Los donantes del mundo industrializado suelen imponer condiciones estrictas a los países beneficiarios. Pero la cooperación Sur-Sur permite un nuevo enfoque de financiación mediante el Fondo IBSA (India, Brasil, Sudáfrica) para Aliviar la Pobreza y el Hambre.
El nuevo mecanismo "tiene que ver con las prioridades del país o del gobierno receptor, a diferencia de las relaciones con otros donantes, no se trata de imponer condiciones", dijo a IPS el embajador de Brasil en Sudáfrica, Fernando Sena.
El grupo IBSA comenzó en 2003 con el objetivo de promover la cooperación entre los tres países, lo que hizo aumentar el comercio entre ellos, que ascendió a 15.000 millones de dólares en 2010, bastante más que los 3.800 millones de 2004.
El Fondo IBSA fue creado en 2004 con un millón de dólares al año aportado por cada uno de los socios. El dinero se destina a proyectos de desarrollo en países de bajos ingresos. El mecanismo no tiene su propia secretaría por lo cual es gestionado por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).
Con el Fondo IBSA se financió una iniciativa para mejorar las prácticas agrícolas en Guinea-Bissau y otra para reunir facciones enfrentadas en Haití en la zona de Carrefour Feuilles, propensa a la violencia, mediante un proyecto conjunto de recolección de desperdicios sólidos.
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"No es un préstamo y no pretendemos que nos lo devuelvan", explicó Sena.
En tanto que economías emergentes que todavía tienen necesidades en materia de desarrollo, los miembros de IBSA están decididos a alejarse lo más posible de la tradicional relación donante-beneficiario.
"Tenemos nuestras propias necesidades, pero nos mueve un interés solidario hacia los otros. La idea es respaldar proyectos viables que se puedan reproducir basándonos en las capacidades de IBSA y en las experiencias exitosas en nuestros territorios. Los proyectos deben basarse en las necesidades locales, ser gestionados y de propiedad de la población local", explicó Sena.
"Compartimos nuestra experiencia en tanto que país en desarrollo. Cuando hablamos de cooperación no tratamos de imponer nuestra posición. Es una conversación. No tratamos de decir al beneficiario qué debe hacer. No somos arrogantes", añadió Sena.
Las razones para crear IBSA incluyeron el deseo de operar de "forma independiente de los preconceptos de las naciones ricas", señaló el enviado brasileño a Sudáfrica, José de Sá Pimentel, en un discurso pronunciado en marzo de este año.
"La guerra de Iraq y el colapso económico de 2008 erosionaron el orden mundial y dejaron claro que se necesitan nuevas reglas y nuevos actores si queremos que el sistema funcione de forma adecuada. Pero por ahora no hay respuesta de las potencias ni de las organizaciones que deben abrir el camino", añadió.
"Las señales de algo nuevo son indiscutibles, pero quedan dudas sobre su alcance, profundidad y dirección. Hay un cambio en marcha respecto del equilibrio económico, aunque lento, que beneficia a los países del Sur. Pero los principales actores no parecen estar en el asiento del conductor", remarcó.
El Fondo IBSA ofrece una oportunidad para probar un enfoque viable de desarrollo Sur-Sur, aunque limitado. También permite que nuevos actores pongan a prueba sus capacidades en el "asiento del conductor", al decir de De Sá Pimentel.
"El motor de Brasil son los recursos naturales y la minería. Pero India se propone impulsar el desarrollo en África porque le conviene ampliar sus mercados. En cambio, el papel de Sudáfrica está basado sobre su influencia en el continente", señaló Petrus de Kock, investigador del Instituto de Asuntos Internacionales, con sede en Johannesburgo.
"Es un indicador interesante que, en 2008, India haya gastado 547 millones de dólares en paquetes de asistencia, ya sea de forma directa o indirecta, vinculados a IBSA", indicó De Kock, investigador del programa "gobernanza de recursos de África", del Instituto.
El mismo año, India aportó otros 2,96 millones de dólares en líneas de crédito, la mayoría a países de África subsahariana. Esta contribución no se relaciona con IBSA sino que muestra cómo India se convierte en un actor importante en la asistencia al desarrollo", añadió.
Pero para Lyal White, directora del Centro de Mercados Dinámicos del Instituto Gordon de Ciencias Empresariales, de la Universidad de Pretoria, Brasil es el actor político más fuerte de IBSA.
Ese país "tiene más intereses creados", sostuvo White. "India tiende a concentrarse en su compromiso unilateral y Sudáfrica forma parte de África", apuntó.
Brasilia utiliza la plataforma IBSA de forma más efectiva como foro diplomático y político", añadió.
Los miembros de IBSA pueden tener diferentes prioridades, pero las democracias multiculturales con economías emergentes que comparten hacen que en el futuro puedan desempeñar un papel en el concierto mundial.
"Las economías del Norte viven en perpetua crisis. La población de Europa envejece y se contrae, lo que implica que se hace más dependiente del Estado. Para un panorama sobre el futuro crecimiento de la economía global hay que mirar a los IBSAs del mundo", arguyó De Kock.