Dos de los dirigentes políticos responsabilizados de promover la violencia postelectoral en Kenia brindaron discursos provocadores pocos días después de que una jueza de la Corte Penal Internacional (CPI) pidiera dejar atrás esa práctica.
El viceprimer ministro y ministro de Finanza, Uhuru Kenyatta, y el suspendido ministro de Educación Superior, William Ruto, lanzaron el lunes críticas veladas, no directas contra su principal rival político, el primer ministro Raila Odinga, a diferencia de actos anteriores.
Las denuncias contra Kenyatta y Ruto no tienen asidero, sostuvieron otros políticos que los acompañaban.
La jueza Ekaterina Trendafilova señaló el 7 de este mes que la CPI estaba preocupada por la existencia "de cierto movimiento tendiente a reinstalar la violencia mediante discursos peligrosos".
Este país padeció violencia post-electoral y matanzas étnicas entre diciembre de 2007 y enero de 2008.
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El tribunal con sede en La Haya citó a seis sospechosos de promover los enfrentamientos de ese periodo entre los que hay un jefe de policía y otro alto funcionario. La violencia post-electroal dejó más de 1.000 personas muertas.
Trendafilova les advirtió la semana pasada, cuando se presentaron por primera vez en la sede de la CPI, de no incitar a la violencia porque reemplazaría las citaciones por órdenes de detención.
Trendafilova no es la primera en protestar por la retórica de algunos sospechosos.
Varias organizaciones de la sociedad civil así como el expresidente Daniel arap Moi y el exsecretario general de la ONU, (Organización de las Naciones Unidas) Kofi Annan, se mostraron preocupados por el contenido de los discursos de Kenyatta y Ruto, quienes realizaron varios actos en el marco de la "gira de oración " en todo el país.
La Comisión Nacional de Integración y Cohesión informó a principios de este mes que investigaba a figuras políticas que al parecer habían incitado a la gente con sus discursos.
Hay múltiples ejemplos de declaraciones provocadoras de Kenyatta, sostuvo un artículo publicado el 3 de este mes en el periódico Daily Nation.
"Ahora que Raila nos describe como borrachos, ¿vamos a tomar algo con su esposa? y ahora que nos dice que vayamos a La Haya, ¿acaso es su madre?", señaló en un acto en Githunguri.
"¿Acaso La Haya es tu madre que sigues hablando de ella?", añadió.
"No tenemos problema con la población de la provincia de Nyanza, pero sí con un hombre y ustedes saben quién es", apuntó Kenyatta, en clara alusión a Odinga.
Pero el contenido de los discursos de Ruto y Kenyatta del lunes fue decididamente más tranquilo.
"Nunca más un keniata perderá la vida o la propiedad por rivalidades políticas, señaló Ruto en un llamado a la paz."
Kenyatta, por su parte, agradeció la presencia de unas 5.000 personas en el parque Uhuru, en el centro de Nairobi. Algunas de ellas llevaban pancartas que decían "Presidente Uhuru" y "Bienvenido héroe Uhuru".
"No quiero hablar con rabia, sino con paciencia", apuntó.
"La comunidad internacional no debe inmiscuirse en nuestros problemas internos", declaró luego. "Fue una reprimenda, aunque sutil, a una propuesta de Odinga para que el estadounidense Buró Federal de Investigaciones o la británica Scotland investiguen la violencia postelectroales", indicó.
Pero no todos los oradores coincidieron con la urbanidad de los sospechosos. El legislador Mohammad Ali Mohamud, partidario de Ruto y Kenyatta, acusó al Movimiento Democrático Naranja, de Odinga, de denunciar los presuntos discursos de odio en una carta a la CPI, y prometió escribir otra defendiéndolos.
El exlegislador Rafael Wanjala llegó a responsabilizar de la violencia de 2007 y 2008, al propio primer ministro. Los disturbios comenzaran después de que se declarara perdedor a Odinga por pocos votos frente al actual presidente Mwai Kibaki.
"La gente se peleó por culpa de Raila, es un hombre muy peligro", declaró Wanjala.
El fiscal jefe de la CPI, Luis Moreno-Ocampo, presentó cargos contra seis presuntos sospechosos en dos casos separados. Todos están acusados de crímenes contra la humanidad por persecuciones y transferencias forzadas.
Además, tres son considerados responsables de tortura y los otros, de violación y actos inhumanos.
Tras las audiencias de septiembre, los magistrados decidirán en septiembre si confirman los cargos y comienza el juicio a los sospechosos.