Israel ataca a legisladores árabes, palestinos y ciudadanos defensores de la paz en represalia por las críticas de la comunidad internacional motivadas por el trato dispensado a los árabes-israelíes y por la ocupación del territorio palestino de Cisjordania.
La mayoría de los miembros del parlamento (Knesset) votaron a favor de despojar a la legisladora palestina Hanin Zoabi de sus privilegios por su participación en la flotilla humanitaria que trató de romper el bloqueo contra el territorio palestino de Gaza en 2010.
Nueve activistas murieron entonces cuando las fuerzas israelíes abordaron el barco Mavi Marmara, muchas de ellas por disparos a quemarropa.
Zoabi, una mujer menuda, fue detenida y acusada de tratar de apuñalar a un comando israelí. "Fue ridículo", señaló. "Me eché a reír cuando escuché la acusación. Nunca opuse resistencia. Sabían que los cargos eran falsos y los terminaron retirando. Sólo tratan de perseguirme políticamente", dijo a IPS.
La legisladora apeló la revocación de sus privilegios ante un alto tribunal israelí, que implica el retiro de su pasaporte diplomático, la imposibilidad de recibir ayuda financiera por asistencia legal y de visitar países con los cuales Israel no tiene relaciones diplomáticas.
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"El consenso derechista en el Knesset trata de castigarme y de restringir mi libertad de expresión", declaró al llegar al tribunal la semana pasada.
La ofensiva contra la disidencia siguió con la aprobación de una ley que permitirá a la Corte Suprema de Israel revocar la ciudadanía de toda persona acusada de espionaje, traición o de ayudar al enemigo en tiempos de guerra.
El problema es la interpretación de la norma, que es abierta a un asunto que toca la sensibilidad israelí ante toda crítica, sin importar que sea legítima y no violenta.
La medida sigue a la aprobación en la Knesset por unanimidad de una comisión legislativa para investigar los fondos y las actividades de organizaciones de izquierda que apoyan la campaña de boicot, desinversión y sanciones contra Israel, así como a otras instituciones no gubernamentales importantes.
Activistas israelíes que defienden los derechos de los palestinos también son blanco de ataques. Las autoridades reconocieron la creación de una unidad especial de la policía para supervisar sus actividades en el barrio de Jeque Jarrah, en Jerusalén oriental.
Desde hace dos años, cientos de activistas israelíes realizan todos los viernes manifestaciones pacíficas contra la demolición de casas palestinas y la expulsión de sus ocupantes para alojar colonos israelíes.
La agencia de inteligencia nacional, Shin Bet, realiza escuchas telefónicas de las llamadas de algunos activistas, tras lo cual citaron a varios para ser interrogados.
Entre los pacifistas detenidos se encuentra el ex piloto de la Fuerza Aérea, Yonatan Shapira, quien integra la organización Anarquistas contra el Muro, que divide al estado judío de Cisjordania, sin respetar la Línea Verde de separación que reconoce la comunidad internacional, pero invadiendo el territorio palestino.
Shapira es uno de los autores de la llamada Carta del Piloto de 2003.
"Los abajo firmantes ya no queremos formar parte de los de los ataques indiscriminados contra los territorios palestinos ocupados. Declaramos nuestro rechazo a participar en lo que creemos que son actividades ilegales e inmorales", reza la carta suscrita por otros 30 pilotos.
Yonatan Pollack, también de Anarquistas contra el Muro, fue condenado a tres meses de prisión a principios de este año por participar en una protesta en bicicleta contra la Operación Plomo Fundido de tres meses contra Gaza, entre 2008 y 2009. Fue el único detenido e imputado.
Hace tiempo que Pollack es una piedra en el zapato de las autoridades israelíes. En tanto que portavoz del Comité Palestino de Resistencia Popular y participante habitual de las manifestaciones contra el muro de Cisjordania fue detenido y golpeado varias veces.
Mientras el ejército israelí sigue aplastando a la disidencia en Cisjordania así como otras revueltas en varias aldeas palestinas, donde todas las semanas se realizan manifestaciones cada vez más numerosas contra el muro y la anexión de territorios para los asentamientos judíos.
Diecinueve activistas israelíes fueron detenidos el sábado, varios más golpeados y otros privados de libertad hasta el otro día durante una manifestación espontánea y pacífica fuera del poblado de Beit Ummar, al norte de Hebrón, en el sur de Cisjordania.
Los activistas protestaban contra el sitio impuesto por el ejército israelí contra el poblado desde hace varias semanas. Cerraron las vías de ingreso a Beit Ummar con bloques de concreto y portones de metal, custodiados por soldados. Los residentes no pudieron entrar ni salir para ir a la escuela ni a trabajar ni de compras.
El ejército respondió con un castigo colectivo a las pedradas y cócteles Molotov lanzados por jóvenes palestinos contra automóviles de colonos judíos, tras el asesinato de una persona durante un funeral en Beit Ummar.
"El ejército cruzó otra línea roja", dijo el Micha Kurz al periodista israelí-estadounidense Joseph Dana. "Los soldados actuaron como si hubieran estado pensando en todo lo que odian a los judíos de izquierda antes de llegar y luego lanzar toda su rabia contra nosotros", recordó.