El gobierno de Libia anunció que detendría todas las operaciones militares contra los rebeldes, horas después de que el Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) apoyó la creación de una zona de exclusión aérea sobre ese país africano.
El ministro de Relaciones Exteriores de Libia, Moussa Koussa, señaló en una declaración televisada este viernes que su gobierno quería proteger a todos los civiles y extranjeros.
«Decidimos adoptar un inmediato cese del fuego y detener todas las operaciones militares», afirmó, y subrayó que el régimen de Muammar Gadafi tenía «gran interés en proteger a los civiles». Koussa afirmó que, al ser su país miembro de la ONU, estaba «obligado a aceptar las resoluciones del Consejo de Seguridad».
Pero testigos afirmaron que las fuerzas del gobierno continuaban atacando la noroccidental ciudad de Misurata, donde al menos 25 personas habían muerto en combates previos.
Abdulbasid Abu Muzairik, residente de la ciudad, dijo a Al Jazeera que había disparos de artillería y ataques con tanques.
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«Las fuerzas de Gadafi están en las afueras, pero siguen disparando al centro de la ciudad», afirmó. «El cese del fuego no se ha aplicado. Él (Gadafi) todavía dispara y mata a los habitantes de la ciudad».
Anita McNaught, corresponsal de Al Jazeera en Trípoli, dijo que la declaración del régimen libio había sido «muy cuidadosamente elaborada de forma muy deliberada, casi forense».
«Claramente, los libios han estado analizando detenidamente las cartas de la ONU para ver dónde discrepar y no pudieron encontrar mucho», indicó.
«Mi presentimiento es que se trata de un esfuerzo para ganar tiempo, porque los libios han sido tomados completamente por sorpresa por este resurgir del consenso (internacional) sobre la acción», añadió.
El último anuncio contrastó con anteriores comentarios del Gadafi, quien había alertado a los residentes de la nororiental ciudad libanesa de Bengasi, baluarte de los rebeldes, que «no habría compasión».
«Los buscaremos (a los rebeldes), calle por calle, carretera por carretera», dijo en una declaración de radio el jueves.
Tony Birtley, corresponsal de Al Jazeera en Bengasi, indicó que los combatientes rebeldes expresaban cauta satisfacción ante el anuncio de cese del fuego.
Francia también mostraba prudencia. «Tenemos que ser muy cautos. Él (Gadafi) está comenzando a tener miedo, pero en el terreno la amenaza no ha cambiado», dijo a la agencia de noticias Reuters el portavoz de la cancillería francesa, Bernard Valero.
Por su parte, el primer ministro de Gran Bretaña, David Cameron, respondió al cese al fuego señalando que Gadafi sería juzgado «por sus acciones, no por sus palabras».
«Lo que está absolutamente claro es que la resolución del Consejo de Seguridad de la ONU indicaba que debía detener lo que estaba haciendo: tratar brutalmente a su pueblo», dijo a la cadena británica BBC.
«Si no lo hace, todas las medidas necesarias pueden aplicarse para detenerlo», afirmó.
«Eso fue lo que se acordó anoche, eso es para lo cual nos estamos preparando, y lo juzgaremos por lo que hace», añadió.
Poco antes, Cameron había señalado que Gran Bretaña estaba a punto de enviar aviones de guerra a bases en el mar Mediterráneo, como preparación para la creación de una zona de exclusión aérea.
Al hablar ante el Parlamento, señaló que jets Tornado y Typhoon serían enviados de inmediato junto a aviones de vigilancia y de recarga de combustible. «Los preparativos para enviar estos aviones ya han comenzado, y en las próximas horas avanzarán hacia las bases aéreas desde donde podrán comenzar a tomar las acciones necesarias», indicó.
Por su parte, la secretaria de Estado (canciller) de Estados Unidos, Hillary Rodham Clinton, señaló que el «resultado final» de la resolución debía ser la salida de Gadafi.
«La negativa del coronel Gadafi a escuchar los repetidos llamados hechos hasta ahora a detener la violencia contra su pueblo nos ha dejado sin otra opción que seguir este curso de acción», añadió.
El Consejo de Seguridad apoyó el jueves una resolución autorizando la creación de una zona de exclusión aérea sobre Libia y «todas las medidas necesarias» para proteger a los civiles.
La intervención, que se espera se apoyada militarmente por Gran Bretaña, Francia, Estados Unidos, Noruega y Qatar, permitirá sólo vuelos humanitarios en espacio aéreo libio.
Paul Brennan, corresponsal de Al Jazeera en Londres, dijo que los preparativos de las fuerzas internacionales seguirían adelante sin importar el anuncio de Koussa.
«Podría hacer más difícil lanzar ataques, pero no creo que disuada en absoluto a las fuerzas de la coalición de la idea de realizar ataques», afirmó.
«Lo que necesitan hacer en esta primera etapa es colocar a las fuerzas en posición para aplicar la zona de exclusión aérea, como autorizó el Consejo de Seguridad de la ONU», indicó.
Países occidentales prometieron este viernes apoyar la creación de la zona de exclusión aérea. Muchos, incluyendo Bélgica, Canadá, España y Francia anunciaron el envío de aviones.
Italia también señaló que pondría a disposición sus bases y tomaría un papel activo en las operaciones.
Eurocontrol, la agencia europea de tráfico aéreo, señaló que el gobierno libio había cerrado su espacio aéreo a todo vuelo en respuesta a la resolución de la ONU.
* Publicado en acuerdo con Al Jazeera.