeera.
