El gobierno de Israel advirtió al Consejo de Seguridad de la ONU y a la Unión Europea (UE) que recurriría a medidas unilaterales si la comunidad internacional reconoce a Palestina como Estado independiente en la próxima sesión de la Asamblea General prevista para septiembre.
La amenaza es en respuesta a lo que el gobierno israelí considera intentos de sus críticos, a nivel local e internacional, para restarle legitimidad al Estado judío.
En los últimos meses, varios países latinoamericanos — Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Ecuador, Guyana y Uruguay— reconocieron oficialmente al Estado palestino. Es probable que Paraguay y Perú sigan el mismo camino pronto, mientras que Venezuela ya lo había hecho a mediados de la década pasada.
En tanto, Noruega pasó a considerar como "delegación diplomática" la oficina palestina en Olso, antes llamada "delegación general". En los últimos cuatro meses, otras varias naciones amigas de Israel, como Francia, España y Portugal, tomaron la misma medida.
Otros cientos de países, la mayoría del Sur, reconocieron a "Palestina" luego de que el líder histórico de esa nación, Yasser Arafat (1929-2004) declaró unilateralmente su independencia en 1988.
[related_articles]
Otros estados, la mayoría del antiguo Bloque del Este, reconocieron al Estado palestino en vísperas de los acuerdos de paz de Oslo de 1993.
La ola diplomática que se originó en América Latina podría propagarse a África y Asia. Una señal de esto fue advertida cuando la Universidad de Johannesburgo en Sudáfrica decidió la semana pasada cesar todo tipo de cooperación con la Universidad Ben Gurion y boicotear otras instituciones académicas israelíes.
El antiguo régimen del apartheid (segregación racial institucionalizada por la minoría blanca en perjuicio de la mayoría negra) en Sudáfrica solía ser uno de los aliados más cercanos de Israel. La cooperación militar, política y económica entre los dos gobiernos era sumamente estrecha.
Israel ayudó a entrenar a las fuerzas de seguridad sudafricanas, famosas por su brutalidad, y ayudó al régimen con su programa de desarrollo nuclear, desarticulado luego de que el apartheid llegara a su fin y asumiera el gobierno democrático, liderado por Nelson Mandela (1994-1999).
Se cree que, a cambio, Sudáfrica proveyó uranio a Israel para su propio plan atómico.
La indignación de Israel por las críticas internacionales llegó a su punto más alto cuando el presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Mahmoud Abbas, señaló que las negociaciones entre ambas partes permanecían congeladas.
La semana pasada, Israel informó a los 15 miembros del Consejo de Seguridad de la ONU (Organización de las Naciones Unidas) y a los más grandes países de la UE que, si la ANP persistía en sus esfuerzos para ganar reconocimiento como Estado, respondería con medidas unilaterales.
También la semana pasada, la cancillería israelí envió un cable clasificado a más de 30 de sus embajadas ordenándoles presentar protestas diplomáticas al más alto nivel posible en respuesta a los esfuerzos palestinos por obtener reconocimiento internacional en la próxima sesión de la Asamblea General de la ONU en septiembre.
En septiembre pasado, el presidente estadounidense Barack Obama dijo a la Asamblea General que deseaba ver al Estado palestino convertido en miembro de la ONU en menos de un año. Israel y la ANP también señalaron que las conversaciones comenzarían el 2 de septiembre en Washington y durarían por lo menos un año.
El primer ministro palestino, Salam Fayyad, anunció que los esfuerzos para establecer instituciones estatales se habrían completado para septiembre próximo.
Aunque suena amenazante, no se sabe exactamente lo que el gobierno israelí tiene en mente cuando habla de "acciones unilaterales". Es posible anexe grandes bloques se asentamientos israelíes construidos ilegalmente en la Cisjordania ocupada.
Más malas noticias para Israel llegaron el miércoles, cuando el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, llamó a ese país a detener la construcción de colonias en territorios palestinos ocupados y toda forma de violencia y provocación.
Al hablar en Uruguay durante una conferencia internacional organizada por la ONU sobre apoyo latinoamericano y caribeño a la paz en Medio Oriente, Ban dijo que era un momento "crucial" para el proceso de paz.
"El tiempo es esencial para concretar la solución de los dos estados", afirmó. "La ocupación que comenzó en 1967 es moral y políticamente insostenible, y debe llegar a su fin. Los palestinos tienen un derecho legítimo a establecer un Estado independiente y viable por sí mismos".
Pero Samir Awad, de la palestina Universidad de Birzeit, cerca de la central ciudad cisjordana de Ramalah, cree que los israelíes se preocupan más por controlar el terreno que por la opinión internacional.
"Los israelíes, contrariamente a sus afirmaciones de que apoyan la creación de un Estado palestino, decidieron, al menos extraoficialmente, que eso no está en sus intereses", dijo Awad a IPS.
Pero, "para el consumo internacional y para mantener las apariencias, continuarán con la farsa de apoyar la solución de los dos estados", añadió.